Chris Wright, nuevo secretario de Energía de Estados Unidos bajo el gobierno de Donald Trump, brindó un polémico discurso en la reconocida conferencia CERAWeek en Houston, Texas. Wright, quien fue ejecutivo de la industria del fracking, expresó su firme convicción sobre la necesidad de aumentar la dependencia hacia los combustibles fósiles y criticó severamente las políticas climáticas implementadas durante la administración de Joe Biden, calificándolas como "irracionales" y "cuasi-religiosas".

La CERAWeek es una de las conferencias energéticas más prestigiosas del mundo, y suele atraer a líderes empresariales y políticos de alto nivel. Fundada en 1983, el evento ha sido calificado como el “Davos de la energía”.

En su intervención, Wright expuso que las políticas climáticas actuales imponen sacrificios innecesarios a los ciudadanos estadounidenses y aseguró que estas medidas han resultado más perjudiciales que beneficiosas. "La cura fue mucho más destructiva que la enfermedad", afirmó el funcionario, señalando específicamente cómo estas políticas afectan la economía y la vida cotidiana de millones de ciudadanos.

Pese a reconocer que las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de los combustibles fósiles contribuyen al calentamiento global, Wright sostuvo que no existen alternativas actuales capaces de reemplazar el gas en todos sus usos. Descartó la posibilidad de que energías renovables como la solar y la eólica puedan ser suficientes para garantizar la demanda energética mundial.

El nuevo secretario de Energía también destacó la problemática de la pobreza energética mundial, utilizando datos concretos para ilustrar lo que considera una disparidad alarmante. Mientras los ciudadanos en Estados Unidos consumen un promedio anual de 13 barriles de petróleo por persona, los habitantes del resto del mundo apenas alcanzan un promedio de 3 barriles, y en África, este consumo desciende aún más, situándose por debajo de 1 barril por persona.

El evento, cuyo costo de entrada superó los $10,000, contó con la participación de influyentes ejecutivos de empresas de combustibles fósiles como TotalEnergies y Occidental Petroleum, con quienes Wright se reunió previamente para discutir estrategias energéticas. Durante la misma conferencia, Wright cuestionó la atención prioritaria que reciben las problemáticas climáticas sobre las vinculadas a la pobreza energética, señalando lo que percibe como una falta de equilibrio en el abordaje global de estas cuestiones.

Adicionalmente, Wright dejó en claro que la administración Trump tiene entre sus objetivos desmontar las políticas climáticas de Joe Biden. Prometió implementar un enfoque que denominó "todo lo que se pueda", en alusión a una estrategia orientada a garantizar energía asequible, confiable y ampliamente disponible para los estadounidenses.

El secretario, identificado por algunos como escéptico climático, ha sostenido en repetidas ocasiones que el cambio climático no representa una crisis y se autodefine como "realista climático". Sin embargo, su discurso no fue transmitido en vivo, lo que ha generado críticas por parte de activistas ambientales que consideran que este tipo de declaraciones deberían ser abiertas al escrutinio público.