Salud

Niño de 13 Años, Primer Caso de Curación de un Mortal Cáncer Cerebral

En un hito sin precedentes, un niño belga de 13 años se convierte en el primer paciente pediátrico en el mundo en ser curado de glioma pontino intrínseco difuso (DIPG), un tipo de cáncer cerebral altamente letal. Este avance, logrado a través del ensayo clínico BIOMEDE, abre nuevas esperanzas en la lucha contra el cáncer infantil.

Salud

Niño de 13 Años, Primer Caso de Curación de un Mortal Cáncer Cerebral

En un hito sin precedentes, un niño belga de 13 años se convierte en el primer paciente pediátrico en el mundo en ser curado de glioma pontino intrínseco difuso (DIPG), un tipo de cáncer cerebral altamente letal. Este avance, logrado a través del ensayo clínico BIOMEDE, abre nuevas esperanzas en la lucha contra el cáncer infantil.

“Lucas venció todas las probabilidades para sobrevivir”

- Jacques Grill, jefe del programa de tumores cerebrales en el centro de cáncer Gustave Roussy en París.

14/2/2024

Lucas fue diagnosticado con glioma pontino intrínseco difuso (DIPG), un tipo de tumor cerebral particularmente brutal, a la edad de seis años. La prognosis para este tipo de cáncer es generalmente sombría, con la mayoría de los niños no viviendo más de un año después del diagnóstico. Sin embargo, Lucas, originario de Bélgica, ha desafiado todas las expectativas al convertirse en el primer niño en el mundo curado de esta enfermedad, según los investigadores que lo trataron en el centro de cáncer Gustave Roussy en París. Este logro marca un punto de inflexión en la lucha contra el cáncer infantil, especialmente en casos de DIPG, donde las opciones de tratamiento han sido limitadas y en gran medida ineficaces.

El DIPG es diagnosticado cada año en alrededor de 300 niños en los Estados Unidos y hasta 100 en Francia. A pesar de los avances médicos que han permitido que el 85% de los niños diagnosticados con cáncer sobrevivan más de cinco años, el pronóstico para aquellos con DIPG ha permanecido desalentador. La radioterapia puede ralentizar el avance del tumor agresivo, pero hasta ahora, ningún medicamento ha demostrado ser efectivo contra él. La historia de Lucas, sin embargo, ofrece un rayo de esperanza y destaca la importancia de la investigación y los ensayos clínicos en la búsqueda de nuevos tratamientos.

Lucas y su familia viajaron de Bélgica a Francia para que pudiera participar en el ensayo clínico BIOMEDE, que prueba nuevos medicamentos potenciales para el DIPG. Desde el inicio del ensayo, Lucas respondió favorablemente al medicamento contra el cáncer everolimus, que le fue asignado al azar. A lo largo de una serie de resonancias magnéticas, el tumor de Lucas desapareció completamente, un resultado sin precedentes que dejó asombrados a los médicos y a la comunidad médica. Sin embargo, el doctor Jacques Grill, quien lideró el tratamiento, no se atrevió a detener el régimen de tratamiento hasta que, hace un año y medio, Lucas reveló que ya no estaba tomando los medicamentos.

Algo Curioso
El glioma pontino intrínseco difuso (DIPG) es uno de los tipos de cáncer cerebral más desafiantes y letales en niños, con un pronóstico históricamente sombrío. El caso de Lucas representa un hito en la oncología pediátrica, ofreciendo nuevas esperanzas para tratamientos futuros.

Un Caso Excepcional en la Oncología Pediátrica

El caso de Lucas no tiene paralelo en el mundo, según el doctor Grill. La pregunta de por qué Lucas se recuperó completamente y cómo su caso podría ayudar a otros niños en el futuro sigue siendo un tema de investigación. En el ensayo BIOMEDE, siete otros niños sobrevivieron años después de ser diagnosticados, pero solo el tumor de Lucas desapareció por completo. La razón por la cual estos niños respondieron a los medicamentos, mientras que otros no, probablemente se deba a las "particularidades biológicas" de sus tumores individuales. En el caso de Lucas, se cree que su tumor tenía una mutación extremadamente rara que hacía que sus células fueran mucho más sensibles al medicamento.

Este descubrimiento abre nuevas vías de investigación para el tratamiento del DIPG. Los investigadores están estudiando las anomalías genéticas de los tumores de los pacientes, así como creando "organoides" de tumores, que son masas de células producidas en el laboratorio. El caso de Lucas ofrece esperanza real y una oportunidad única para entender mejor cómo ciertas mutaciones pueden influir en la sensibilidad de los tumores a los tratamientos. Reproducir en vitro las diferencias identificadas en las células de Lucas podría permitir a los científicos ver si el tumor puede ser eliminado de manera tan efectiva como lo fue en su caso.

Hacia Nuevas Estrategias de Tratamiento

Si los investigadores logran reproducir las diferencias genéticas de Lucas en los organoides y observan que el tumor puede ser eliminado de manera efectiva, el siguiente paso será encontrar un medicamento que tenga el mismo efecto en las células del tumor. Aunque esta investigación representa un avance emocionante, los científicos advierten que cualquier tratamiento potencial aún está lejos. En promedio, se necesitan de 10 a 15 años desde el primer indicio hasta que un medicamento se convierte en una solución disponible. Este proceso largo y complejo subraya la importancia de la paciencia y el apoyo continuo a la investigación del cáncer.

David Ziegler, oncólogo pediátrico en el Hospital Infantil de Sídney en Australia, señaló que el panorama para el DIPG ha cambiado drásticamente en la última década. Los avances en el laboratorio, el aumento de la financiación y los ensayos como BIOMEDE son señales prometedoras de que pronto se podrán curar algunos pacientes. La historia de Lucas no solo es un testimonio de la resiliencia humana y la innovación médica, sino también un recordatorio de la importancia de la investigación continua y la colaboración internacional en la lucha contra el cáncer.

Fuentes

ScienceAlert

“Lucas venció todas las probabilidades para sobrevivir”

- Jacques Grill, jefe del programa de tumores cerebrales en el centro de cáncer Gustave Roussy en París.

Feb 14, 2024
Colglobal News

Lucas fue diagnosticado con glioma pontino intrínseco difuso (DIPG), un tipo de tumor cerebral particularmente brutal, a la edad de seis años. La prognosis para este tipo de cáncer es generalmente sombría, con la mayoría de los niños no viviendo más de un año después del diagnóstico. Sin embargo, Lucas, originario de Bélgica, ha desafiado todas las expectativas al convertirse en el primer niño en el mundo curado de esta enfermedad, según los investigadores que lo trataron en el centro de cáncer Gustave Roussy en París. Este logro marca un punto de inflexión en la lucha contra el cáncer infantil, especialmente en casos de DIPG, donde las opciones de tratamiento han sido limitadas y en gran medida ineficaces.

El DIPG es diagnosticado cada año en alrededor de 300 niños en los Estados Unidos y hasta 100 en Francia. A pesar de los avances médicos que han permitido que el 85% de los niños diagnosticados con cáncer sobrevivan más de cinco años, el pronóstico para aquellos con DIPG ha permanecido desalentador. La radioterapia puede ralentizar el avance del tumor agresivo, pero hasta ahora, ningún medicamento ha demostrado ser efectivo contra él. La historia de Lucas, sin embargo, ofrece un rayo de esperanza y destaca la importancia de la investigación y los ensayos clínicos en la búsqueda de nuevos tratamientos.

Lucas y su familia viajaron de Bélgica a Francia para que pudiera participar en el ensayo clínico BIOMEDE, que prueba nuevos medicamentos potenciales para el DIPG. Desde el inicio del ensayo, Lucas respondió favorablemente al medicamento contra el cáncer everolimus, que le fue asignado al azar. A lo largo de una serie de resonancias magnéticas, el tumor de Lucas desapareció completamente, un resultado sin precedentes que dejó asombrados a los médicos y a la comunidad médica. Sin embargo, el doctor Jacques Grill, quien lideró el tratamiento, no se atrevió a detener el régimen de tratamiento hasta que, hace un año y medio, Lucas reveló que ya no estaba tomando los medicamentos.

Lucas fue diagnosticado con glioma pontino intrínseco difuso (DIPG), un tipo de tumor cerebral particularmente brutal, a la edad de seis años. La prognosis para este tipo de cáncer es generalmente sombría, con la mayoría de los niños no viviendo más de un año después del diagnóstico. Sin embargo, Lucas, originario de Bélgica, ha desafiado todas las expectativas al convertirse en el primer niño en el mundo curado de esta enfermedad, según los investigadores que lo trataron en el centro de cáncer Gustave Roussy en París. Este logro marca un punto de inflexión en la lucha contra el cáncer infantil, especialmente en casos de DIPG, donde las opciones de tratamiento han sido limitadas y en gran medida ineficaces.

El DIPG es diagnosticado cada año en alrededor de 300 niños en los Estados Unidos y hasta 100 en Francia. A pesar de los avances médicos que han permitido que el 85% de los niños diagnosticados con cáncer sobrevivan más de cinco años, el pronóstico para aquellos con DIPG ha permanecido desalentador. La radioterapia puede ralentizar el avance del tumor agresivo, pero hasta ahora, ningún medicamento ha demostrado ser efectivo contra él. La historia de Lucas, sin embargo, ofrece un rayo de esperanza y destaca la importancia de la investigación y los ensayos clínicos en la búsqueda de nuevos tratamientos.

Lucas y su familia viajaron de Bélgica a Francia para que pudiera participar en el ensayo clínico BIOMEDE, que prueba nuevos medicamentos potenciales para el DIPG. Desde el inicio del ensayo, Lucas respondió favorablemente al medicamento contra el cáncer everolimus, que le fue asignado al azar. A lo largo de una serie de resonancias magnéticas, el tumor de Lucas desapareció completamente, un resultado sin precedentes que dejó asombrados a los médicos y a la comunidad médica. Sin embargo, el doctor Jacques Grill, quien lideró el tratamiento, no se atrevió a detener el régimen de tratamiento hasta que, hace un año y medio, Lucas reveló que ya no estaba tomando los medicamentos.

Algo Curioso
El glioma pontino intrínseco difuso (DIPG) es uno de los tipos de cáncer cerebral más desafiantes y letales en niños, con un pronóstico históricamente sombrío. El caso de Lucas representa un hito en la oncología pediátrica, ofreciendo nuevas esperanzas para tratamientos futuros.

Un Caso Excepcional en la Oncología Pediátrica

El caso de Lucas no tiene paralelo en el mundo, según el doctor Grill. La pregunta de por qué Lucas se recuperó completamente y cómo su caso podría ayudar a otros niños en el futuro sigue siendo un tema de investigación. En el ensayo BIOMEDE, siete otros niños sobrevivieron años después de ser diagnosticados, pero solo el tumor de Lucas desapareció por completo. La razón por la cual estos niños respondieron a los medicamentos, mientras que otros no, probablemente se deba a las "particularidades biológicas" de sus tumores individuales. En el caso de Lucas, se cree que su tumor tenía una mutación extremadamente rara que hacía que sus células fueran mucho más sensibles al medicamento.

Este descubrimiento abre nuevas vías de investigación para el tratamiento del DIPG. Los investigadores están estudiando las anomalías genéticas de los tumores de los pacientes, así como creando "organoides" de tumores, que son masas de células producidas en el laboratorio. El caso de Lucas ofrece esperanza real y una oportunidad única para entender mejor cómo ciertas mutaciones pueden influir en la sensibilidad de los tumores a los tratamientos. Reproducir en vitro las diferencias identificadas en las células de Lucas podría permitir a los científicos ver si el tumor puede ser eliminado de manera tan efectiva como lo fue en su caso.

Hacia Nuevas Estrategias de Tratamiento

Si los investigadores logran reproducir las diferencias genéticas de Lucas en los organoides y observan que el tumor puede ser eliminado de manera efectiva, el siguiente paso será encontrar un medicamento que tenga el mismo efecto en las células del tumor. Aunque esta investigación representa un avance emocionante, los científicos advierten que cualquier tratamiento potencial aún está lejos. En promedio, se necesitan de 10 a 15 años desde el primer indicio hasta que un medicamento se convierte en una solución disponible. Este proceso largo y complejo subraya la importancia de la paciencia y el apoyo continuo a la investigación del cáncer.

David Ziegler, oncólogo pediátrico en el Hospital Infantil de Sídney en Australia, señaló que el panorama para el DIPG ha cambiado drásticamente en la última década. Los avances en el laboratorio, el aumento de la financiación y los ensayos como BIOMEDE son señales prometedoras de que pronto se podrán curar algunos pacientes. La historia de Lucas no solo es un testimonio de la resiliencia humana y la innovación médica, sino también un recordatorio de la importancia de la investigación continua y la colaboración internacional en la lucha contra el cáncer.

Fuentes

ScienceAlert

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