Salud

Amebas “Come Cerebros” Acechan en el Agua: Un Parásito Mortal que Debemos Conocer

La ameba Naegleria fowleri, causante de la meningoencefalitis amebiana primaria, ha generado preocupación por su alta mortalidad y capacidad de infectar a jóvenes, con cada vez más reportes a nivel global.

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Amebas “Come Cerebros” Acechan en el Agua: Un Parásito Mortal que Debemos Conocer

La ameba Naegleria fowleri, causante de la meningoencefalitis amebiana primaria, ha generado preocupación por su alta mortalidad y capacidad de infectar a jóvenes, con cada vez más reportes a nivel global.

La probabilidad de contraer esta enfermedad es remota, pero si se produce una infección, es probable que sea fatal.

14/1/2025

La Naegleria fowleri, conocida popularmente como la ameba come cerebro, es un organismo unicelular que puede causar una grave infección cerebral llamada meningoencefalitis amebiana primaria. Identificada por primera vez en Australia del Sur en la década de 1960 tras varias muertes misteriosas por meningitis en la década de 1950, esta ameba prospera en aguas frescas y suelos, especialmente en temperaturas de 25°C a 40°C. No sobrevive en agua salada ni en agua dulce adecuadamente desinfectada con cloro.

Desde 1962 hasta 2023, Estados Unidos ha reportado 164 casos de infecciones por N. fowleri, con solo 4 sobrevivientes, resultando en una alarmante tasa de mortalidad del 97.5%. En Australia, hasta 2018, se habían registrado 22 casos, incluidas 4 infecciones confirmadas en Queensland desde el año 2000.

Ameba Naegleria fowleri en el líquido cefalorraquídeo de una persona.

La infección por esta ameba ocurre cuando el agua contaminada entra por la nariz, permitiendo que el organismo atraviese el tejido nasal y alcance el cerebro y el sistema nervioso central. Importante destacar que no es posible contraer la infección al beber agua contaminada. Los primeros síntomas incluyen dolores de cabeza, náuseas, vómitos, fiebre y rigidez en el cuello, los cuales pueden tardar varios días en manifestarse tras la exposición a aguas potencialmente contaminadas.


Entre los casos notables se incluye el de 1978, cuando una niña falleció tras nadar en baños geotérmicos en Bath, Inglaterra, que han permanecido cerrados para nadadores desde entonces. Otro incidente significativo ocurrió en 2016, cuando el Lago Liddell en Hunter Valley, Nueva Gales del Sur, Australia, fue cerrado al público después de la detección de la ameba.


Las autoridades de salud recomiendan varias medidas para prevenir la infección. N. fowleri no sobrevive en agua salada del océano, pero sí en aguas frescas cálidas como ríos, manantiales, estanques o lagos. Se aconseja no sumergir la cabeza bajo el agua en estas fuentes y evitar que el agua entre en la nariz, especialmente en los niños. Además, es crucial que las piscinas de agua dulce estén bien mantenidas y desinfectadas con la cantidad adecuada de cloro.


La probabilidad de contraer la meningoencefalitis amebiana primaria es extremadamente baja, pero si se produce una infección, las posibilidades de supervivencia son mínimas. Por lo tanto, es vital tomar precauciones, especialmente con los niños, y optar por nadar en piscinas que estén correctamente cloradas y mantenidas para evitar este letal patógeno.

Algo Curioso

La probabilidad de contraer esta enfermedad es remota, pero si se produce una infección, es probable que sea fatal.

Jan 14, 2025
Colglobal News

La Naegleria fowleri, conocida popularmente como la ameba come cerebro, es un organismo unicelular que puede causar una grave infección cerebral llamada meningoencefalitis amebiana primaria. Identificada por primera vez en Australia del Sur en la década de 1960 tras varias muertes misteriosas por meningitis en la década de 1950, esta ameba prospera en aguas frescas y suelos, especialmente en temperaturas de 25°C a 40°C. No sobrevive en agua salada ni en agua dulce adecuadamente desinfectada con cloro.

Desde 1962 hasta 2023, Estados Unidos ha reportado 164 casos de infecciones por N. fowleri, con solo 4 sobrevivientes, resultando en una alarmante tasa de mortalidad del 97.5%. En Australia, hasta 2018, se habían registrado 22 casos, incluidas 4 infecciones confirmadas en Queensland desde el año 2000.

Ameba Naegleria fowleri en el líquido cefalorraquídeo de una persona.

La infección por esta ameba ocurre cuando el agua contaminada entra por la nariz, permitiendo que el organismo atraviese el tejido nasal y alcance el cerebro y el sistema nervioso central. Importante destacar que no es posible contraer la infección al beber agua contaminada. Los primeros síntomas incluyen dolores de cabeza, náuseas, vómitos, fiebre y rigidez en el cuello, los cuales pueden tardar varios días en manifestarse tras la exposición a aguas potencialmente contaminadas.


Entre los casos notables se incluye el de 1978, cuando una niña falleció tras nadar en baños geotérmicos en Bath, Inglaterra, que han permanecido cerrados para nadadores desde entonces. Otro incidente significativo ocurrió en 2016, cuando el Lago Liddell en Hunter Valley, Nueva Gales del Sur, Australia, fue cerrado al público después de la detección de la ameba.


Las autoridades de salud recomiendan varias medidas para prevenir la infección. N. fowleri no sobrevive en agua salada del océano, pero sí en aguas frescas cálidas como ríos, manantiales, estanques o lagos. Se aconseja no sumergir la cabeza bajo el agua en estas fuentes y evitar que el agua entre en la nariz, especialmente en los niños. Además, es crucial que las piscinas de agua dulce estén bien mantenidas y desinfectadas con la cantidad adecuada de cloro.


La probabilidad de contraer la meningoencefalitis amebiana primaria es extremadamente baja, pero si se produce una infección, las posibilidades de supervivencia son mínimas. Por lo tanto, es vital tomar precauciones, especialmente con los niños, y optar por nadar en piscinas que estén correctamente cloradas y mantenidas para evitar este letal patógeno.

La Naegleria fowleri, conocida popularmente como la ameba come cerebro, es un organismo unicelular que puede causar una grave infección cerebral llamada meningoencefalitis amebiana primaria. Identificada por primera vez en Australia del Sur en la década de 1960 tras varias muertes misteriosas por meningitis en la década de 1950, esta ameba prospera en aguas frescas y suelos, especialmente en temperaturas de 25°C a 40°C. No sobrevive en agua salada ni en agua dulce adecuadamente desinfectada con cloro.

Desde 1962 hasta 2023, Estados Unidos ha reportado 164 casos de infecciones por N. fowleri, con solo 4 sobrevivientes, resultando en una alarmante tasa de mortalidad del 97.5%. En Australia, hasta 2018, se habían registrado 22 casos, incluidas 4 infecciones confirmadas en Queensland desde el año 2000.

Ameba Naegleria fowleri en el líquido cefalorraquídeo de una persona.

La infección por esta ameba ocurre cuando el agua contaminada entra por la nariz, permitiendo que el organismo atraviese el tejido nasal y alcance el cerebro y el sistema nervioso central. Importante destacar que no es posible contraer la infección al beber agua contaminada. Los primeros síntomas incluyen dolores de cabeza, náuseas, vómitos, fiebre y rigidez en el cuello, los cuales pueden tardar varios días en manifestarse tras la exposición a aguas potencialmente contaminadas.


Entre los casos notables se incluye el de 1978, cuando una niña falleció tras nadar en baños geotérmicos en Bath, Inglaterra, que han permanecido cerrados para nadadores desde entonces. Otro incidente significativo ocurrió en 2016, cuando el Lago Liddell en Hunter Valley, Nueva Gales del Sur, Australia, fue cerrado al público después de la detección de la ameba.


Las autoridades de salud recomiendan varias medidas para prevenir la infección. N. fowleri no sobrevive en agua salada del océano, pero sí en aguas frescas cálidas como ríos, manantiales, estanques o lagos. Se aconseja no sumergir la cabeza bajo el agua en estas fuentes y evitar que el agua entre en la nariz, especialmente en los niños. Además, es crucial que las piscinas de agua dulce estén bien mantenidas y desinfectadas con la cantidad adecuada de cloro.


La probabilidad de contraer la meningoencefalitis amebiana primaria es extremadamente baja, pero si se produce una infección, las posibilidades de supervivencia son mínimas. Por lo tanto, es vital tomar precauciones, especialmente con los niños, y optar por nadar en piscinas que estén correctamente cloradas y mantenidas para evitar este letal patógeno.

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