Meta, la compañía tecnológica, ha dado a conocer su más reciente y ambicioso emprendimiento: el Proyecto Waterworth. Este plan consiste en la construcción del cable submarino más largo del mundo, con una extensión de 50,000 kilómetros, una longitud que incluso supera la circunferencia de la Tierra, que es de aproximadamente 40,075 kilómetros. Se espera que esta innovadora infraestructura conecte estratégicamente a los Estados Unidos, India, Sudáfrica, Brasil y otras áreas importantes del globo.
El cable contará con un sistema de 24 pares de fibra que ofrecerá una capacidad significativamente mayor respecto a los sistemas estándar, que suelen oscilar entre 8 y 16 pares. Además, la instalación se llevará a cabo a profundidades de hasta 7,000 metros bajo el nivel del mar, utilizando técnicas de enterramiento avanzadas destinadas a proteger el cable, especialmente en zonas de alto riesgo, como áreas costeras de aguas poco profundas. Estas medidas buscan minimizar los daños que podrían ocasionar anclas de barcos u otros factores perjudiciales.
El proyecto, que supone una inversión multimillonaria y se ejecutará a lo largo de varios años, tiene objetivos claros. Entre ellos destacan la mejora en la cooperación económica, el fortalecimiento de la inclusión digital en las regiones conectadas y la provisión de conectividad de alta velocidad, fundamental para soportar tecnologías de inteligencia artificial y otros servicios digitales avanzados. En el caso de países como India, este cable también contribuirá al crecimiento de la infraestructura digital, un sector en el que se han venido registrando importantes avances.
La importancia de los cables submarinos en la comunicación digital global es innegable, puesto que estos canales soportan más del 95% del tráfico de internet a nivel mundial. Con más de 20 cables submarinos desarrollados en la última década, Meta demuestra una apuesta constante por la innovación en infraestructura digital.
Sin embargo, el Proyecto Waterworth surge en un contexto global donde las preocupaciones sobre la vulnerabilidad de los cables submarinos a ataques o accidentes están en aumento, particularmente en medio de crecientes tensiones geopolíticas. A pesar de ello, Meta confía en que esta iniciativa revolucionará la conectividad entre las regiones incluidas en el proyecto, transformando tanto la infraestructura global como las economías locales.