La policía del Reino Unido ha realizado el arresto de tres individuos por incitar al odio y la violencia a través de publicaciones en redes sociales, en respuesta a disturbios de extrema derecha que han afectado a varias ciudades. Jordan Parlour, de 28 años, fue arrestado y acusado de incitar al odio racial en línea, y está programado para comparecer ante el tribunal el miércoles. Además, una mujer de 53 años fue arrestada en Alsager, Cheshire, por incitar al odio en un grupo de Facebook comunitario.
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Los disturbios comenzaron debido a afirmaciones falsas respecto al sospechoso del apuñalamiento fatal de tres niños en Southport, quien fue incorrectamente identificado como un solicitante de asilo musulmán. El atacante real, Axel Rudakubana, es un adolescente de 17 años nacido en Cardiff con padres ruandeses. Durante los hechos, 53 oficiales de policía y tres perros de policía resultaron heridos, y se realizaron cinco arrestos en Southport. Los disturbios se extendieron a Sunderland, donde se incendiaron edificios públicos y ocurrieron 10 arrestos adicionales.
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La violencia se hizo presente en unas 20 ciudades y pueblos de Inglaterra, incluyendo Bristol, Hull, Blackpool, Stoke-on-Trent, y Blackburn, así como en cuatro lugares de Belfast, Irlanda del Norte. En total, se llevaron a cabo alrededor de 92 arrestos. En Rotherham, grupos de extrema derecha atacaron un hotel que albergaba migrantes, lanzando objetos al edificio, debido a informes falsos de apuñalamientos en Hull y Stoke-on-Trent.
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Elon Musk criticó la actuación de la policía británica tras la difusión de un video que mostraba el arresto de un hombre por comentarios ofensivos en Facebook. Musk sugirió que estas acciones hacían que el Reino Unido se asemejara a la Unión Soviética. Este arresto se realizó bajo la Sección 127 de la Ley de Comunicaciones de 2003.
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La Crown Prosecution Service (CPS) informó que al menos 120 personas han sido acusadas hasta la fecha en relación con los disturbios y la incitación al odio en redes sociales. La CPS está trabajando en conjunto con la policía para llevar a los responsables de estos delitos ante la justicia. La Ley de Comunicaciones de 2003 del Reino Unido, bajo la cual se realizan algunos de estos arrestos, prohíbe el envío de mensajes que sean "gravemente ofensivos o de carácter indecente, obsceno o amenazante" a través de una red pública de comunicaciones.