Ciencia

La Corriente Circumpolar Antártica podría desacelerarse un 20% para 2050 debido al cambio climático

El impacto del calentamiento global en la Corriente Circumpolar Antártica, la corriente oceánica más potente del mundo, genera alertas científicas. Investigaciones recientes proyectan una disminución del 20% en su fuerza para el año 2050, lo que podría afectar los ecosistemas marinos, la biodiversidad global y los patrones climáticos.

Ciencia

La Corriente Circumpolar Antártica podría desacelerarse un 20% para 2050 debido al cambio climático

El impacto del calentamiento global en la Corriente Circumpolar Antártica, la corriente oceánica más potente del mundo, genera alertas científicas. Investigaciones recientes proyectan una disminución del 20% en su fuerza para el año 2050, lo que podría afectar los ecosistemas marinos, la biodiversidad global y los patrones climáticos.

“Este debilitamiento podría tener implicaciones drásticas para el clima, los ecosistemas marinos y el aumento del nivel del mar”

– Destacan los investigadores del equipo australiano que emplearon el modelo ACCESS-OM2-01.

6/3/2025

La Corriente Circumpolar Antártica, reconocida como la corriente oceánica más poderosa del planeta, es cinco veces más fuerte que la Corriente del Golfo y más de 100 veces más fuerte que el río Amazonas. Rodea la Antártida en sentido horario y desempeña un rol crucial en el "conveyor belt" oceánico global, conectando los océanos Pacífico, Atlántico e Índico. Su funcionamiento garantiza el transporte de agua, calor y nutrientes a nivel mundial, además de regular el clima del planeta.

Recientes estudios han señalado que el calentamiento global y el derretimiento de los glaciares en la Antártida están introduciendo grandes cantidades de agua dulce y fría al océano. Este fenómeno diluye la salinidad del agua, un factor fundamental para la densidad y las corrientes oceánicas. Modelos climáticos como el ACCESS-OM2-01, desarrollados por un equipo de investigadores australianos, proyectan que este proceso podría reducir la fuerza de la Corriente Circumpolar Antártica hasta un 20% para el año 2050.



Las consecuencias de este debilitamiento serían diversas y potencialmente catastróficas. En primer lugar, la reducción de la fuerza de la corriente podría romper su efecto de "foso", el cual protege a la Antártida de la entrada de aguas cálidas del norte. Esto expondría las capas de hielo al derretimiento acelerado, contribuyendo significativamente a la subida del nivel del mar.

En el ámbito ecológico, la alteración de la corriente afectaría la circulación de aguas ricas en nutrientes, vitales para mantener la biodiversidad marina alrededor de la Antártida desde un punto de vista ecológico. Esto podría perjudicar la productividad de las pesquerías y las comunidades costeras que dependen de ellas. Por otro lado, un sistema debilitado facilitaría el ingreso de especies invasoras, como el kelp bull del sur, alterando los ecosistemas locales y las complejas redes alimentarias.

A nivel global, la Corriente Circumpolar Antártica desempeña un papel crítico en la regulación climática, al absorber calor y carbono atmosférico. Su interrupción impactaría los patrones climáticos planetarios, dificultando la capacidad del océano para mitigar el cambio climático. El modelo ACCESS-OM2-01 sugiere que el agua fría y dulce del deshielo migrará hacia el norte, perturbando la estructura de densidad del océano y amplificando los efectos del cambio climático.

Este estudio subraya la necesidad urgente de tomar medidas frente al calentamiento global, ya que fenómenos como la desaceleración de la Corriente Circumpolar Antártica podrían desencadenar efectos en cascada sobre la biodiversidad, el aumento del nivel del mar y la estabilidad climática global.

El "conveyor belt" oceánico, del que forma parte la Corriente Circumpolar Antártica, es un intrincado sistema de corrientes que tarda aproximadamente 1,000 años en completar un ciclo completo a través de los océanos del planeta.

Algo Curioso

“Este debilitamiento podría tener implicaciones drásticas para el clima, los ecosistemas marinos y el aumento del nivel del mar”

– Destacan los investigadores del equipo australiano que emplearon el modelo ACCESS-OM2-01.

Mar 6, 2025
Colglobal News

La Corriente Circumpolar Antártica, reconocida como la corriente oceánica más poderosa del planeta, es cinco veces más fuerte que la Corriente del Golfo y más de 100 veces más fuerte que el río Amazonas. Rodea la Antártida en sentido horario y desempeña un rol crucial en el "conveyor belt" oceánico global, conectando los océanos Pacífico, Atlántico e Índico. Su funcionamiento garantiza el transporte de agua, calor y nutrientes a nivel mundial, además de regular el clima del planeta.

Recientes estudios han señalado que el calentamiento global y el derretimiento de los glaciares en la Antártida están introduciendo grandes cantidades de agua dulce y fría al océano. Este fenómeno diluye la salinidad del agua, un factor fundamental para la densidad y las corrientes oceánicas. Modelos climáticos como el ACCESS-OM2-01, desarrollados por un equipo de investigadores australianos, proyectan que este proceso podría reducir la fuerza de la Corriente Circumpolar Antártica hasta un 20% para el año 2050.



Las consecuencias de este debilitamiento serían diversas y potencialmente catastróficas. En primer lugar, la reducción de la fuerza de la corriente podría romper su efecto de "foso", el cual protege a la Antártida de la entrada de aguas cálidas del norte. Esto expondría las capas de hielo al derretimiento acelerado, contribuyendo significativamente a la subida del nivel del mar.

En el ámbito ecológico, la alteración de la corriente afectaría la circulación de aguas ricas en nutrientes, vitales para mantener la biodiversidad marina alrededor de la Antártida desde un punto de vista ecológico. Esto podría perjudicar la productividad de las pesquerías y las comunidades costeras que dependen de ellas. Por otro lado, un sistema debilitado facilitaría el ingreso de especies invasoras, como el kelp bull del sur, alterando los ecosistemas locales y las complejas redes alimentarias.

A nivel global, la Corriente Circumpolar Antártica desempeña un papel crítico en la regulación climática, al absorber calor y carbono atmosférico. Su interrupción impactaría los patrones climáticos planetarios, dificultando la capacidad del océano para mitigar el cambio climático. El modelo ACCESS-OM2-01 sugiere que el agua fría y dulce del deshielo migrará hacia el norte, perturbando la estructura de densidad del océano y amplificando los efectos del cambio climático.

Este estudio subraya la necesidad urgente de tomar medidas frente al calentamiento global, ya que fenómenos como la desaceleración de la Corriente Circumpolar Antártica podrían desencadenar efectos en cascada sobre la biodiversidad, el aumento del nivel del mar y la estabilidad climática global.

El "conveyor belt" oceánico, del que forma parte la Corriente Circumpolar Antártica, es un intrincado sistema de corrientes que tarda aproximadamente 1,000 años en completar un ciclo completo a través de los océanos del planeta.

La Corriente Circumpolar Antártica, reconocida como la corriente oceánica más poderosa del planeta, es cinco veces más fuerte que la Corriente del Golfo y más de 100 veces más fuerte que el río Amazonas. Rodea la Antártida en sentido horario y desempeña un rol crucial en el "conveyor belt" oceánico global, conectando los océanos Pacífico, Atlántico e Índico. Su funcionamiento garantiza el transporte de agua, calor y nutrientes a nivel mundial, además de regular el clima del planeta.

Recientes estudios han señalado que el calentamiento global y el derretimiento de los glaciares en la Antártida están introduciendo grandes cantidades de agua dulce y fría al océano. Este fenómeno diluye la salinidad del agua, un factor fundamental para la densidad y las corrientes oceánicas. Modelos climáticos como el ACCESS-OM2-01, desarrollados por un equipo de investigadores australianos, proyectan que este proceso podría reducir la fuerza de la Corriente Circumpolar Antártica hasta un 20% para el año 2050.



Las consecuencias de este debilitamiento serían diversas y potencialmente catastróficas. En primer lugar, la reducción de la fuerza de la corriente podría romper su efecto de "foso", el cual protege a la Antártida de la entrada de aguas cálidas del norte. Esto expondría las capas de hielo al derretimiento acelerado, contribuyendo significativamente a la subida del nivel del mar.

En el ámbito ecológico, la alteración de la corriente afectaría la circulación de aguas ricas en nutrientes, vitales para mantener la biodiversidad marina alrededor de la Antártida desde un punto de vista ecológico. Esto podría perjudicar la productividad de las pesquerías y las comunidades costeras que dependen de ellas. Por otro lado, un sistema debilitado facilitaría el ingreso de especies invasoras, como el kelp bull del sur, alterando los ecosistemas locales y las complejas redes alimentarias.

A nivel global, la Corriente Circumpolar Antártica desempeña un papel crítico en la regulación climática, al absorber calor y carbono atmosférico. Su interrupción impactaría los patrones climáticos planetarios, dificultando la capacidad del océano para mitigar el cambio climático. El modelo ACCESS-OM2-01 sugiere que el agua fría y dulce del deshielo migrará hacia el norte, perturbando la estructura de densidad del océano y amplificando los efectos del cambio climático.

Este estudio subraya la necesidad urgente de tomar medidas frente al calentamiento global, ya que fenómenos como la desaceleración de la Corriente Circumpolar Antártica podrían desencadenar efectos en cascada sobre la biodiversidad, el aumento del nivel del mar y la estabilidad climática global.

El "conveyor belt" oceánico, del que forma parte la Corriente Circumpolar Antártica, es un intrincado sistema de corrientes que tarda aproximadamente 1,000 años en completar un ciclo completo a través de los océanos del planeta.

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