Ciencia

Fracasa el aterrizaje del módulo lunar Athena tras volcarse cerca del polo sur de la Luna

La misión lunar Athena de la empresa Intuitive Machines no logró su objetivo tras un intento de aterrizaje fallido el pasado 6 de marzo de 2025. El módulo terminó volcado en un cráter cerca del polo sur lunar, llevándose consigo equipos científicos cruciales valorados en decenas de millones de dólares.

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Fracasa el aterrizaje del módulo lunar Athena tras volcarse cerca del polo sur de la Luna

La misión lunar Athena de la empresa Intuitive Machines no logró su objetivo tras un intento de aterrizaje fallido el pasado 6 de marzo de 2025. El módulo terminó volcado en un cráter cerca del polo sur lunar, llevándose consigo equipos científicos cruciales valorados en decenas de millones de dólares.

“El módulo no podrá recargarse debido a la orientación de los paneles solares y las temperaturas extremadamente frías en el cráter”

– Aseguró Intuitive Machines en un comunicado.

8/3/2025

El módulo lunar Athena, desarrollado por la compañía estadounidense Intuitive Machines, sufrió un fallo crítico durante su intento de aterrizar en el polo sur de la Luna el pasado 6 de marzo de 2025. La nave terminó en posición lateral dentro de un cráter, a unos 250 metros (800 pies) de su objetivo planificado en la región conocida como Mons Mouton. Este desenlace marcó el segundo incidente fallido para la empresa en misiones lunares, tras el accidente de la misión Odysseus en febrero de 2024.


Athena, con una altura de 15 pies (4.6 metros), enfrentó severas complicaciones debido a su posición tras el aterrizaje. Al terminar inclinada, los paneles solares del módulo no pudieron orientarse hacia el sol, lo cual impidió la recarga de sus baterías, un problema agravado por las extremas temperaturas heladas del área. Según Intuitive Machines, este factor condenó a la misión, que esperaban tuviera una duración de entre 10 y 14 días operativos en la superficie lunar.

El módulo transportaba valiosos equipos científicos, como el taladro Trident, desarrollado por la NASA con el objetivo de perforar la superficie lunar en busca de agua y otros recursos esenciales. Además, contaba con tres sondas móviles, entre ellas el MAPP (Mobile Autonomous Prospecting Platform), que marcaba un hito como el primer rover comercial enviado a la Luna. El valor combinado de estos aparatos ascendía a decenas de millones de dólares, lo que incrementa el costo del fracaso de la operación.

A pesar de las dificultades, Athena logró enviar imágenes iniciales y activar sus experimentos antes de perder la comunicación con la Tierra. Uno de los dispositivos activados fue el taladro de hielo, que no consiguió perforar la superficie lunar debido a la posición inadecuada del módulo.


El accidente resalta los desafíos técnicos y logísticos inherentes a las exploraciones en el polo sur lunar, una región caracterizada por sus terrenos accidentados, ángulos de luz solar desfavorables y complicaciones en la comunicación con la Tierra. Este fue un factor determinante en el fallido aterrizaje, que se suma a la complejidad técnica de las misiones en esta región poco explorada.

Intuitive Machines, que tiene un contrato con la NASA de 2.6 mil millones de dólares para servicios de carga lunar dentro de su programa CLPS (Commercial Lunar Payload Services), planea realizar un análisis exhaustivo del fallo antes de continuar con sus próximos proyectos. La empresa tiene programadas dos entregas adicionales a la Luna y busca mejorar sus protocolos para evitar una repetición de las fallas sufridas en esta misión y su predecesora.

La misión Athena tenía como objetivo contribuir al conocimiento científico sobre el polo sur lunar y potenciar el progreso de la exploración lunar comercial. Sin embargo, tras este segundo revés, los especialistas han destacado la necesidad de aprender de los incidentes para superar las complejidades técnicas que presentan estas misiones.

El rover MAPP, incluido en la misión Athena y que no logró operar en la superficie lunar, habría sido el primer vehículo comercial en recorrer la Luna, marcando un avance significativo en la participación del sector privado en la exploración espacial.

Algo Curioso

“El módulo no podrá recargarse debido a la orientación de los paneles solares y las temperaturas extremadamente frías en el cráter”

– Aseguró Intuitive Machines en un comunicado.

Mar 8, 2025
Colglobal News

El módulo lunar Athena, desarrollado por la compañía estadounidense Intuitive Machines, sufrió un fallo crítico durante su intento de aterrizar en el polo sur de la Luna el pasado 6 de marzo de 2025. La nave terminó en posición lateral dentro de un cráter, a unos 250 metros (800 pies) de su objetivo planificado en la región conocida como Mons Mouton. Este desenlace marcó el segundo incidente fallido para la empresa en misiones lunares, tras el accidente de la misión Odysseus en febrero de 2024.


Athena, con una altura de 15 pies (4.6 metros), enfrentó severas complicaciones debido a su posición tras el aterrizaje. Al terminar inclinada, los paneles solares del módulo no pudieron orientarse hacia el sol, lo cual impidió la recarga de sus baterías, un problema agravado por las extremas temperaturas heladas del área. Según Intuitive Machines, este factor condenó a la misión, que esperaban tuviera una duración de entre 10 y 14 días operativos en la superficie lunar.

El módulo transportaba valiosos equipos científicos, como el taladro Trident, desarrollado por la NASA con el objetivo de perforar la superficie lunar en busca de agua y otros recursos esenciales. Además, contaba con tres sondas móviles, entre ellas el MAPP (Mobile Autonomous Prospecting Platform), que marcaba un hito como el primer rover comercial enviado a la Luna. El valor combinado de estos aparatos ascendía a decenas de millones de dólares, lo que incrementa el costo del fracaso de la operación.

A pesar de las dificultades, Athena logró enviar imágenes iniciales y activar sus experimentos antes de perder la comunicación con la Tierra. Uno de los dispositivos activados fue el taladro de hielo, que no consiguió perforar la superficie lunar debido a la posición inadecuada del módulo.


El accidente resalta los desafíos técnicos y logísticos inherentes a las exploraciones en el polo sur lunar, una región caracterizada por sus terrenos accidentados, ángulos de luz solar desfavorables y complicaciones en la comunicación con la Tierra. Este fue un factor determinante en el fallido aterrizaje, que se suma a la complejidad técnica de las misiones en esta región poco explorada.

Intuitive Machines, que tiene un contrato con la NASA de 2.6 mil millones de dólares para servicios de carga lunar dentro de su programa CLPS (Commercial Lunar Payload Services), planea realizar un análisis exhaustivo del fallo antes de continuar con sus próximos proyectos. La empresa tiene programadas dos entregas adicionales a la Luna y busca mejorar sus protocolos para evitar una repetición de las fallas sufridas en esta misión y su predecesora.

La misión Athena tenía como objetivo contribuir al conocimiento científico sobre el polo sur lunar y potenciar el progreso de la exploración lunar comercial. Sin embargo, tras este segundo revés, los especialistas han destacado la necesidad de aprender de los incidentes para superar las complejidades técnicas que presentan estas misiones.

El rover MAPP, incluido en la misión Athena y que no logró operar en la superficie lunar, habría sido el primer vehículo comercial en recorrer la Luna, marcando un avance significativo en la participación del sector privado en la exploración espacial.

El módulo lunar Athena, desarrollado por la compañía estadounidense Intuitive Machines, sufrió un fallo crítico durante su intento de aterrizar en el polo sur de la Luna el pasado 6 de marzo de 2025. La nave terminó en posición lateral dentro de un cráter, a unos 250 metros (800 pies) de su objetivo planificado en la región conocida como Mons Mouton. Este desenlace marcó el segundo incidente fallido para la empresa en misiones lunares, tras el accidente de la misión Odysseus en febrero de 2024.


Athena, con una altura de 15 pies (4.6 metros), enfrentó severas complicaciones debido a su posición tras el aterrizaje. Al terminar inclinada, los paneles solares del módulo no pudieron orientarse hacia el sol, lo cual impidió la recarga de sus baterías, un problema agravado por las extremas temperaturas heladas del área. Según Intuitive Machines, este factor condenó a la misión, que esperaban tuviera una duración de entre 10 y 14 días operativos en la superficie lunar.

El módulo transportaba valiosos equipos científicos, como el taladro Trident, desarrollado por la NASA con el objetivo de perforar la superficie lunar en busca de agua y otros recursos esenciales. Además, contaba con tres sondas móviles, entre ellas el MAPP (Mobile Autonomous Prospecting Platform), que marcaba un hito como el primer rover comercial enviado a la Luna. El valor combinado de estos aparatos ascendía a decenas de millones de dólares, lo que incrementa el costo del fracaso de la operación.

A pesar de las dificultades, Athena logró enviar imágenes iniciales y activar sus experimentos antes de perder la comunicación con la Tierra. Uno de los dispositivos activados fue el taladro de hielo, que no consiguió perforar la superficie lunar debido a la posición inadecuada del módulo.


El accidente resalta los desafíos técnicos y logísticos inherentes a las exploraciones en el polo sur lunar, una región caracterizada por sus terrenos accidentados, ángulos de luz solar desfavorables y complicaciones en la comunicación con la Tierra. Este fue un factor determinante en el fallido aterrizaje, que se suma a la complejidad técnica de las misiones en esta región poco explorada.

Intuitive Machines, que tiene un contrato con la NASA de 2.6 mil millones de dólares para servicios de carga lunar dentro de su programa CLPS (Commercial Lunar Payload Services), planea realizar un análisis exhaustivo del fallo antes de continuar con sus próximos proyectos. La empresa tiene programadas dos entregas adicionales a la Luna y busca mejorar sus protocolos para evitar una repetición de las fallas sufridas en esta misión y su predecesora.

La misión Athena tenía como objetivo contribuir al conocimiento científico sobre el polo sur lunar y potenciar el progreso de la exploración lunar comercial. Sin embargo, tras este segundo revés, los especialistas han destacado la necesidad de aprender de los incidentes para superar las complejidades técnicas que presentan estas misiones.

El rover MAPP, incluido en la misión Athena y que no logró operar en la superficie lunar, habría sido el primer vehículo comercial en recorrer la Luna, marcando un avance significativo en la participación del sector privado en la exploración espacial.

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