En una fecha histórica para la conservación de la naturaleza en Inglaterra, el 5 de marzo de 2025 cuatro castores fueron liberados en el reservorio natural Purbeck Heath, ubicado en Dorset. Este es el primer evento de liberación legal de castores en el país en 400 años. Los animales provinieron del río Tay en Escocia y fueron introducidos en el lago Little Sea, una masa de agua dulce que abarca 33 hectáreas, dentro del área protegida.
El proyecto es liderado por la organización National Trust, que ha recibido permiso para liberar hasta 25 castores en la península. Con esta primera liberación, se inicia un esfuerzo que busca contribuir a la restauración de ecosistemas dañados, fomentando así un aumento en la biodiversidad de la región.
Actualmente, se calcula que aproximadamente 500 castores viven en estado salvaje en Inglaterra, como resultado de diversas reintroducciones controladas, junto con casos de liberaciones no autorizadas. A nivel regional, la experiencia escocesa con los castores ha mostrado resultados positivos, al alcanzar una población de alrededor de 1,500 ejemplares gracias a proyectos similares.

Los castores son reconocidos como una especie clave debido a su capacidad para transformar los entornos naturales. Mediante la construcción de presas y canales, crean hábitats húmedos que benefician a múltiples especies, incluidas aves, peces e invertebrados. Además, estas estructuras ayudan a filtrar contaminantes del agua y regulan el flujo de ríos, lo que contribuye de manera significativa a la mitigación de inundaciones y sequías.
La liberación se enmarca en un contexto de mayores esfuerzos de conservación en todo el país. Varios estudios han respaldado el impacto beneficioso de los castores en los ecosistemas, tomando como referencia el progreso observado en Escocia, donde su introducción ha sido parte integral de los programas para revitalizar la biodiversidad local.
Este programa de reintroducción de castores no es un caso aislado. En los próximos meses, otras organizaciones se preparan para presentar solicitudes de licencias que les permitan liberar castores en distintas regiones de Inglaterra, con el fin de expandir aún más su impacto positivo en los ecosistemas.
La decisión de permitir estas liberaciones controladas refleja el creciente reconocimiento de las autoridades y conservacionistas sobre el papel que estas especies desempeñan en el restablecimiento del equilibrio natural. Los castores son un ejemplo de cómo las intervenciones humanas pueden revertir, al menos parcialmente, los efectos negativos de siglos de deterioro ambiental.
El castor europeo estuvo extinto en Inglaterra desde el siglo XVI debido a la caza excesiva por su piel, carne y secreciones glandulares, que eran usadas en medicina. Su reintroducción se ha convertido en un símbolo de recuperación ecológica en el país.