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Javier Milei evade responsabilidad en colapso de criptomoneda $LIBRA y niega fraude: “Yo no lo promocioné, lo difundí”

El presidente argentino, Javier Milei, se ve envuelto en una grave controversia tras su vinculación con la criptomoneda $LIBRA, cuya especulación descontrolada generó una crisis financiera. Tras promover el proyecto en redes sociales, la criptomoneda disparó su valor antes de colapsar, afectando a miles de personas.

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Javier Milei evade responsabilidad en colapso de criptomoneda $LIBRA y niega fraude: “Yo no lo promocioné, lo difundí”

El presidente argentino, Javier Milei, se ve envuelto en una grave controversia tras su vinculación con la criptomoneda $LIBRA, cuya especulación descontrolada generó una crisis financiera. Tras promover el proyecto en redes sociales, la criptomoneda disparó su valor antes de colapsar, afectando a miles de personas.

“Yo no lo promocioné, lo difundí”

– Afirmó Javier Milei en una entrevista con el canal TN.

17/2/2025

El presidente de Argentina, Javier Milei, se ve atrapado en un escándalo monumental tras su vinculación con la crisis financiera generada por la criptomoneda $LIBRA, cuyo valor, inicialmente disparado, terminó desplomándose estrepitosamente. En un intento de justificar su accionar, Milei afirmó, con una actitud deplorable, que no promovió la criptomoneda, sino que simplemente la “difundió” a través de su cuenta en X, una red social donde posee 3,8 millones de seguidores. Esta excusa resulta inaceptable cuando su intervención fue clave en un proyecto que terminó siendo un fraude para miles de personas.

La controversia estalló cuando el presidente argentino divulgó información sobre el “Viva la Libertad Project”, un proyecto ligado a la venta de la criptomoneda $LIBRA. Según Milei, esta idea surgió de Hayden Mark Davis, representante de Kelsier Ventures, quien lo habría convencido con la falacia de que se trataría de una plataforma de financiamiento para emprendedores sin recursos. Lo que siguió fue el caos: el valor de la criptomoneda subió de cero a 4,7 dólares por unidad, solo para desplomarse rápidamente debido a la venta masiva orquestada por un pequeño grupo de inversores que, probablemente, nunca fueron argentinos. A pesar de la magnitud del colapso, Milei tuvo la desfachatez de restar importancia al impacto financiero, afirmando que solo unos pocos miles de personas habían invertido, minimizando el desastre que había desatado.

"Solo 9 personas han ganado 87 millones de dólares, mientras que más de 44.000 personas han perdido todo lo que pusieron (…) Una estafa Ponzi en toda regla, promocionada por Javier Milei”, aseguró el economista español Eduardo Garzón en X.

En un intento por eludir su responsabilidad, Milei tildó a los afectados como “operadores de volatilidad” y los comparó con jugadores de casino, insinuando que habían asumido un riesgo voluntario. Este intento de desentenderse de la catástrofe es inaceptable, especialmente cuando su postura y su difusión pública del proyecto contribuyeron directamente al desastre. Aunque se defiende diciendo que actuó de buena fe, el presidente se encuentra ahora bajo el peso de más de cien denuncias en su contra, mientras legisladores de la oposición, principalmente del peronismo, exigen su juicio político.

A pesar de las graves acusaciones que pesan sobre él, Milei niega haber cometido algún error y, como un cobarde, traslada la responsabilidad a la Justicia, como si no hubiera sido su inacción la que permitió que este escándalo se desatara. Para colmo, el gobierno argentino emitió un comunicado oficial tratando de desvincularlo de la responsabilidad directa del proyecto, atribuyendo la creación del mismo a KIP Protocol, dirigido por Julian Peh. Sin embargo, Milei no tiene reparos en contradecir esta versión, insistiendo en que fue Davis quien le presentó la idea. El desplome de $LIBRA no solo ha arrastrado a miles de personas, sino que también ha generado una crisis política interna, aumentando la presión sobre un gobierno que ya se encontraba tambaleante.

Ante este panorama, Milei finalmente reconoció que debe implementar filtros más rigurosos para evitar que proyectos como este lleguen a su atención. Sin embargo, sigue intentando evadir su responsabilidad directa en el colapso financiero de $LIBRA, dejando la resolución de las denuncias de presunta estafa en manos de la justicia, lo cual es una excusa más que una solución. Este descontrol y falta de responsabilidad en el manejo de temas cruciales demuestran que el presidente argentino no está capacitado para liderar el país de manera seria y competente.

Algo Curioso

“Yo no lo promocioné, lo difundí”

– Afirmó Javier Milei en una entrevista con el canal TN.

Feb 17, 2025
Colglobal News

El presidente de Argentina, Javier Milei, se ve atrapado en un escándalo monumental tras su vinculación con la crisis financiera generada por la criptomoneda $LIBRA, cuyo valor, inicialmente disparado, terminó desplomándose estrepitosamente. En un intento de justificar su accionar, Milei afirmó, con una actitud deplorable, que no promovió la criptomoneda, sino que simplemente la “difundió” a través de su cuenta en X, una red social donde posee 3,8 millones de seguidores. Esta excusa resulta inaceptable cuando su intervención fue clave en un proyecto que terminó siendo un fraude para miles de personas.

La controversia estalló cuando el presidente argentino divulgó información sobre el “Viva la Libertad Project”, un proyecto ligado a la venta de la criptomoneda $LIBRA. Según Milei, esta idea surgió de Hayden Mark Davis, representante de Kelsier Ventures, quien lo habría convencido con la falacia de que se trataría de una plataforma de financiamiento para emprendedores sin recursos. Lo que siguió fue el caos: el valor de la criptomoneda subió de cero a 4,7 dólares por unidad, solo para desplomarse rápidamente debido a la venta masiva orquestada por un pequeño grupo de inversores que, probablemente, nunca fueron argentinos. A pesar de la magnitud del colapso, Milei tuvo la desfachatez de restar importancia al impacto financiero, afirmando que solo unos pocos miles de personas habían invertido, minimizando el desastre que había desatado.

"Solo 9 personas han ganado 87 millones de dólares, mientras que más de 44.000 personas han perdido todo lo que pusieron (…) Una estafa Ponzi en toda regla, promocionada por Javier Milei”, aseguró el economista español Eduardo Garzón en X.

En un intento por eludir su responsabilidad, Milei tildó a los afectados como “operadores de volatilidad” y los comparó con jugadores de casino, insinuando que habían asumido un riesgo voluntario. Este intento de desentenderse de la catástrofe es inaceptable, especialmente cuando su postura y su difusión pública del proyecto contribuyeron directamente al desastre. Aunque se defiende diciendo que actuó de buena fe, el presidente se encuentra ahora bajo el peso de más de cien denuncias en su contra, mientras legisladores de la oposición, principalmente del peronismo, exigen su juicio político.

A pesar de las graves acusaciones que pesan sobre él, Milei niega haber cometido algún error y, como un cobarde, traslada la responsabilidad a la Justicia, como si no hubiera sido su inacción la que permitió que este escándalo se desatara. Para colmo, el gobierno argentino emitió un comunicado oficial tratando de desvincularlo de la responsabilidad directa del proyecto, atribuyendo la creación del mismo a KIP Protocol, dirigido por Julian Peh. Sin embargo, Milei no tiene reparos en contradecir esta versión, insistiendo en que fue Davis quien le presentó la idea. El desplome de $LIBRA no solo ha arrastrado a miles de personas, sino que también ha generado una crisis política interna, aumentando la presión sobre un gobierno que ya se encontraba tambaleante.

Ante este panorama, Milei finalmente reconoció que debe implementar filtros más rigurosos para evitar que proyectos como este lleguen a su atención. Sin embargo, sigue intentando evadir su responsabilidad directa en el colapso financiero de $LIBRA, dejando la resolución de las denuncias de presunta estafa en manos de la justicia, lo cual es una excusa más que una solución. Este descontrol y falta de responsabilidad en el manejo de temas cruciales demuestran que el presidente argentino no está capacitado para liderar el país de manera seria y competente.

El presidente de Argentina, Javier Milei, se ve atrapado en un escándalo monumental tras su vinculación con la crisis financiera generada por la criptomoneda $LIBRA, cuyo valor, inicialmente disparado, terminó desplomándose estrepitosamente. En un intento de justificar su accionar, Milei afirmó, con una actitud deplorable, que no promovió la criptomoneda, sino que simplemente la “difundió” a través de su cuenta en X, una red social donde posee 3,8 millones de seguidores. Esta excusa resulta inaceptable cuando su intervención fue clave en un proyecto que terminó siendo un fraude para miles de personas.

La controversia estalló cuando el presidente argentino divulgó información sobre el “Viva la Libertad Project”, un proyecto ligado a la venta de la criptomoneda $LIBRA. Según Milei, esta idea surgió de Hayden Mark Davis, representante de Kelsier Ventures, quien lo habría convencido con la falacia de que se trataría de una plataforma de financiamiento para emprendedores sin recursos. Lo que siguió fue el caos: el valor de la criptomoneda subió de cero a 4,7 dólares por unidad, solo para desplomarse rápidamente debido a la venta masiva orquestada por un pequeño grupo de inversores que, probablemente, nunca fueron argentinos. A pesar de la magnitud del colapso, Milei tuvo la desfachatez de restar importancia al impacto financiero, afirmando que solo unos pocos miles de personas habían invertido, minimizando el desastre que había desatado.

"Solo 9 personas han ganado 87 millones de dólares, mientras que más de 44.000 personas han perdido todo lo que pusieron (…) Una estafa Ponzi en toda regla, promocionada por Javier Milei”, aseguró el economista español Eduardo Garzón en X.

En un intento por eludir su responsabilidad, Milei tildó a los afectados como “operadores de volatilidad” y los comparó con jugadores de casino, insinuando que habían asumido un riesgo voluntario. Este intento de desentenderse de la catástrofe es inaceptable, especialmente cuando su postura y su difusión pública del proyecto contribuyeron directamente al desastre. Aunque se defiende diciendo que actuó de buena fe, el presidente se encuentra ahora bajo el peso de más de cien denuncias en su contra, mientras legisladores de la oposición, principalmente del peronismo, exigen su juicio político.

A pesar de las graves acusaciones que pesan sobre él, Milei niega haber cometido algún error y, como un cobarde, traslada la responsabilidad a la Justicia, como si no hubiera sido su inacción la que permitió que este escándalo se desatara. Para colmo, el gobierno argentino emitió un comunicado oficial tratando de desvincularlo de la responsabilidad directa del proyecto, atribuyendo la creación del mismo a KIP Protocol, dirigido por Julian Peh. Sin embargo, Milei no tiene reparos en contradecir esta versión, insistiendo en que fue Davis quien le presentó la idea. El desplome de $LIBRA no solo ha arrastrado a miles de personas, sino que también ha generado una crisis política interna, aumentando la presión sobre un gobierno que ya se encontraba tambaleante.

Ante este panorama, Milei finalmente reconoció que debe implementar filtros más rigurosos para evitar que proyectos como este lleguen a su atención. Sin embargo, sigue intentando evadir su responsabilidad directa en el colapso financiero de $LIBRA, dejando la resolución de las denuncias de presunta estafa en manos de la justicia, lo cual es una excusa más que una solución. Este descontrol y falta de responsabilidad en el manejo de temas cruciales demuestran que el presidente argentino no está capacitado para liderar el país de manera seria y competente.

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