El 17 de marzo de 2025, el partido Fidesz, liderado por Viktor Orbán, presentó un controvertido proyecto de ley que propone prohibir el evento anual Budapest Pride, un evento clave para la comunidad LGBTQ+ en Hungría. Este proyecto se inscribe dentro de una serie de políticas impulsadas en los últimos años que el gobierno califica como medidas de "protección infantil", pero que han sido señaladas como represivas hacia las minorías sexuales y las libertades civiles.
Entre las disposiciones principales del proyecto de ley se incluye la prohibición de eventos que violen la legislación vigente sobre "protección infantil", norma adoptada en 2021, que restringe la representación o promoción de la homosexualidad a los menores de 18 años. Además, se establecen multas de hasta 200,000 forints húngaros (alrededor de 546 dólares estadounidenses o 420 libras esterlinas) para las personas que asistan a este tipo de eventos. El proyecto también contempla la utilización de software de reconocimiento facial para identificar a los asistentes, una medida que ha despertado preocupación por implicaciones de vigilancia masiva.
La legislación de protección infantil en la que se ampara este proyecto fue sancionada en 2021 y prohíbe en términos generales la representación de la homosexualidad en medios accesibles para menores, incluyendo televisión, cine, publicidad e incluso literatura. Asimismo, prohíbe la enseñanza de temas relacionados con la comunidad LGBTQ+ en las escuelas y cualquier manifestación pública de una identidad de género que difiera del sexo asignado al nacer.
Los organizadores del Budapest Pride, que este año conmemora el 30 aniversario del evento, han calificado la iniciativa como una violación grave de derechos fundamentales, específicamente los derechos de expresión y reunión. Cabe destacar que en ediciones anteriores, el Budapest Pride ha congregado a miles de participantes provenientes de distintas localidades y nacionalidades.
El gobierno de Orbán sostiene que esta legislación, así como el proyecto en curso, busca defender los valores familiares tradicionales y proteger a los menores ante lo que definen como "propaganda sexual". Orbán ha mantenido una posición crítica hacia la comunidad LGBTQ+ durante su mandato y ha garantizado la continuidad de medidas restrictivas en línea con estas posturas.
Con una mayoría de dos tercios en el parlamento, la coalición gobernante de Fidesz tiene alta probabilidad de aprobar este proyecto de ley, reforzando una tendencia que, según activistas y organizaciones internacionales, está socavando los derechos humanos y la libertad de expresión en Hungría en nombre de la protección infantil.
Este proyecto de ley también subraya un contexto más amplio de debate dentro del país y de creciente escrutinio internacional, donde las decisiones del gobierno húngaro han sido cuestionadas por posibles violaciones a los estándares democráticos y a tratados internacionales de derechos humanos.
El Budapest Pride, que comenzó en 1997 como una pequeña marcha, ha evolucionado hasta convertirse en uno de los mayores eventos de derechos LGBTQ+ en Europa Central, atrayendo a miles de personas cada año y recibiendo apoyo de embajadas y organizaciones internacionales.