En la recta final de la carrera presidencial, la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump han comenzado a invertir enormes sumas en publicidad y contacto con los votantes. Según los informes financieros presentados el jueves, sus campañas, junto con los super PAC aliados, gastaron la impresionante cifra de más de 500 millones de dólares en solo 16 días.
Durante este periodo, Harris y Trump gastaron alrededor de 265 millones de dólares, mientras que sus principales super PACs destinaron aproximadamente otros 260 millones. Estos informes reflejan las actividades financieras entre el 1 y el 16 de octubre y son los últimos datos disponibles antes del Día de las Elecciones.
Kamala Harris gastó 166 millones de dólares en este lapso, casi igualando lo que había gastado en todo agosto. De esa cantidad, 130 millones fueron destinados a publicidad. Acompañada de sus comités aliados, recaudó 182.6 millones en octubre, lo que la sitúa en una posición financiera sólida. Junto al presidente Biden, han recaudado 1.8 mil millones de dólares para el partido.
Por su parte, Donald Trump y sus comités aliados recaudaron unos 92.1 millones en el mismo periodo. Desde el anuncio de su candidatura en noviembre de 2022, ha recaudado más de 1 mil millones, pero su gasto ha sido elevado. En estos 16 días, su campaña gastó 100 millones, de los cuales 88 millones se destinaron a publicidad. Al final de este periodo, Trump contaba con 36.2 millones disponibles, en comparación con los 119 millones de Harris, lo que le da a ella una ventaja financiera considerable para las últimas semanas de campaña.
Elon Musk también ha jugado un papel importante en el financiamiento pro-Trump. En solo 16 días, gastó 57 millones de dólares para apoyar a los republicanos, sumando un total de 119 millones en apoyo a Trump. Musk ha superado a otros grandes donantes, convirtiéndose en el segundo mayor donante pro-Trump, solo detrás de Timothy Mellon. Además, contribuyó con 10 millones de dólares al Fondo de Liderazgo del Senado, el principal super PAC para los republicanos en el Senado.
Este significativo flujo de capital en la recta final de la campaña presidencial resalta la intensa competencia entre Harris y Trump, con ambos candidatos intentando maximizar su impacto en los votantes mediante una agresiva estrategia publicitaria y de movilización.