En una decisión que marca un hito en la regulación de las grandes empresas tecnológicas, el juez federal Amit Mehta declaró que Google violó las leyes antimonopolio al mantener un monopolio en los servicios de búsqueda en línea y publicidad. Basada en la sección 2 de la Ley Sherman, la sentencia fue emitida en agosto de 2024. Mehta señaló que "Google es un monopolista y ha actuado como tal para mantener su monopolio".
La demanda fue presentada en 2020 por el Departamento de Justicia de EE. UU., el cual argumentó que Google controla aproximadamente el 90% del mercado de búsqueda en línea. Esta acción forma parte de un esfuerzo más amplio por parte de las autoridades antimonopolio para examinar las prácticas de grandes empresas tecnológicas.
El juez Mehta determinó que Google gastó más de 26 mil millones de dólares en 2021 para asegurar acuerdos de distribución que colocan a su motor de búsqueda como el predeterminado en dispositivos de compañías como Apple y Samsung. Además, se estima que Google paga más de 10 mil millones de dólares anualmente por estos privilegios.
Las reacciones a la decisión no se hicieron esperar. El Fiscal General de EE. UU., Merrick Garland, calificó la determinación como "una victoria histórica para el pueblo estadounidense", afirmando que "ninguna empresa, sin importar cuán grande o influyente, está por encima de la ley". Por su parte, Google anunció su intención de apelar la sentencia, argumentando que su motor de búsqueda es superior a los de la competencia y que los acuerdos de distribución no constituyen violaciones antimonopolio.
Se ha programado una audiencia para discutir posibles remedios a partir de septiembre de 2024. Las partes deben presentar un cronograma propuesto para los procedimientos de remedio antes del 4 de septiembre y asistir a una conferencia de estado el 6 de septiembre. Las soluciones posibles van desde cambios en los acuerdos de distribución hasta la eventual ruptura de la empresa, aunque esta última opción es considerada poco probable.
Las repercusiones de esta sentencia podrían ser significativas para Google y el ecosistema tecnológico en general. Además, Google enfrenta otro juicio en septiembre relacionado con sus prácticas publicitarias.
El juicio contra Google se llevó a cabo durante 10 semanas, centrándose en cómo la empresa utilizó su posición dominante para sofocar la competencia. Durante el proceso, se alegó que Google eliminó comunicaciones internas relevantes, lo que llevó al juez Mehta a criticar sus políticas de retención de documentos.
Se espera que el proceso de remedio sea largo y complicado, con estimaciones que sugieren que podría extenderse hasta finales de 2024 o incluso más allá, dependiendo de las apelaciones. Esta sentencia marca un precedente en la regulación de las grandes empresas tecnológicas y podría cambiar la forma en que operan en el futuro. El juicio antimonopolio contra Google, que duró 10 semanas, también puso en evidencia críticas sobre las políticas de retención de documentos de la empresa, dado que se alegó que Google eliminó comunicaciones internas relevantes.