El 12 de febrero de 2025, el reactor de fusión nuclear WEST, operado en Francia por el Commissariat à l'énergie atomique et aux énergies alternatives (CEA), alcanzó un hito excepcional al mantener una reacción de plasma estable durante 1,337 segundos, lo que equivale a más de 22 minutos. Este logro representa una mejora del 25% respecto al récord anterior establecido en enero de 2025 por el reactor EAST, ubicado en China, que logró un tiempo de 1,066 segundos.
Durante esta prueba, el plasma generado alcanzó una temperatura de 50 millones de grados Celsius. Para mantener esa reacción, el reactor utilizó una inyección de 2 megavatios (MW) de potencia de calentamiento, lo que permitió al sistema operar en condiciones extremas. Este avance es considerado crucial en el campo de la energía de fusión nuclear, tecnología que ha sido conocida como el "Santo Grial" de la ingeniería energética durante las últimas ocho décadas debido a su impresionante capacidad para generar grandes cantidades de energía limpia. De acuerdo con los especialistas, un solo gramo de los isótopos de hidrógeno utilizados en la fusión podría liberar la misma cantidad de energía que 11 toneladas de carbón.
El objetivo principal de esta prueba no solo consistió en lograr el tiempo récord, sino también en estudiar meticulosa y científicamente el comportamiento del plasma, así como analizar la resistencia de los materiales constructivos del reactor al desgaste. Factores críticos, como la erosión y la posible contaminación de los componentes en contacto directo con el plasma caliente, fueron estrictamente monitoreados durante el ensayo, proporcionando información esencial para futuras mejoras tecnológicas en este campo.
El WEST no está destinado a convertirse en un reactor comercial, sino que funge como un laboratorio avanzado para desarrollar capacidades tecnológicas críticas que alimentarán el progreso del ITER, el reactor internacional en construcción en Cadarache, al sur de Francia. ITER es uno de los proyectos más ambiciosos en la búsqueda de la fusión nuclear como fuente de energía viable y sostenible, con la participación de países de todo el mundo.
Según el CEA, el siguiente paso será lograr mantener el plasma activo durante períodos acumulados mucho más largos y bajo temperaturas aún más elevadas. Esto requerirá ajustes técnicos adicionales y una investigación continua sobre el diseño de materiales aptos para soportar condiciones extremas.
Este progreso establece una base sólida para futuras pruebas y desarrollos en la estabilización de plasmas de fusión, un componente indispensable para diseñar reactores comerciales que, en el futuro, podrían suministrar energía limpia y prácticamente ilimitada para los hogares y las industrias.