Ciencia

Científicos modifican ratones con un gen del lenguaje humano y estos emiten sonidos inusuales

Un estudio publicado en Nature Communications muestra el impacto del gen humano NOVA1 en las vocalizaciones de ratones modificados genéticamente y su conexión con la evolución del lenguaje humano. Este descubrimiento resalta cómo cambios genéticos sutiles pueden influir significativamente en la comunicación.

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Científicos modifican ratones con un gen del lenguaje humano y estos emiten sonidos inusuales

Un estudio publicado en Nature Communications muestra el impacto del gen humano NOVA1 en las vocalizaciones de ratones modificados genéticamente y su conexión con la evolución del lenguaje humano. Este descubrimiento resalta cómo cambios genéticos sutiles pueden influir significativamente en la comunicación.

“La variación I197V de NOVA1 parece haber jugado un papel crucial en la evolución de la capacidad de comunicación compleja en humanos”

– Señalaron los investigadores del estudio.

19/2/2025

Científicos han logrado modificar genéticamente ratones para incluir una variante humana del gen NOVA1, revelando datos significativos sobre la evolución del lenguaje humano y su relación con esta molécula genética. NOVA1, que cuenta con la variante I197V exclusiva de los humanos modernos, fue introducido mediante la herramienta de edición genética CRISPR en ratones, permitiendo analizar su influencia en el comportamiento.

Esta variante humana se diferencia de la presente en otros mamíferos por un solo cambio en un aminoácido, pero tiene un profundo impacto en su función. Los ratones bebés modificados emitieron chirridos ultrasónicos con mayor complejidad y variedad en comparación con los de control, mientras que los adultos machos produjeron vocalizaciones con sílabas más intrincadas durante el cortejo. En promedio, los ratones bebés alterados generaron 62.7 chirridos por minuto, frente a los 77.9 chirridos de los ratones salvajes, mostrando que aunque la cantidad de vocalizaciones no cambió drásticamente, las características cualitativas de los sonidos experimentaron variaciones significativas.

El estudio también profundizó en los datos relacionados con las características genéticas humanas de este gen. De más de 650,000 secuencias de ADN analizadas, solo seis personas no poseían la variante moderna de NOVA1, subrayando su casi universalidad en nuestra especie. Se cree que esta mutación emergió hace aproximadamente 300,000 años en una población ancestral en África, tras la separación de los Neandertales y Denisovanos.

Específicamente en el cerebro, los ratones modificados mostraron cambios moleculares claves en el empalme de ARN en áreas vinculadas al comportamiento vocal, dado que NOVA1 actúa como un regulador maestro que afecta más del 90% de los genes humanos durante el desarrollo. Estos efectos confirman su influencia en la configuración de habilidades comunicativas únicas en humanos.


Los expertos destacan que, si bien el gen NOVA1 juega un rol crucial, no es el único responsable en la evolución del lenguaje. Genes como FOXP2 también han demostrado ser relevantes, aunque NOVA1 se perfila como un componente indispensable dentro de la red genética que sustenta la comunicación compleja.
Este avance se considera un logro importante en la investigación enfocada en comprender las bases genéticas del habla y el lenguaje. Su publicación en la revista Nature Communications refuerza la importancia de explorar los genes que moldearon la capacidad humana para comunicarse, abriendo perspectivas valiosas para estudiar la evolución del lenguaje y sus mecanismos biológicos subyacentes. La variante I197V del gene NOVA1, crucial en la humanidad actual, surgió tras la separación de los Neandertales y Denisovanos, marcando una diferencia clave en el desarrollo del lenguaje frente a estas especies extintas.

Algo Curioso

“La variación I197V de NOVA1 parece haber jugado un papel crucial en la evolución de la capacidad de comunicación compleja en humanos”

– Señalaron los investigadores del estudio.

Feb 19, 2025
Colglobal News

Científicos han logrado modificar genéticamente ratones para incluir una variante humana del gen NOVA1, revelando datos significativos sobre la evolución del lenguaje humano y su relación con esta molécula genética. NOVA1, que cuenta con la variante I197V exclusiva de los humanos modernos, fue introducido mediante la herramienta de edición genética CRISPR en ratones, permitiendo analizar su influencia en el comportamiento.

Esta variante humana se diferencia de la presente en otros mamíferos por un solo cambio en un aminoácido, pero tiene un profundo impacto en su función. Los ratones bebés modificados emitieron chirridos ultrasónicos con mayor complejidad y variedad en comparación con los de control, mientras que los adultos machos produjeron vocalizaciones con sílabas más intrincadas durante el cortejo. En promedio, los ratones bebés alterados generaron 62.7 chirridos por minuto, frente a los 77.9 chirridos de los ratones salvajes, mostrando que aunque la cantidad de vocalizaciones no cambió drásticamente, las características cualitativas de los sonidos experimentaron variaciones significativas.

El estudio también profundizó en los datos relacionados con las características genéticas humanas de este gen. De más de 650,000 secuencias de ADN analizadas, solo seis personas no poseían la variante moderna de NOVA1, subrayando su casi universalidad en nuestra especie. Se cree que esta mutación emergió hace aproximadamente 300,000 años en una población ancestral en África, tras la separación de los Neandertales y Denisovanos.

Específicamente en el cerebro, los ratones modificados mostraron cambios moleculares claves en el empalme de ARN en áreas vinculadas al comportamiento vocal, dado que NOVA1 actúa como un regulador maestro que afecta más del 90% de los genes humanos durante el desarrollo. Estos efectos confirman su influencia en la configuración de habilidades comunicativas únicas en humanos.


Los expertos destacan que, si bien el gen NOVA1 juega un rol crucial, no es el único responsable en la evolución del lenguaje. Genes como FOXP2 también han demostrado ser relevantes, aunque NOVA1 se perfila como un componente indispensable dentro de la red genética que sustenta la comunicación compleja.
Este avance se considera un logro importante en la investigación enfocada en comprender las bases genéticas del habla y el lenguaje. Su publicación en la revista Nature Communications refuerza la importancia de explorar los genes que moldearon la capacidad humana para comunicarse, abriendo perspectivas valiosas para estudiar la evolución del lenguaje y sus mecanismos biológicos subyacentes. La variante I197V del gene NOVA1, crucial en la humanidad actual, surgió tras la separación de los Neandertales y Denisovanos, marcando una diferencia clave en el desarrollo del lenguaje frente a estas especies extintas.

Científicos han logrado modificar genéticamente ratones para incluir una variante humana del gen NOVA1, revelando datos significativos sobre la evolución del lenguaje humano y su relación con esta molécula genética. NOVA1, que cuenta con la variante I197V exclusiva de los humanos modernos, fue introducido mediante la herramienta de edición genética CRISPR en ratones, permitiendo analizar su influencia en el comportamiento.

Esta variante humana se diferencia de la presente en otros mamíferos por un solo cambio en un aminoácido, pero tiene un profundo impacto en su función. Los ratones bebés modificados emitieron chirridos ultrasónicos con mayor complejidad y variedad en comparación con los de control, mientras que los adultos machos produjeron vocalizaciones con sílabas más intrincadas durante el cortejo. En promedio, los ratones bebés alterados generaron 62.7 chirridos por minuto, frente a los 77.9 chirridos de los ratones salvajes, mostrando que aunque la cantidad de vocalizaciones no cambió drásticamente, las características cualitativas de los sonidos experimentaron variaciones significativas.

El estudio también profundizó en los datos relacionados con las características genéticas humanas de este gen. De más de 650,000 secuencias de ADN analizadas, solo seis personas no poseían la variante moderna de NOVA1, subrayando su casi universalidad en nuestra especie. Se cree que esta mutación emergió hace aproximadamente 300,000 años en una población ancestral en África, tras la separación de los Neandertales y Denisovanos.

Específicamente en el cerebro, los ratones modificados mostraron cambios moleculares claves en el empalme de ARN en áreas vinculadas al comportamiento vocal, dado que NOVA1 actúa como un regulador maestro que afecta más del 90% de los genes humanos durante el desarrollo. Estos efectos confirman su influencia en la configuración de habilidades comunicativas únicas en humanos.


Los expertos destacan que, si bien el gen NOVA1 juega un rol crucial, no es el único responsable en la evolución del lenguaje. Genes como FOXP2 también han demostrado ser relevantes, aunque NOVA1 se perfila como un componente indispensable dentro de la red genética que sustenta la comunicación compleja.
Este avance se considera un logro importante en la investigación enfocada en comprender las bases genéticas del habla y el lenguaje. Su publicación en la revista Nature Communications refuerza la importancia de explorar los genes que moldearon la capacidad humana para comunicarse, abriendo perspectivas valiosas para estudiar la evolución del lenguaje y sus mecanismos biológicos subyacentes. La variante I197V del gene NOVA1, crucial en la humanidad actual, surgió tras la separación de los Neandertales y Denisovanos, marcando una diferencia clave en el desarrollo del lenguaje frente a estas especies extintas.

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