Este 3 de octubre de 2024, Montería fue el escenario de un significativo evento denominado "Tierras para la Reconciliación". En este encuentro, Salvatore Mancuso, exjefe paramilitar, ofreció disculpas públicas a las víctimas del conflicto armado colombiano, aceptando su responsabilidad en el despojo de tierras y otros ataques sufridos por diversas comunidades. Mancuso expresó: “Asumo la responsabilidad que me corresponde por tanto dolor, sufrimiento y lágrimas”.
Durante el evento, también se concretó la entrega de aproximadamente 18,000 hectáreas de tierras que fueron restituidas por el Fondo para la Reparación de la Unidad para las Víctimas a la Agencia Nacional de Tierras. La restitución incluyó 11,710 hectáreas distribuidas específicamente entre Córdoba y Magdalena, como parte de un esfuerzo más amplio para devolver tierras a las víctimas del conflicto.
El acto contó con la participación del presidente Gustavo Petro, quien intercambió sombreros simbólicamente con Mancuso, un gesto que buscaba representar el compromiso conjunto por la paz. El evento destacó la necesidad de unir esfuerzos, sin importar las diferencias ideológicas y políticas, para trabajar en la prevención de la violencia y la promoción de la justicia y la igualdad de derechos en el país.
Salvatore Mancuso, en su discurso, hizo énfasis en su transformación personal y su dedicación a la paz y restitución de derechos. Subrayó que ya no es la misma persona que lideraba las Autodefensas Unidas de Colombia y solicitó unidad para no repetir los errores del pasado.
La participación del presidente Petro se interpretó también como un respaldo a estos procesos de reconciliación, que buscan reparar el daño infligido a las víctimas y facilitar la reintegración de excombatientes en la sociedad civil. La entrega de tierras representa un avance tangible en los esfuerzos de reparación y justicia transicional que son fundamentales para la paz duradera en Colombia.
El evento en Montería no solo simboliza un acto de perdón y reconciliación, sino que también marca un paso importante en la implementación de políticas de reparación y restitución de tierras. El compromiso gubernamental y la participación activa de figuras relevantes del conflicto son una clara señal de que Colombia está decidida a enfrentar su pasado y construir un futuro más justo y pacífico.