Elon Musk compartió un video deepfake en su plataforma X, anteriormente conocida como Twitter, que manipulaba un reciente video de campaña de la vicepresidenta Kamala Harris, haciéndola parecer que decía cosas que jamás pronunció. En la alteración, la voz generada por inteligencia artificial (IA) afirmaba que Harris era "la contratación de diversidad definitiva" y que había tenido "cuatro años bajo la tutela del títere del estado profundo, un maravilloso mentor, Joe Biden."
El video original, titulado “Kamala Harris Campaign Ad PARODY” por la cuenta inicial que lo publicó, aparentemente cumplía con las políticas de X al enmarcarse como sátira. Sin embargo, Musk no incluyó esta etiqueta de parodia al compartir el video y simplemente añadió el comentario: "Esto es increíble", junto a un emoji de risa.
El video acumuló rápidamente 130 millones de vistas en X, lo que suscitó preocupación acerca del impacto potencial de medios manipulados en la cercanía de las elecciones presidenciales, que se llevarán a cabo en tres meses. Figuras políticas como la senadora Amy Klobuchar y el gobernador de California, Gavin Newsom, condenaron la acción de Musk, cuestionando si esta podría violar las políticas de X sobre medios manipulados y planteando preocupaciones sobre la integridad del proceso electoral. Klobuchar incluso ha propuesto legislación que obligaría a poner advertencias claras en anuncios políticos alterados o creados mediante IA.
Las directrices de X prohíben los “medios sintéticos, manipulados o fuera de contexto que puedan engañar o confundir a las personas y causar daño”. Sin embargo, también permiten la sátira siempre que esta no provoque “confusión significativa sobre la autenticidad del medio”. En este caso, el video deepfake planteó serios interrogantes sobre la capacidad de la IA para engañar, con especialistas señalando que la voz generada es “muy buena” y potencialmente engañosa para muchos.
La ausencia del contexto de parodia en la publicación de Musk marginó la percepción pública sobre la naturaleza del video. A pesar de que el creador original, conocido como Mr. Reagan, había previsto la aclaración paródica, Musk no la incluyó, lo que generó debates sobre si el contenido debería etiquetarse claramente como manipulado.
Hasta la fecha, no ha habido una respuesta oficial por parte de X sobre la acción de Musk. La falta de regulaciones federales concretas sobre el uso de la IA en la política ha dejado en manos de las plataformas de redes sociales la responsabilidad de definir y hacer cumplir sus propias normas. Este incidente subraya la urgencia de establecer reglas claras para el uso de tecnologías emergentes en contextos políticos y mediáticos, para salvaguardar la transparencia y veracidad en el discurso público.