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Elon Musk: de defensor del clima a respaldar a Trump, el opositor de los vehículos eléctricos

El empresario Elon Musk, conocido por su papel en la promoción de vehículos eléctricos a través de Tesla, enfrenta críticas tras ser percibido como un aliado de las políticas del presidente de Estados Unidos Donald Trump, que podrían perjudicar significativamente el mercado de los automóviles eléctricos y los esfuerzos por contrarrestar el cambio climático.

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Elon Musk: de defensor del clima a respaldar a Trump, el opositor de los vehículos eléctricos

El empresario Elon Musk, conocido por su papel en la promoción de vehículos eléctricos a través de Tesla, enfrenta críticas tras ser percibido como un aliado de las políticas del presidente de Estados Unidos Donald Trump, que podrían perjudicar significativamente el mercado de los automóviles eléctricos y los esfuerzos por contrarrestar el cambio climático.

“La eliminación de incentivos fiscales afectaría significativamente al mercado de vehículos eléctricos”

– Afirmó Joseph Shapiro, economista de la Universidad de California, Berkeley.

14/2/2025

Elon Musk, quien anteriormente se posicionó como un destacado promotor de soluciones contra el cambio climático, ha sido vinculado recientemente con las políticas del presidente Donald Trump, que combinan retrocesos en estándares ambientales con decisiones que impactan negativamente la industria emergente de vehículos eléctricos (EV). Estas medidas políticas han generado preocupación sobre los esfuerzos para reducir las emisiones de carbono y preservar el medio ambiente.

Trump ha propuesto suprimir el objetivo previamente establecido de alcanzar un 50% de ventas de EV en la industria automotriz para finales de esta década, así como revocar mandatos que benefician la producción y adopción de estos vehículos. Además, se han suspendido fondos destinados a la instalación de estaciones de carga para EV y se están revirtiendo estándares de contaminación vehicular.

Entre las iniciativas que están en peligro se encuentra un crédito fiscal clave de hasta $7,500 para los compradores de EV, que ha servido como un importante incentivo para impulsar las ventas. Un estudio reciente revela que la posible eliminación de estos incentivos podría reducir las ventas de EV hasta en un 27%, lo que se traduciría en la venta de 300,000 vehículos eléctricos menos al año.

Tesla, liderada por Musk, se encuentra en una posición compleja frente a estos cambios. Aunque Tesla domina el mercado de EV en Estados Unidos, representando casi el 50% de las ventas de estos vehículos, la eliminación de subsidios podría impactar directamente a sus competidores, como Ford y General Motors, mientras que Musk ha asegurado que esta situación "solo ayudará a Tesla". Sin embargo, el impacto en la industria es más amplio. Tesla, por ejemplo, podría enfrentar pérdidas significativas en la venta de créditos de carbono, que generaron $2.7 mil millones en ingresos para la empresa el año anterior.

Además, Tesla ha registrado una leve disminución en sus ventas de 2024, atribuida en parte a la preocupación de su base de clientes históricamente liberal por el giro político de Musk hacia posiciones conservadoras y su acercamiento a las políticas de Trump. Este cambio también coincide con un aparente desinterés reciente de Musk en los temas de vehículos eléctricos, orientando más su enfoque hacia la robótica y la inteligencia artificial.

Por otra parte, Musk ha minimizado la urgencia del cambio climático, llegando a describir los riesgos derivados de este fenómeno como "mucho más lentos de lo que los alarmistas afirman". Esta declaración contrasta con su postura previa, cuando renunció a un consejo asesor presidencial en 2017 tras la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París, lo que lo consolidó como un defensor climático en ese momento.

Las políticas propuestas también han suscitado advertencias de expertos. Joseph Shapiro, economista de la Universidad de California, Berkeley, ha señalado que la eliminación de los incentivos fiscales y otros apoyos significará un retroceso serio para el mercado de EV. De igual manera, críticos como Paul Bledsoe, exasesor climático durante la presidencia de Bill Clinton, han cuestionado el papel actual de Musk, calificándolo como oportunista por minimizar los riesgos del cambio climático al alinearse con las posturas republicanas.

El panorama de los vehículos eléctricos en Estados Unidos parece incierto, con decisiones políticas recientes que podrían frenar su expansión, mientras que Tesla y su controvertido líder se encuentran en medio de un debate tanto político como ambiental.

Algo Curioso

“La eliminación de incentivos fiscales afectaría significativamente al mercado de vehículos eléctricos”

– Afirmó Joseph Shapiro, economista de la Universidad de California, Berkeley.

Feb 14, 2025
Colglobal News

Elon Musk, quien anteriormente se posicionó como un destacado promotor de soluciones contra el cambio climático, ha sido vinculado recientemente con las políticas del presidente Donald Trump, que combinan retrocesos en estándares ambientales con decisiones que impactan negativamente la industria emergente de vehículos eléctricos (EV). Estas medidas políticas han generado preocupación sobre los esfuerzos para reducir las emisiones de carbono y preservar el medio ambiente.

Trump ha propuesto suprimir el objetivo previamente establecido de alcanzar un 50% de ventas de EV en la industria automotriz para finales de esta década, así como revocar mandatos que benefician la producción y adopción de estos vehículos. Además, se han suspendido fondos destinados a la instalación de estaciones de carga para EV y se están revirtiendo estándares de contaminación vehicular.

Entre las iniciativas que están en peligro se encuentra un crédito fiscal clave de hasta $7,500 para los compradores de EV, que ha servido como un importante incentivo para impulsar las ventas. Un estudio reciente revela que la posible eliminación de estos incentivos podría reducir las ventas de EV hasta en un 27%, lo que se traduciría en la venta de 300,000 vehículos eléctricos menos al año.

Tesla, liderada por Musk, se encuentra en una posición compleja frente a estos cambios. Aunque Tesla domina el mercado de EV en Estados Unidos, representando casi el 50% de las ventas de estos vehículos, la eliminación de subsidios podría impactar directamente a sus competidores, como Ford y General Motors, mientras que Musk ha asegurado que esta situación "solo ayudará a Tesla". Sin embargo, el impacto en la industria es más amplio. Tesla, por ejemplo, podría enfrentar pérdidas significativas en la venta de créditos de carbono, que generaron $2.7 mil millones en ingresos para la empresa el año anterior.

Además, Tesla ha registrado una leve disminución en sus ventas de 2024, atribuida en parte a la preocupación de su base de clientes históricamente liberal por el giro político de Musk hacia posiciones conservadoras y su acercamiento a las políticas de Trump. Este cambio también coincide con un aparente desinterés reciente de Musk en los temas de vehículos eléctricos, orientando más su enfoque hacia la robótica y la inteligencia artificial.

Por otra parte, Musk ha minimizado la urgencia del cambio climático, llegando a describir los riesgos derivados de este fenómeno como "mucho más lentos de lo que los alarmistas afirman". Esta declaración contrasta con su postura previa, cuando renunció a un consejo asesor presidencial en 2017 tras la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París, lo que lo consolidó como un defensor climático en ese momento.

Las políticas propuestas también han suscitado advertencias de expertos. Joseph Shapiro, economista de la Universidad de California, Berkeley, ha señalado que la eliminación de los incentivos fiscales y otros apoyos significará un retroceso serio para el mercado de EV. De igual manera, críticos como Paul Bledsoe, exasesor climático durante la presidencia de Bill Clinton, han cuestionado el papel actual de Musk, calificándolo como oportunista por minimizar los riesgos del cambio climático al alinearse con las posturas republicanas.

El panorama de los vehículos eléctricos en Estados Unidos parece incierto, con decisiones políticas recientes que podrían frenar su expansión, mientras que Tesla y su controvertido líder se encuentran en medio de un debate tanto político como ambiental.

Elon Musk, quien anteriormente se posicionó como un destacado promotor de soluciones contra el cambio climático, ha sido vinculado recientemente con las políticas del presidente Donald Trump, que combinan retrocesos en estándares ambientales con decisiones que impactan negativamente la industria emergente de vehículos eléctricos (EV). Estas medidas políticas han generado preocupación sobre los esfuerzos para reducir las emisiones de carbono y preservar el medio ambiente.

Trump ha propuesto suprimir el objetivo previamente establecido de alcanzar un 50% de ventas de EV en la industria automotriz para finales de esta década, así como revocar mandatos que benefician la producción y adopción de estos vehículos. Además, se han suspendido fondos destinados a la instalación de estaciones de carga para EV y se están revirtiendo estándares de contaminación vehicular.

Entre las iniciativas que están en peligro se encuentra un crédito fiscal clave de hasta $7,500 para los compradores de EV, que ha servido como un importante incentivo para impulsar las ventas. Un estudio reciente revela que la posible eliminación de estos incentivos podría reducir las ventas de EV hasta en un 27%, lo que se traduciría en la venta de 300,000 vehículos eléctricos menos al año.

Tesla, liderada por Musk, se encuentra en una posición compleja frente a estos cambios. Aunque Tesla domina el mercado de EV en Estados Unidos, representando casi el 50% de las ventas de estos vehículos, la eliminación de subsidios podría impactar directamente a sus competidores, como Ford y General Motors, mientras que Musk ha asegurado que esta situación "solo ayudará a Tesla". Sin embargo, el impacto en la industria es más amplio. Tesla, por ejemplo, podría enfrentar pérdidas significativas en la venta de créditos de carbono, que generaron $2.7 mil millones en ingresos para la empresa el año anterior.

Además, Tesla ha registrado una leve disminución en sus ventas de 2024, atribuida en parte a la preocupación de su base de clientes históricamente liberal por el giro político de Musk hacia posiciones conservadoras y su acercamiento a las políticas de Trump. Este cambio también coincide con un aparente desinterés reciente de Musk en los temas de vehículos eléctricos, orientando más su enfoque hacia la robótica y la inteligencia artificial.

Por otra parte, Musk ha minimizado la urgencia del cambio climático, llegando a describir los riesgos derivados de este fenómeno como "mucho más lentos de lo que los alarmistas afirman". Esta declaración contrasta con su postura previa, cuando renunció a un consejo asesor presidencial en 2017 tras la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París, lo que lo consolidó como un defensor climático en ese momento.

Las políticas propuestas también han suscitado advertencias de expertos. Joseph Shapiro, economista de la Universidad de California, Berkeley, ha señalado que la eliminación de los incentivos fiscales y otros apoyos significará un retroceso serio para el mercado de EV. De igual manera, críticos como Paul Bledsoe, exasesor climático durante la presidencia de Bill Clinton, han cuestionado el papel actual de Musk, calificándolo como oportunista por minimizar los riesgos del cambio climático al alinearse con las posturas republicanas.

El panorama de los vehículos eléctricos en Estados Unidos parece incierto, con decisiones políticas recientes que podrían frenar su expansión, mientras que Tesla y su controvertido líder se encuentran en medio de un debate tanto político como ambiental.

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