El 25 de marzo de 2025, en un consejo de ministros transmitido por televisión pública, el presidente colombiano Gustavo Petro expuso la grave crisis del sistema de salud en el país, señalando que esta es resultado directo de la corrupción y el mal manejo de los recursos públicos. Petro afirmó que los dineros destinados a la salud están siendo desviados hacia "bandidos" y criticó el enfoque actual del sistema, que prioriza el aseguramiento financiero sobre el acceso al derecho fundamental a la salud.
“El sistema actual es insostenible, porque se roban el dinero y lo hacen a partir de la construcción de un sistema que se sustenta no en el derecho fundamental a la salud, sino en el aseguramiento financiero. Como si la gente fueran carros. Uno asegura los carros, las casas [...]. Pero el sistema financiero no sabe qué es la vida de un paciente enfermo. Eso no se hizo para eso”, aseguró el presidente Petro.
Uno de los puntos más críticos abordados fue el desabastecimiento de medicamentos. Según los datos presentados, la Superintendencia Nacional de Salud realizó una auditoría a Audifarma, gestor farmacéutico encargado de la distribución de medicamentos. En este ejercicio se inspeccionaron 22 medicamentos, revelándose que, aunque en algunos casos existían suficiente inventario en los centros de distribución, la disponibilidad en los puntos de dispensación era incompatible con la demanda. Un ejemplo notable fue la existencia de 133,000 unidades de insulina almacenadas, la cual, según expertos, pertenece a la categoría de insulina básica, que no está actualmente en desabastecimiento; no obstante, esto generó cuestionamientos respecto al manejo de inventarios.
El presidente también destacó un aumento significativo en las quejas de los ciudadanos por la dificultad para acceder a tratamientos. En 2022, se registraron 2,123 quejas, cifra que se duplicó al año siguiente. Para 2025, la Defensoría del Pueblo reportó un incremento del 75.7% en las quejas relacionadas con fallas en el sistema de salud. Petro fue contundente al señalar que la falta de medicamentos esenciales está dejando a pacientes en condiciones críticas e incluso provocando muertes, acusando directamente a las Entidades Promotoras de Salud (EPS) de negligencia en su deber de garantizar el bienestar de los pacientes.
La situación ha escalado a un nivel de alarma nacional, con organizaciones y ciudadanos exigiendo soluciones inmediatas para garantizar el acceso al sistema de salud. Aunque Petro no detalló medidas específicas a corto plazo, su denuncia subraya la urgente necesidad de reformas que eliminen el desvío de recursos y prioricen la atención a los pacientes por encima de la rentabilidad financiera.