EconomÍa

‘Un Basurero para EE.UU.’: Indignación en México y Canadá por Envíos de 1.4 Millones de Toneladas de Residuos Tóxicos

Las exportaciones de residuos peligrosos de Estados Unidos han excedido el millón de toneladas anuales, con un aumento del 17% desde 2018. Esta práctica plantea serias preocupaciones sobre los impactos en la salud y el medio ambiente en México y Canadá.

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‘Un Basurero para EE.UU.’: Indignación en México y Canadá por Envíos de 1.4 Millones de Toneladas de Residuos Tóxicos

Las exportaciones de residuos peligrosos de Estados Unidos han excedido el millón de toneladas anuales, con un aumento del 17% desde 2018. Esta práctica plantea serias preocupaciones sobre los impactos en la salud y el medio ambiente en México y Canadá.

“El comercio de residuos peligrosos podría crear una 'carrera hacia el fondo', donde la contaminación se envía a lugares con menos supervisión ambiental”

- Advierten expertos.

15/1/2025

De acuerdo con registros recientes, Estados Unidos exporta más de 1 millón de toneladas de residuos peligrosos anualmente, una práctica en aumento que causa alarma por sus posibles efectos sobre la salud pública y el medio ambiente en México y Canadá. En 2022, estas exportaciones alcanzaron aproximadamente 1.4 millones de toneladas, frente a las 1.2 millones de toneladas de 2018, lo que representa un incremento del 17%.

En el área metropolitana de Monterrey, México, se han detectado niveles elevados de plomo, cadmio y arsénico en las zonas residenciales y escolares adyacentes a una planta que recicla polvo tóxico de la industria del acero estadounidense. En 2022, se enviaron casi 200,000 toneladas de polvo de acero contaminado a Monterrey, sumándose a las 500,000 toneladas de baterías de plomo-ácido que se exportan anualmente para reciclaje.

En Quebec, Canadá, altos niveles de arsénico se han encontrado en las uñas de niños y adultos residentes cerca de una fundición que procesa residuos electrónicos, incluidos materiales procedentes de Silicon Valley. En 2022, esta instalación recibió 47,000 toneladas de residuos peligrosos de Estados Unidos, entre ellos más de 10,000 toneladas de suelos contaminados con sustancias como cianuro y mercurio.

Las leyes estadounidenses exigen que las empresas gestionen los residuos peligrosos "de principio a fin", pero esta responsabilidad se detiene en la frontera. Los tratados transfronterizos permiten que los residuos fluyan hacia México y Canadá, siempre que los países receptores consientan y las empresas se comprometan a manejarlos con seguridad.

En Monterrey, la planta de Zinc Nacional, responsable del procesamiento de polvo de acero, ha generado preocupación por la contaminación en los alrededores. Los niveles de plomo en el polvo en torno a la planta promediaron 323 partes por millón, superando significativamente el nivel de acción de la EPA de 40 microgramos por pie cuadrado. La planta ha registrado niveles de plomo en el polvo circundante hasta 8 veces superiores a los niveles de acción establecidos por la EPA de EE.UU.

En Rouyn-Noranda, Quebec, la planta Horne ha sido objeto de escrutinio. Estudios revelaron que los niños en la zona tienen niveles de arsénico notablemente superiores a los de un grupo de control, lo cual puede derivar en problemas de salud graves como el cáncer y trastornos neurológicos.

La empresa Temarry en México, dedicada a la gestión de residuos químicos, recibió aproximadamente 7,000 toneladas de disolventes tóxicos en 2022. Sin embargo, ha sido criticada por su capacidad para gestionar estos residuos de manera segura, enfrentando un cierre temporal en 2022 debido a un incidente químico.

Los expertos alertan que el comercio de residuos peligrosos podría impulsar una "carrera hacia el fondo", donde la contaminación se traslada a lugares con menor supervisión ambiental. Las exportaciones de residuos peligrosos a Canadá han aumentado un 25% en los últimos cinco años, alcanzando un total de 1.4 millones de toneladas.

Este aumento en las exportaciones de residuos peligrosos desde Estados Unidos a México y Canadá genera serias inquietudes sobre la salud pública y el medio ambiente en estos países, donde las regulaciones pueden ser menos estrictas.

Algo Curioso

“El comercio de residuos peligrosos podría crear una 'carrera hacia el fondo', donde la contaminación se envía a lugares con menos supervisión ambiental”

- Advierten expertos.

Jan 15, 2025
Colglobal News

De acuerdo con registros recientes, Estados Unidos exporta más de 1 millón de toneladas de residuos peligrosos anualmente, una práctica en aumento que causa alarma por sus posibles efectos sobre la salud pública y el medio ambiente en México y Canadá. En 2022, estas exportaciones alcanzaron aproximadamente 1.4 millones de toneladas, frente a las 1.2 millones de toneladas de 2018, lo que representa un incremento del 17%.

En el área metropolitana de Monterrey, México, se han detectado niveles elevados de plomo, cadmio y arsénico en las zonas residenciales y escolares adyacentes a una planta que recicla polvo tóxico de la industria del acero estadounidense. En 2022, se enviaron casi 200,000 toneladas de polvo de acero contaminado a Monterrey, sumándose a las 500,000 toneladas de baterías de plomo-ácido que se exportan anualmente para reciclaje.

En Quebec, Canadá, altos niveles de arsénico se han encontrado en las uñas de niños y adultos residentes cerca de una fundición que procesa residuos electrónicos, incluidos materiales procedentes de Silicon Valley. En 2022, esta instalación recibió 47,000 toneladas de residuos peligrosos de Estados Unidos, entre ellos más de 10,000 toneladas de suelos contaminados con sustancias como cianuro y mercurio.

Las leyes estadounidenses exigen que las empresas gestionen los residuos peligrosos "de principio a fin", pero esta responsabilidad se detiene en la frontera. Los tratados transfronterizos permiten que los residuos fluyan hacia México y Canadá, siempre que los países receptores consientan y las empresas se comprometan a manejarlos con seguridad.

En Monterrey, la planta de Zinc Nacional, responsable del procesamiento de polvo de acero, ha generado preocupación por la contaminación en los alrededores. Los niveles de plomo en el polvo en torno a la planta promediaron 323 partes por millón, superando significativamente el nivel de acción de la EPA de 40 microgramos por pie cuadrado. La planta ha registrado niveles de plomo en el polvo circundante hasta 8 veces superiores a los niveles de acción establecidos por la EPA de EE.UU.

En Rouyn-Noranda, Quebec, la planta Horne ha sido objeto de escrutinio. Estudios revelaron que los niños en la zona tienen niveles de arsénico notablemente superiores a los de un grupo de control, lo cual puede derivar en problemas de salud graves como el cáncer y trastornos neurológicos.

La empresa Temarry en México, dedicada a la gestión de residuos químicos, recibió aproximadamente 7,000 toneladas de disolventes tóxicos en 2022. Sin embargo, ha sido criticada por su capacidad para gestionar estos residuos de manera segura, enfrentando un cierre temporal en 2022 debido a un incidente químico.

Los expertos alertan que el comercio de residuos peligrosos podría impulsar una "carrera hacia el fondo", donde la contaminación se traslada a lugares con menor supervisión ambiental. Las exportaciones de residuos peligrosos a Canadá han aumentado un 25% en los últimos cinco años, alcanzando un total de 1.4 millones de toneladas.

Este aumento en las exportaciones de residuos peligrosos desde Estados Unidos a México y Canadá genera serias inquietudes sobre la salud pública y el medio ambiente en estos países, donde las regulaciones pueden ser menos estrictas.

De acuerdo con registros recientes, Estados Unidos exporta más de 1 millón de toneladas de residuos peligrosos anualmente, una práctica en aumento que causa alarma por sus posibles efectos sobre la salud pública y el medio ambiente en México y Canadá. En 2022, estas exportaciones alcanzaron aproximadamente 1.4 millones de toneladas, frente a las 1.2 millones de toneladas de 2018, lo que representa un incremento del 17%.

En el área metropolitana de Monterrey, México, se han detectado niveles elevados de plomo, cadmio y arsénico en las zonas residenciales y escolares adyacentes a una planta que recicla polvo tóxico de la industria del acero estadounidense. En 2022, se enviaron casi 200,000 toneladas de polvo de acero contaminado a Monterrey, sumándose a las 500,000 toneladas de baterías de plomo-ácido que se exportan anualmente para reciclaje.

En Quebec, Canadá, altos niveles de arsénico se han encontrado en las uñas de niños y adultos residentes cerca de una fundición que procesa residuos electrónicos, incluidos materiales procedentes de Silicon Valley. En 2022, esta instalación recibió 47,000 toneladas de residuos peligrosos de Estados Unidos, entre ellos más de 10,000 toneladas de suelos contaminados con sustancias como cianuro y mercurio.

Las leyes estadounidenses exigen que las empresas gestionen los residuos peligrosos "de principio a fin", pero esta responsabilidad se detiene en la frontera. Los tratados transfronterizos permiten que los residuos fluyan hacia México y Canadá, siempre que los países receptores consientan y las empresas se comprometan a manejarlos con seguridad.

En Monterrey, la planta de Zinc Nacional, responsable del procesamiento de polvo de acero, ha generado preocupación por la contaminación en los alrededores. Los niveles de plomo en el polvo en torno a la planta promediaron 323 partes por millón, superando significativamente el nivel de acción de la EPA de 40 microgramos por pie cuadrado. La planta ha registrado niveles de plomo en el polvo circundante hasta 8 veces superiores a los niveles de acción establecidos por la EPA de EE.UU.

En Rouyn-Noranda, Quebec, la planta Horne ha sido objeto de escrutinio. Estudios revelaron que los niños en la zona tienen niveles de arsénico notablemente superiores a los de un grupo de control, lo cual puede derivar en problemas de salud graves como el cáncer y trastornos neurológicos.

La empresa Temarry en México, dedicada a la gestión de residuos químicos, recibió aproximadamente 7,000 toneladas de disolventes tóxicos en 2022. Sin embargo, ha sido criticada por su capacidad para gestionar estos residuos de manera segura, enfrentando un cierre temporal en 2022 debido a un incidente químico.

Los expertos alertan que el comercio de residuos peligrosos podría impulsar una "carrera hacia el fondo", donde la contaminación se traslada a lugares con menor supervisión ambiental. Las exportaciones de residuos peligrosos a Canadá han aumentado un 25% en los últimos cinco años, alcanzando un total de 1.4 millones de toneladas.

Este aumento en las exportaciones de residuos peligrosos desde Estados Unidos a México y Canadá genera serias inquietudes sobre la salud pública y el medio ambiente en estos países, donde las regulaciones pueden ser menos estrictas.

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