La administración de Donald Trump ha iniciado el traslado de inmigrantes a la Base Naval de Guantánamo, en Cuba, bajo la argumentación de que se trata de individuos "criminales alienígenas peligrosos". La medida, puesta en marcha a través del Departamento de Seguridad Nacional, ha sido justificada con base en declaraciones de la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, quien señaló que estas personas incluyen "asesinos, violadores, depredadores de niños y pandilleros" (en inglés, "murderers, rapists, child predators and gangsters"). Sin embargo, hasta el momento, no se ha presentado evidencia que confirme dichas acusaciones.
Desde el 4 de febrero de 2025, un total de 98 hombres han sido trasladados en un operativo que ha involucrado ocho vuelos consecutivos en igual número de días, organizados por Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). De este grupo, 53 detenidos han sido recluidos en el Campo 6, una prisión de medidas de seguridad media a alta, mientras que los 45 restantes se encuentran en un edificio de menor seguridad, bajo la vigilancia de la Guardia Costera de Estados Unidos.
Entre los primeros inmigrantes identificados en esta operación se encuentran Luis Alberto Castillo Rivera, un venezolano de 23 años que fue detenido mientras buscaba asilo en la frontera sur el 19 de enero pasado; Tilso Ramón Gómez Lugo, un mecánico venezolano de 37 años aprehendido en abril de 2024; y Yoiker David Sequera, un joven barbero de 25 años que fue arrestado tras cruzar la peligrosa selva del Darién en septiembre de 2024. Pese a que todos cuentan con órdenes de deportación final, no se ha aportado información específica que los relacione con delitos más allá de haber ingresado ilegalmente al país.
La falta de transparencia en el proceso ha desatado un aluvión de críticas de activistas por los derechos humanos y organizaciones internacionales, quienes han etiquetado esta situación como un "desastre de derechos humanos". Señalan que los inmigrantes están detenidos en un "hoyo negro legal", sin acceso al contacto con sus familias ni con representación legal. Además, persisten las dudas sobre el sustento de las duras acusaciones públicas realizadas por las autoridades estadounidenses.
Por otro lado, la capacidad de la base en Guantánamo podría ser ampliada para albergar hasta 30,000 migrantes, según proyecciones no confirmadas. Las instalaciones del Campo 6 han sido descritas como especialmente adversas, con celdas carentes de luz natural y temperaturas manipuladas por los guardias, lo que agrava la preocupación por las condiciones de detención.
A medida que continúan los traslados y persisten las interrogantes, activistas y expertos insisten en la necesidad de garantizar transparencia y respeto de los derechos humanos, sin comprometer el debido proceso legal. Esto representa un nuevo episodio en la controvertida historia de la Base Naval de Guantánamo, frecuentemente criticada por su opacidad y su historial de confrontaciones legales. Desde su habilitación en 2002 como centro de detención en la "guerra contra el terror", Guantánamo ha sido criticada por funcionar bajo un marco legal que genera controversia internacional, atrayendo persistentes denuncias de violaciones de derechos humanos.