El 21 de noviembre de 2024, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) perpetró un ataque en el caserío La Plancha, ubicado en el municipio de Anorí, Antioquia, que resultó en la muerte de cinco soldados y dejó cuatro heridos, entre ellos un civil. El ataque se produjo cerca de un Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR), una zona comprometida con la reintegración de exguerrilleros de las FARC.
Los soldados fallecidos fueron identificados como el cabo segundo Fredys David Robles Romero y los soldados profesionales Carlos Andrés Ramos Martínez, Iván Darío Reina Carabalí, Fabián José Regino Mora y Yoiser David Redondo Arias. Según reportes oficiales, estas fuerzas militares estaban asignadas a una misión de protección de personal en proceso de reincorporación cuando ocurrió el ataque.
El comandante del Ejército, Luis Emiro Cardozo, expresó su pesar por la muerte de estos soldados, destacando su compromiso y valor en el cumplimiento de su deber. Tras el ataque, los heridos fueron evacuados inmediatamente hacia la ciudad de Medellín, donde recibieron atención médica.
El ministro de Defensa, Iván Velásquez, condenó enérgicamente este acto, calificándolo como una grave infracción al derecho internacional humanitario y a los derechos humanos. Este incidente se enmarca en un periodo de estancamiento en las negociaciones de paz entre el ELN y el gobierno colombiano. Dichos diálogos se reinstauraron hace dos años en Caracas bajo la administración del presidente Gustavo Petro, pero las tensiones y críticas hacia el ELN por sus acciones violentas han sido constantes.
Este ataque es el primero de su tipo desde el reinicio de los diálogos de paz, suscitando preocupación acerca de la viabilidad de los esfuerzos pacificadores en el futuro cercano.