El genocidio en Gaza continúa intensificándose, con un saldo de más de 43,300 muertes reportadas desde el inicio del conflicto en octubre de 2023, de acuerdo con las autoridades de salud palestinas. Un análisis reciente de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU revela que casi el 70% de las 8,119 muertes verificadas en Gaza durante los primeros seis meses del conflicto corresponden a mujeres y niños. El desglose indica que 3,588 niños, representando el 44% del total, y 2,036 mujeres, equivalentes al 26%, perdieron la vida, siendo los niños de 5 a 9 años el grupo de edad más afectado.
Además del impacto devastador en términos de mortalidad, las condiciones humanitarias en Gaza son críticas. Alrededor de 2 millones de personas se han visto forzadas a desplazarse internamente, principalmente debido a la destrucción de edificios residenciales, donde ocurrieron el 80% de las muertes. El norte de Gaza enfrenta una situación especialmente alarmante, con aproximadamente 100,000 personas completamente aisladas de la ayuda humanitaria debido a las dificultades de ingreso de suministros.
El acceso a alimentos, agua y medicinas es extremadamente precario, con un promedio de solo 36 camiones de ayuda cruzando a Gaza diariamente en octubre, el número más bajo en un año. Esta escasez de recursos ha exacerbado aún más la situación, dejando a la población en una situación desesperada.
La ONU ha denunciado violaciones del derecho internacional por parte de las fuerzas israelíes, aludiendo a posibles crímenes de guerra. En uno de los casos más impactantes, la familia Al Najjar ha perdido a 138 de sus miembros en 18 incidentes de ataques aéreos. Estas acusaciones han sido rechazadas por la misión diplomática de Israel ante la ONU, quienes afirman que el informe no refleja la realidad en el terreno y subestima el papel de Hamas en el conflicto.
El conflicto se agudizó tras un ataque de Hamas el 7 de octubre de 2023, que resultó en la muerte de aproximadamente 1,200 personas en Israel y la toma de 251 rehenes, lo que desencadenó una escalada de violencia y un aumento en la presión internacional para un alto el fuego y mejorar el acceso humanitario.
Representantes y organizaciones internacionales han manifestado repetidamente la necesidad de una intervención urgente para detener el sufrimiento de la población civil en Gaza. “Esta situación es de un sufrimiento casi sin paralelo, necesitamos un alto el fuego inmediato y un proceso de paz”, instó Jan Egeland, secretario general del Consejo Noruego para los Refugiados.