Aproximadamente 700 personas se reunieron frente al Holiday Inn Express en Rotherham, un hotel usado como refugio para solicitantes de asilo, lo que resultó en enfrentamientos violentos con la policía. Los disturbios fueron instigados por protestas de grupos de extrema derecha, motivadas por la apuñalamiento de tres niñas en Southport, erróneamente atribuido a un inmigrante.
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Los manifestantes lanzaron botellas, piezas de madera y otros objetos. Algunos lograron entrar al hotel, donde se reportó un pequeño incendio. La policía fue atacada con extintores y otros proyectiles, causando al menos 10 heridos entre los oficiales, uno de los cuales quedó inconsciente debido a un golpe en la cabeza.
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Hasta ahora, solo se ha realizado una detención relacionada con los disturbios en Rotherham. Desde el inicio de las protestas el 3 de agosto, más de 147 personas han sido arrestadas en otras ciudades del Reino Unido, como Liverpool, Manchester y Hull.
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La policía de South Yorkshire aumentó las medidas de seguridad en el área y mantuvo una fuerte presencia. En Liverpool y Southport, se activaron órdenes de sección 60, otorgando a los oficiales mayores poderes de detención y registro.
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El Primer Ministro Keir Starmer condenó los actos de violencia, calificándolos de "matonismo de extrema derecha". Advirtió que los involucrados "lamentarán" sus acciones y afirmó que la violencia no representa al país, asegurando que se tomará "toda la fuerza de la ley" contra los responsables. La Secretaria del Interior, Yvette Cooper, describió el ataque como "totalmente despreciable" y prometió el apoyo del gobierno a la policía para actuar con contundencia. Anunció además un nuevo esquema de seguridad para mezquitas en riesgo de sufrir desordenes violentos.
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La Asistente del Jefe de Policía, Lindsey Butterfield, calificó el comportamiento de los manifestantes como "nada menos que asqueroso" y subrayó que aquellos que propagaron desinformación en línea también serán responsables.
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Este incidente en Rotherham es parte de una ola de disturbios en el Reino Unido, incrementados desde el ataque en Southport. Las protestas han sido alimentadas por desinformación en redes sociales, particularmente en la plataforma X (anteriormente Twitter), donde figuras de la extrema derecha han promovido narrativas engañosas. En otras ciudades, como Middlesbrough y Bolton, también se reportaron enfrentamientos con la policía y daños a la propiedad.
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Este evento es uno de los más graves de disturbios en el Reino Unido desde los disturbios de 2011, imponiendo un desafío significativo para el recientemente instalado gobierno laborista de Starmer. El uso de órdenes de sección 60 en situaciones de disturbios otorga a la policía poderes extraordinarios de detención y registro sin la necesidad de sospecha razonable. Este recurso ha sido activado en varias ciudades del Reino Unido en respuesta a los recientes disturbios.