Salud

Vacuna contra el herpes zóster ayuda a reducir el riesgo de demencia, según el estudio más sólido hasta ahora

Un estudio liderado por la Universidad de Stanford, que evaluó los registros médicos de más de 282,000 adultos mayores en Gales, reveló que la vacuna Zostavax contra el herpes zóster no solo previene la enfermedad, sino que también podría disminuir significativamente la incidencia de demencia en un seguimiento de hasta siete años.

Salud

Vacuna contra el herpes zóster ayuda a reducir el riesgo de demencia, según el estudio más sólido hasta ahora

Un estudio liderado por la Universidad de Stanford, que evaluó los registros médicos de más de 282,000 adultos mayores en Gales, reveló que la vacuna Zostavax contra el herpes zóster no solo previene la enfermedad, sino que también podría disminuir significativamente la incidencia de demencia en un seguimiento de hasta siete años.

“Nuestros hallazgos respaldan la importancia de las vacunas no solo para combatir infecciones, sino como una herramienta de prevención para enfermedades neurodegenerativas”

– Señalaron los investigadores de este estudio.

3/4/2025

Un innovador estudio realizado por la Universidad de Stanford ha encontrado una asociación significativa entre la vacunación contra el herpes zóster y un menor riesgo de desarrollar demencia en adultos mayores. La investigación, publicada en la revista Nature, analizó los datos de salud de 282,541 personas mayores residentes en Gales y concluyó que quienes recibieron la vacuna Zostavax tuvieron un 20% menos de probabilidad de ser diagnosticados con demencia en un período de seguimiento de siete años.

El diseño del estudio aprovechó un programa de vacunación en Gales implementado el 1 de septiembre de 2013. En él, las personas nacidas el 2 de septiembre de 1933 o después fueron elegibles para recibir la vacuna durante un año, mientras que quienes habían cumplido 80 años antes de esa fecha quedaron excluidos. Este escenario creó un experimento natural que permitió a los investigadores comparar dos grupos similares en edad para analizar los efectos de la vacunación.

Durante el seguimiento, se registraron 35,307 diagnósticos de demencia entre los participantes. Los datos revelaron que uno de cada ocho adultos mayores desarrolló demencia para el año 2020, pero la incidencia fue significativamente menor en aquellos que habían sido vacunados. En términos específicos, la vacunación se asoció a una reducción del 20% en el riesgo, lo que equivale a una disminución de 3.5 puntos porcentuales en las probabilidades de nuevo diagnóstico de demencia.

Cabe destacar que el programa presentó una tasa de vacunación del 47.2% entre los elegibles. El estudio también indicó que la vacuna Zostavax demostró una efectividad añadida, al reducir en un 37% las probabilidades de desarrollar culebrilla, la enfermedad contra la cual fue diseñada inicialmente.

La investigación sugiere que los posibles mecanismos detrás de esta reducción en el riesgo de demencia podrían ser la disminución de la reactivación del virus varicela-zóster, un factor implicado en procesos de neurodegeneración y formación de placas amiloides relacionadas con el Alzheimer. Otra hipótesis plantea que la vacunación genera cambios en el sistema inmunológico que podrían mitigar la inflamación en el sistema nervioso, condición vinculada a la demencia.

Además, se identificaron diferencias significativas según el género: las mujeres vacunadas presentaron una protección más pronunciada que los hombres. Los científicos atribuyen este hallazgo a posibles diferencias en la respuesta inmune entre géneros, aunque reconocen la necesidad de estudios adicionales para esclarecer este aspecto.

Los resultados obtenidos en Gales han sido replicados en países como Inglaterra, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, donde programas de vacunación similares contra el herpes zóster arrojaron conclusiones congruentes. Esto refuerza la viabilidad de las intervenciones preventivas mediante vacunas en la mitigación de enfermedades neurodegenerativas.

La importancia de esta investigación también radica en su metodología robusta. Se analizó un extenso conjunto de registros electrónicos que incluyó datos de atención primaria y secundaria, además de los registros de defunciones, lo que otorgó un alto nivel de credibilidad a los análisis estadísticos.

El estudio ha suscitado el interés de medios destacados como *The Guardian* y *ScienceAlert*, que han subrayado el impacto potencial de las vacunas más allá de la prevención de infecciones, abriendo una nueva dimensión en la lucha contra la demencia, una de las principales preocupaciones en salud pública para adultos mayores a nivel global.

Algo Curioso

“Nuestros hallazgos respaldan la importancia de las vacunas no solo para combatir infecciones, sino como una herramienta de prevención para enfermedades neurodegenerativas”

– Señalaron los investigadores de este estudio.

Apr 3, 2025
Colglobal News

Un innovador estudio realizado por la Universidad de Stanford ha encontrado una asociación significativa entre la vacunación contra el herpes zóster y un menor riesgo de desarrollar demencia en adultos mayores. La investigación, publicada en la revista Nature, analizó los datos de salud de 282,541 personas mayores residentes en Gales y concluyó que quienes recibieron la vacuna Zostavax tuvieron un 20% menos de probabilidad de ser diagnosticados con demencia en un período de seguimiento de siete años.

El diseño del estudio aprovechó un programa de vacunación en Gales implementado el 1 de septiembre de 2013. En él, las personas nacidas el 2 de septiembre de 1933 o después fueron elegibles para recibir la vacuna durante un año, mientras que quienes habían cumplido 80 años antes de esa fecha quedaron excluidos. Este escenario creó un experimento natural que permitió a los investigadores comparar dos grupos similares en edad para analizar los efectos de la vacunación.

Durante el seguimiento, se registraron 35,307 diagnósticos de demencia entre los participantes. Los datos revelaron que uno de cada ocho adultos mayores desarrolló demencia para el año 2020, pero la incidencia fue significativamente menor en aquellos que habían sido vacunados. En términos específicos, la vacunación se asoció a una reducción del 20% en el riesgo, lo que equivale a una disminución de 3.5 puntos porcentuales en las probabilidades de nuevo diagnóstico de demencia.

Cabe destacar que el programa presentó una tasa de vacunación del 47.2% entre los elegibles. El estudio también indicó que la vacuna Zostavax demostró una efectividad añadida, al reducir en un 37% las probabilidades de desarrollar culebrilla, la enfermedad contra la cual fue diseñada inicialmente.

La investigación sugiere que los posibles mecanismos detrás de esta reducción en el riesgo de demencia podrían ser la disminución de la reactivación del virus varicela-zóster, un factor implicado en procesos de neurodegeneración y formación de placas amiloides relacionadas con el Alzheimer. Otra hipótesis plantea que la vacunación genera cambios en el sistema inmunológico que podrían mitigar la inflamación en el sistema nervioso, condición vinculada a la demencia.

Además, se identificaron diferencias significativas según el género: las mujeres vacunadas presentaron una protección más pronunciada que los hombres. Los científicos atribuyen este hallazgo a posibles diferencias en la respuesta inmune entre géneros, aunque reconocen la necesidad de estudios adicionales para esclarecer este aspecto.

Los resultados obtenidos en Gales han sido replicados en países como Inglaterra, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, donde programas de vacunación similares contra el herpes zóster arrojaron conclusiones congruentes. Esto refuerza la viabilidad de las intervenciones preventivas mediante vacunas en la mitigación de enfermedades neurodegenerativas.

La importancia de esta investigación también radica en su metodología robusta. Se analizó un extenso conjunto de registros electrónicos que incluyó datos de atención primaria y secundaria, además de los registros de defunciones, lo que otorgó un alto nivel de credibilidad a los análisis estadísticos.

El estudio ha suscitado el interés de medios destacados como *The Guardian* y *ScienceAlert*, que han subrayado el impacto potencial de las vacunas más allá de la prevención de infecciones, abriendo una nueva dimensión en la lucha contra la demencia, una de las principales preocupaciones en salud pública para adultos mayores a nivel global.

Un innovador estudio realizado por la Universidad de Stanford ha encontrado una asociación significativa entre la vacunación contra el herpes zóster y un menor riesgo de desarrollar demencia en adultos mayores. La investigación, publicada en la revista Nature, analizó los datos de salud de 282,541 personas mayores residentes en Gales y concluyó que quienes recibieron la vacuna Zostavax tuvieron un 20% menos de probabilidad de ser diagnosticados con demencia en un período de seguimiento de siete años.

El diseño del estudio aprovechó un programa de vacunación en Gales implementado el 1 de septiembre de 2013. En él, las personas nacidas el 2 de septiembre de 1933 o después fueron elegibles para recibir la vacuna durante un año, mientras que quienes habían cumplido 80 años antes de esa fecha quedaron excluidos. Este escenario creó un experimento natural que permitió a los investigadores comparar dos grupos similares en edad para analizar los efectos de la vacunación.

Durante el seguimiento, se registraron 35,307 diagnósticos de demencia entre los participantes. Los datos revelaron que uno de cada ocho adultos mayores desarrolló demencia para el año 2020, pero la incidencia fue significativamente menor en aquellos que habían sido vacunados. En términos específicos, la vacunación se asoció a una reducción del 20% en el riesgo, lo que equivale a una disminución de 3.5 puntos porcentuales en las probabilidades de nuevo diagnóstico de demencia.

Cabe destacar que el programa presentó una tasa de vacunación del 47.2% entre los elegibles. El estudio también indicó que la vacuna Zostavax demostró una efectividad añadida, al reducir en un 37% las probabilidades de desarrollar culebrilla, la enfermedad contra la cual fue diseñada inicialmente.

La investigación sugiere que los posibles mecanismos detrás de esta reducción en el riesgo de demencia podrían ser la disminución de la reactivación del virus varicela-zóster, un factor implicado en procesos de neurodegeneración y formación de placas amiloides relacionadas con el Alzheimer. Otra hipótesis plantea que la vacunación genera cambios en el sistema inmunológico que podrían mitigar la inflamación en el sistema nervioso, condición vinculada a la demencia.

Además, se identificaron diferencias significativas según el género: las mujeres vacunadas presentaron una protección más pronunciada que los hombres. Los científicos atribuyen este hallazgo a posibles diferencias en la respuesta inmune entre géneros, aunque reconocen la necesidad de estudios adicionales para esclarecer este aspecto.

Los resultados obtenidos en Gales han sido replicados en países como Inglaterra, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, donde programas de vacunación similares contra el herpes zóster arrojaron conclusiones congruentes. Esto refuerza la viabilidad de las intervenciones preventivas mediante vacunas en la mitigación de enfermedades neurodegenerativas.

La importancia de esta investigación también radica en su metodología robusta. Se analizó un extenso conjunto de registros electrónicos que incluyó datos de atención primaria y secundaria, además de los registros de defunciones, lo que otorgó un alto nivel de credibilidad a los análisis estadísticos.

El estudio ha suscitado el interés de medios destacados como *The Guardian* y *ScienceAlert*, que han subrayado el impacto potencial de las vacunas más allá de la prevención de infecciones, abriendo una nueva dimensión en la lucha contra la demencia, una de las principales preocupaciones en salud pública para adultos mayores a nivel global.

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