El conflicto entre Israel, Irán y Hezbollah ha escalado gravemente a partir del 1 de octubre, cuando aproximadamente 180 misiles fueron lanzados desde Irán hacia Israel. Este ataque impactó en bases aéreas israelíes, los interceptores defensivos lograron detener la mayoría de los misiles, aunque algunos alcanzaron sus objetivos, causando daños menores en edificios de oficinas y áreas de mantenimiento. La única víctima reportada en Israel fue un hombre en Cisjordania, muerto por escombros de un misil interceptado.
En respuesta, Israel ha incrementado significativamente su presencia militar en Líbano, enviando más tropas, incluida una división de infantería y una brigada de blindados. La 98ª división, conocida por su participación anterior en Gaza, también se ha movilizado. Los ataques israelíes se han centrado en el suburbio chií de Dahiyeh en Beirut, causando la destrucción de edificios y varios heridos. Además, se ha ordenado la evacuación de aproximadamente 25 aldeas en el sur de Líbano.
Los enfrentamientos entre Hezbollah y las fuerzas israelíes se han intensificado en varias localidades, incluyendo Maroun al-Ras, donde se reporta que Hezbollah repelió un ataque israelí. La IDF ha confirmado la muerte del capitán Eitan Yitzhak Oster, de 22 años, durante los enfrentamientos.
En las últimas 24 horas, el conflicto ha dejado 55 muertos y 156 heridos en Líbano a causa de los bombardeos israelíes. En Gaza, los ataques aéreos de Israel han resultado en la muerte de al menos 60 palestinos, incluyendo un ataque devastador a una escuela que albergaba familias desplazadas.
Las consecuencias de los bombardeos en Beirut han sido significativas, ya que se han reportado edificios colapsados y un alto número de heridos. Las imágenes retransmitidas desde la zona muestran una devastación considerable, con un edificio de medios de comunicación completamente destruido.
En el ámbito internacional, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha prometido que Irán "pagará" por su ataque inicial. En contrapartida, el líder supremo de Irán, Ali Khamenei, ha responsabilizado a Estados Unidos y a ciertos países europeos por la escalada de tensiones. Las preocupaciones sobre seguridad han llevado a Alemania a instar a sus ciudadanos a abandonar Irán, y a la evacuación de más de 200 ciudadanos chinos de Líbano.
La situación en la región sigue siendo extremadamente volátil, con un intercambio continuo de ataques y contraataques que ha resultado en un alto número de víctimas y ha generado incertidumbre sobre el futuro del conflicto.