EconomÍa

Tokio adoptará semana laboral de cuatro días para enfrentar crisis de natalidad

El gobierno metropolitano de Tokio introducirá una jornada laboral de cuatro días a partir de abril de 2025, una medida destinada a combatir la alarmante baja tasa de natalidad en Japón. La iniciativa permitirá un mayor equilibrio entre la vida laboral y familiar, en especial para las madres trabajadoras, mientras busca aliviar los desafíos demográficos del país.

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Tokio adoptará semana laboral de cuatro días para enfrentar crisis de natalidad

El gobierno metropolitano de Tokio introducirá una jornada laboral de cuatro días a partir de abril de 2025, una medida destinada a combatir la alarmante baja tasa de natalidad en Japón. La iniciativa permitirá un mayor equilibrio entre la vida laboral y familiar, en especial para las madres trabajadoras, mientras busca aliviar los desafíos demográficos del país.

“Debemos revisar las modalidades de trabajo para que las mujeres no sacrifiquen sus carreras por eventos de vida como el parto o la crianza”

– Afirmó Yuriko Koike, gobernadora de Tokio.

13/4/2025

A partir de abril de 2025, Tokio se convertirá en una de las primeras grandes ciudades en Japón en implementar una jornada laboral de cuatro días para empleados públicos. El plan busca abordar la crisis de natalidad del país, que se encuentra en niveles alarmantemente bajos. Esta medida otorgará a los trabajadores tres días libres a la semana, buscando mejorar la calidad de vida y fomentar la conciliación entre el trabajo y la familia, especialmente para las madres.

Japón enfrenta una severa disminución en su tasa de fertilidad, que registró un mínimo histórico de 1.2 hijos por mujer en 2024, muy por debajo del nivel de reemplazo poblacional de 2.1. En Tokio, el problema es aún más grave, con una tasa de 0.99 hijos por mujer. Según las estadísticas, el país registró solo 727,277 nacimientos en 2023, lo que representó una marcada contracción en comparación con años anteriores. Además, los datos más recientes muestran un descenso del 5.7% en los nacimientos entre enero y junio de 2024 respecto al mismo período del año previo, totalizando 350,074 nacimientos.

Junto con la reducción de la jornada laboral, se implementará un esquema de "permiso parcial de cuidado infantil", que permitirá a algunos empleados trabajar dos horas menos diario, facilitando el balance entre sus responsabilidades laborales y la crianza. Esto forma parte de un paquete más amplio de políticas que buscan estimular la natalidad en Japón, incluyendo incentivos para que los padres hombres tomen licencias de paternidad.

La cultura laboral de Japón ha sido históricamente criticada por sus largas jornadas, que en ocasiones han causado graves problemas de salud o incluso "karoshi" (muerte por exceso de trabajo). Esta cultura laboral presenta disparidades de género significativas: la tasa de participación laboral femenina es de un 55%, en comparación con el 72% de los hombres. Al cambiar a una jornada de cuatro días, se espera fomentar una mayor equidad en las responsabilidades del hogar. Estudios revelan que en pruebas realizadas con semanas laborales reducidas, los hombres dedicaron un 22% más de tiempo al cuidado infantil y un 23% más a tareas domésticas.

La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, enfatizó la necesidad de replantear los esquemas laborales para garantizar que las mujeres puedan desarrollar sus carreras sin renunciar a la maternidad. Esta propuesta busca abordar las dificultades estructurales y culturales que enfrentan las madres y, en menor medida, los padres, a la hora de cuidar a sus hijos en Japón. Además, Koike destacó que las políticas pro-natalidad deben complementarse con un cambio cultural en la percepción del trabajo y los roles familiares.

El impacto de estas medidas será observado en los próximos años. Sumado a la jornada reducida, el gobierno local espera que los cambios produzcan una mejora no solo en la tasa de natalidad, sino también en la calidad de vida de las familias, contrarrestando las consecuencias del envejecimiento poblacional.

Japón fue uno de los primeros países en acuñar un término específico, "karoshi", para referirse a la muerte por exceso de trabajo, un problema asociado a su intensa cultura laboral desde la década de 1980.

Algo Curioso

“Debemos revisar las modalidades de trabajo para que las mujeres no sacrifiquen sus carreras por eventos de vida como el parto o la crianza”

– Afirmó Yuriko Koike, gobernadora de Tokio.

Apr 13, 2025
Colglobal News

A partir de abril de 2025, Tokio se convertirá en una de las primeras grandes ciudades en Japón en implementar una jornada laboral de cuatro días para empleados públicos. El plan busca abordar la crisis de natalidad del país, que se encuentra en niveles alarmantemente bajos. Esta medida otorgará a los trabajadores tres días libres a la semana, buscando mejorar la calidad de vida y fomentar la conciliación entre el trabajo y la familia, especialmente para las madres.

Japón enfrenta una severa disminución en su tasa de fertilidad, que registró un mínimo histórico de 1.2 hijos por mujer en 2024, muy por debajo del nivel de reemplazo poblacional de 2.1. En Tokio, el problema es aún más grave, con una tasa de 0.99 hijos por mujer. Según las estadísticas, el país registró solo 727,277 nacimientos en 2023, lo que representó una marcada contracción en comparación con años anteriores. Además, los datos más recientes muestran un descenso del 5.7% en los nacimientos entre enero y junio de 2024 respecto al mismo período del año previo, totalizando 350,074 nacimientos.

Junto con la reducción de la jornada laboral, se implementará un esquema de "permiso parcial de cuidado infantil", que permitirá a algunos empleados trabajar dos horas menos diario, facilitando el balance entre sus responsabilidades laborales y la crianza. Esto forma parte de un paquete más amplio de políticas que buscan estimular la natalidad en Japón, incluyendo incentivos para que los padres hombres tomen licencias de paternidad.

La cultura laboral de Japón ha sido históricamente criticada por sus largas jornadas, que en ocasiones han causado graves problemas de salud o incluso "karoshi" (muerte por exceso de trabajo). Esta cultura laboral presenta disparidades de género significativas: la tasa de participación laboral femenina es de un 55%, en comparación con el 72% de los hombres. Al cambiar a una jornada de cuatro días, se espera fomentar una mayor equidad en las responsabilidades del hogar. Estudios revelan que en pruebas realizadas con semanas laborales reducidas, los hombres dedicaron un 22% más de tiempo al cuidado infantil y un 23% más a tareas domésticas.

La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, enfatizó la necesidad de replantear los esquemas laborales para garantizar que las mujeres puedan desarrollar sus carreras sin renunciar a la maternidad. Esta propuesta busca abordar las dificultades estructurales y culturales que enfrentan las madres y, en menor medida, los padres, a la hora de cuidar a sus hijos en Japón. Además, Koike destacó que las políticas pro-natalidad deben complementarse con un cambio cultural en la percepción del trabajo y los roles familiares.

El impacto de estas medidas será observado en los próximos años. Sumado a la jornada reducida, el gobierno local espera que los cambios produzcan una mejora no solo en la tasa de natalidad, sino también en la calidad de vida de las familias, contrarrestando las consecuencias del envejecimiento poblacional.

Japón fue uno de los primeros países en acuñar un término específico, "karoshi", para referirse a la muerte por exceso de trabajo, un problema asociado a su intensa cultura laboral desde la década de 1980.

A partir de abril de 2025, Tokio se convertirá en una de las primeras grandes ciudades en Japón en implementar una jornada laboral de cuatro días para empleados públicos. El plan busca abordar la crisis de natalidad del país, que se encuentra en niveles alarmantemente bajos. Esta medida otorgará a los trabajadores tres días libres a la semana, buscando mejorar la calidad de vida y fomentar la conciliación entre el trabajo y la familia, especialmente para las madres.

Japón enfrenta una severa disminución en su tasa de fertilidad, que registró un mínimo histórico de 1.2 hijos por mujer en 2024, muy por debajo del nivel de reemplazo poblacional de 2.1. En Tokio, el problema es aún más grave, con una tasa de 0.99 hijos por mujer. Según las estadísticas, el país registró solo 727,277 nacimientos en 2023, lo que representó una marcada contracción en comparación con años anteriores. Además, los datos más recientes muestran un descenso del 5.7% en los nacimientos entre enero y junio de 2024 respecto al mismo período del año previo, totalizando 350,074 nacimientos.

Junto con la reducción de la jornada laboral, se implementará un esquema de "permiso parcial de cuidado infantil", que permitirá a algunos empleados trabajar dos horas menos diario, facilitando el balance entre sus responsabilidades laborales y la crianza. Esto forma parte de un paquete más amplio de políticas que buscan estimular la natalidad en Japón, incluyendo incentivos para que los padres hombres tomen licencias de paternidad.

La cultura laboral de Japón ha sido históricamente criticada por sus largas jornadas, que en ocasiones han causado graves problemas de salud o incluso "karoshi" (muerte por exceso de trabajo). Esta cultura laboral presenta disparidades de género significativas: la tasa de participación laboral femenina es de un 55%, en comparación con el 72% de los hombres. Al cambiar a una jornada de cuatro días, se espera fomentar una mayor equidad en las responsabilidades del hogar. Estudios revelan que en pruebas realizadas con semanas laborales reducidas, los hombres dedicaron un 22% más de tiempo al cuidado infantil y un 23% más a tareas domésticas.

La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, enfatizó la necesidad de replantear los esquemas laborales para garantizar que las mujeres puedan desarrollar sus carreras sin renunciar a la maternidad. Esta propuesta busca abordar las dificultades estructurales y culturales que enfrentan las madres y, en menor medida, los padres, a la hora de cuidar a sus hijos en Japón. Además, Koike destacó que las políticas pro-natalidad deben complementarse con un cambio cultural en la percepción del trabajo y los roles familiares.

El impacto de estas medidas será observado en los próximos años. Sumado a la jornada reducida, el gobierno local espera que los cambios produzcan una mejora no solo en la tasa de natalidad, sino también en la calidad de vida de las familias, contrarrestando las consecuencias del envejecimiento poblacional.

Japón fue uno de los primeros países en acuñar un término específico, "karoshi", para referirse a la muerte por exceso de trabajo, un problema asociado a su intensa cultura laboral desde la década de 1980.

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