El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, aseguró recientemente que China ha estado suministrando armas a Rusia, entre ellas pólvora y artillería, en el contexto del conflicto iniciado por la invasión rusa a gran escala en febrero de 2022. Durante una conferencia de prensa, Zelenskyy señaló que sostuvieron un diálogo con el liderazgo chino, en el cual se le prometió que no habría transferencia de armas; sin embargo, sostuvo que información reciente contradice ese compromiso.
En respuesta a estas afirmaciones, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China, a través de su portavoz Lin Jian, calificó las declaraciones de Zelenskyy como "infundadas" y "manipulación política". Lin Jian enfatizó que China no ha proporcionado armas letales a ninguna de las partes y reiteró el compromiso de su país con la promoción de un alto el fuego y el impulso del diálogo para una solución pacífica.
Dentro de las medidas adoptadas tras estos señalamientos, Ucrania impuso sanciones a tres empresas chinas, bloqueando sus transacciones y congelando sus activos en territorio ucraniano. Aunque las autoridades ucranianas no detallaron públicamente las razones individuales de cada sanción, se confirmó que la restricción incluye la prohibición de realizar cualquier tipo de negocios dentro de Ucrania.
En este contexto, la relación entre China y Rusia sigue marcada por una intensificación del comercio bilateral y la realización de ejercicios militares conjuntos, a pesar de las críticas y reproches de la comunidad internacional sobre el supuesto respaldo chino a Moscú. China sostiene su posición de neutralidad, pese a las acusaciones occidentales sobre posible cooperación militar o asistencia indirecta a Rusia.
En cuanto a los hechos más recientes, Ucrania informó la captura de dos ciudadanos chinos mientras combatían junto a fuerzas rusas en territorio ucraniano. Adicionalmente, el presidente Zelenskyy ha declarado que al menos 155 ciudadanos chinos estarían integrando las filas de las fuerzas armadas rusas, argumentando que Rusia habría reclutado combatientes en China a través de redes sociales. Por su parte, la cancillería china negó categóricamente la participación oficial de sus nacionales en el conflicto, sugiriendo que estas personas viajaron de manera independiente y advirtiendo además a sus ciudadanos sobre los peligros de las zonas de guerra.
Las acusaciones de Zelenskyy, sumadas a la respuesta de Pekín y la imposición de sanciones por parte de Ucrania, han agitado el debate internacional respecto al papel de China en el conflicto en Europa del Este. Diversos líderes y gobiernos occidentales cuestionan la postura de Beijing, mientras que el gigante asiático denuncia lo que considera campañas de desprestigio e insiste en la importancia de la vía pacífica para resolver la guerra en Ucrania.