El 16 de abril de 2025, Fatima Hassouna, de 25 años, fue asesinada junto a diez familiares, entre ellos su hermana embarazada, tras el impacto de un bombardeo israelí en su domicilio ubicado en el norte de Gaza. El ataque se registró pocos días antes de la boda de la fotoperiodista, quien en los últimos 18 meses había documentado de manera continua el desarrollo de la guerra en la región.
La ofensiva que causó la muerte de Hassouna se produjo en un contexto de intensificación de hostilidades luego del colapso del alto el fuego entre Israel y Hamas en marzo de este año. Israel justificó el ataque alegando que se trataba de una operación dirigida contra un integrante de Hamas vinculado a ataques contra civiles y soldados israelíes. En los días recientes, los bombardeos incrementados han provocado al menos 30 muertes adicionales.
“Si muero, quiero una muerte sonora”, escribió Hassouna en redes sociales. “No quiero ser solo noticia de última hora, ni un número más en un grupo; quiero una muerte que el mundo escuche, un impacto que perdure en el tiempo y una imagen atemporal que no pueda ser sepultada por el tiempo ni el lugar”.
Desde el comienzo de la ofensiva militar israelí en Gaza, el 7 de octubre de 2023, las cifras han alcanzado más de 51,000 muertos, según los reportes, con más de la mitad de las víctimas siendo mujeres y niños.
Hassouna se había convertido en una de las voces visuales más importantes en la cobertura del conflicto. Su trabajo era el eje del documental "Put Your Soul on Your Hand and Walk", dirigido por Sepideh Farsi, cuyo estreno había sido seleccionado para un festival independiente en Francia y anunciado para exhibición en Cannes el mismo día de su muerte. El film retrata la cotidianidad de Gaza y las vivencias de la fotoperiodista bajo fuego.
Desde 2023, al menos 170 periodistas han perdido la vida en Gaza, según cifras disponibles, si bien otras estimaciones elevan el número a 206, reflejando los altos riesgos enfrentados por la prensa local durante la cobertura del conflicto.
La muerte de Hassouna ha sido recibida con pesar y consternación entre la comunidad periodística de Gaza, donde sus reportes gráficos evidenciaban tanto el sufrimiento civil como la resistencia de la población ante la violencia continuada.
El ataque que acabó con su vida se suma a una serie de incidentes recientes en los que refugios han sido bombardeados y se han emitido órdenes de desplazamiento masivo. Estos acontecimientos contribuyeron a que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) emitiera nuevas advertencias respecto al agravamiento de la situación de derechos humanos en la región.