Susana Muhamad dejó su posición como ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, siendo la tercera figura en abandonar el Gabinete del presidente Gustavo Petro en menos de una semana. Su renuncia siguió a las dimisiones de Jorge Rojas, director del Departamento Administrativo de la Presidencia (DAPRE), y Juan David Correa, ministro de las Culturas, las Artes y los Saberes. Este ambiente de tensiones quedó evidenciado en un Consejo de Ministros transmitido en televisión nacional, descrito como caótico por múltiples fuentes.
La salida de Muhamad fue confirmada en una entrevista en vivo con el portal Los Danieles, donde manifestó que su decisión fue difícil pero necesaria. Presentó su carta de renuncia en el contexto de una creciente incomodidad con la llegada de Armando Benedetti como jefe de Despacho, una figura controvertida señalada en investigaciones judiciales y acusaciones de violencia de género. A pesar del malestar expresado por miembros del gabinete, el presidente Gustavo Petro defendió la inclusión de Benedetti.
Durante su labor en el Ministerio, Susana Muhamad, politóloga con ascendencia palestina y maestría en Desarrollo Sostenible, estuvo al frente de importantes avances ambientales. En 2023, logró reducir la deforestación a menos de 80,000 hectáreas, la cifra más baja registrada hasta la fecha. Sin embargo, la exministra advirtió que esta tendencia positiva podría revertirse en 2024. Representó a Colombia en la COP16, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad que tuvo lugar entre octubre y noviembre de 2024 en Cali. Uno de los temas clave fue el reconocimiento del conocimiento ancestral de los pueblos indígenas y afrodescendientes, aunque las negociaciones quedaron inconclusas y se retomarán en Roma.
A pesar de ser vista como una posible sucesora de Petro para las elecciones presidenciales de 2026, Muhamad priorizó su decisión basada en principios éticos y su postura feminista. En declaraciones públicas, dejó claro que la presencia de Armando Benedetti en el Gabinete iba en contra de sus valores.
La renuncia de Muhamad no solo deja vacante un puesto clave, sino que también abre interrogantes sobre el futuro de las políticas ambientales de Colombia, en un momento crítico para las negociaciones internacionales y los compromisos adquiridos por el país. Al mismo tiempo, plantea dudas sobre la estabilidad del equipo gubernamental del presidente Petro.