El Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, calificó de “insostenible” la situación actual en la guerra comercial con China durante un discurso privado en un evento de JPMorgan Chase el 22 de abril de 2025. Bessent confirmó que, a pesar de las fuertes tensiones y de que actualmente no existen negociaciones formales en curso, anticipa una eventual desescalada en el conflicto. Los aranceles impuestos se mantienen en máximos históricos, con un 145% sobre productos chinos implementado por Estados Unidos y un 125% recíproco aplicado por China sobre bienes estadounidenses.
Tras las declaraciones de Bessent, los mercados respondieron positivamente: el índice Dow Jones subió 1,017 puntos, equivalente a un repunte de 2.66%, mientras que el S&P 500 aumentó un 2.51% y el Nasdaq creció un 2.71%. Estos incrementos siguieron a una fuerte caída en los valores el día previo y llegan en un contexto donde el S&P 500 se encamina a su peor desempeño mensual desde 2022 y el Dow experimenta el peor abril desde 1936. La persistente incertidumbre sobre la relación bilateral y las recientes críticas del presidente Donald Trump a la Reserva Federal han aportado volatilidad significativa a los mercados financieros.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó a la baja su proyección de crecimiento para Estados Unidos, ajustando la previsión para 2025 del 2.7% reportado inicialmente al 1.8%, en parte como resultado de la política comercial errática de la administración Trump. Para el crecimiento global, el FMI calcula una desaceleración, con una expectativa del 2.8% en 2025 en comparación al 3.3% registrado en 2024.
Desde la Casa Blanca, la portavoz Karoline Leavitt declaró que Donald Trump considera que las negociaciones comerciales con China “van muy bien”, aunque no existen confirmaciones de contactos directos recientes con el presidente chino Xi Jinping. Trump ha afirmado que los aranceles aplicados a productos chinos “bajarán sustancialmente”, sin precisar porcentajes o plazos concretos.
La imposición de aranceles elevados ha generado alza en los costos para los consumidores estadounidenses y ha incrementado la inflación. En medio de este escenario, la administración Trump ha recibido 18 propuestas de acuerdos comerciales de otras naciones, incluyendo negociaciones en curso con Japón, India y la Unión Europea.
El Ministerio de Comercio de China, por su parte, ha reiterado su rechazo a cualquier acuerdo que afecte sus intereses estratégicos, y ha exhortado a otros países a evitar pactos comerciales que puedan tener consecuencias negativas para China.
Bessent estimó que, aunque podría alcanzarse un acuerdo global con China en un plazo de entre dos y tres años, las negociaciones serán difíciles y las posiciones siguen lejos de una reconciliación. El desarrollo de la guerra comercial continúa impactando a la economía mundial y a los mercados financieros, mientras aumenta la presión internacional sobre ambos países para encontrar mecanismos de solución.