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China responde a Estados Unidos y exige fin a la “presión extrema” en la guerra comercial

El gobierno chino rechazó la postura de Estados Unidos durante las negociaciones comerciales y señaló que las amenazas y los altos aranceles impiden un acuerdo, en medio de una escalada de medidas que afectan al comercio global y a sectores estratégicos.

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China responde a Estados Unidos y exige fin a la “presión extrema” en la guerra comercial

El gobierno chino rechazó la postura de Estados Unidos durante las negociaciones comerciales y señaló que las amenazas y los altos aranceles impiden un acuerdo, en medio de una escalada de medidas que afectan al comercio global y a sectores estratégicos.

“Si Estados Unidos realmente quiere resolver los problemas, debe dejar de lado las amenazas y entablar un diálogo basado en la igualdad y el respeto”

– Declaró Guo Jiakun, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China.

23/4/2025

El conflicto comercial entre China y Estados Unidos ha experimentado una nueva escalada tras las recientes declaraciones de Guo Jiakun, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China. Guo afirmó que el gobierno estadounidense no puede buscar un acuerdo mientras ejerce “presión extrema”, e insistió en que la relación con China no debe estar marcada por amenazas o coerción.


Las declaraciones se producen a raíz de la sugerencia del presidente estadounidense, Donald Trump, de que los aranceles a los productos chinos “bajarán considerablemente, aunque no serán cero”. Actualmente, Estados Unidos impone aranceles adicionales de hasta un 145% a los bienes chinos, mientras que China ha respondido con aranceles del 125% adicional sobre productos estadounidenses. Estas medidas han alterado significativamente los flujos comerciales y dificultado las operaciones logísticas entre ambas economías.


Guo Jiakun reiteró que China no busca entrar en un conflicto, pero no tiene temor de hacerlo si resulta necesario, y advirtió que Pekín mantendrá su postura firme si la situación lo exige. En este contexto, China ha implementado contramedidas, entre ellas aumentos de aranceles y restricciones a la exportación de minerales críticos y tierras raras, insumos fundamentales para los sectores tecnológico y militar estadounidenses.


El presidente chino, Xi Jinping, también abordó la situación señalando que las guerras comerciales dañan los derechos e intereses legítimos de todos los países e impactan negativamente el sistema multilateral de comercio. Si bien Xi no mencionó directamente a Estados Unidos, sus comentarios reflejan la posición oficial china ante el estancamiento de las negociaciones.


Desde el inicio de la actual fase de la disputa comercial, no ha habido comunicación directa y sostenida entre los líderes. La última conversación entre Xi y Trump tuvo lugar antes de la investidura de Trump a finales de enero de 2025; desde entonces, no se ha registrado diálogo de alto nivel que permita avanzar hacia una posible solución.


La falta de progreso y las decisiones de ambos gobiernos de incrementar los aranceles y las restricciones han complicado aún más la posibilidad de un acuerdo. Las acciones de Pekín y Washington han provocado interrupciones en los envíos y generado una presión adicional sobre las cadenas logísticas globales.


En la actualidad, las relaciones entre ambas potencias se encuentran en un estado de estancamiento, con posiciones firmes y sin señales de una negociación sustantiva a corto plazo.

Algo Curioso

“Si Estados Unidos realmente quiere resolver los problemas, debe dejar de lado las amenazas y entablar un diálogo basado en la igualdad y el respeto”

– Declaró Guo Jiakun, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China.

Apr 23, 2025
Colglobal News

El conflicto comercial entre China y Estados Unidos ha experimentado una nueva escalada tras las recientes declaraciones de Guo Jiakun, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China. Guo afirmó que el gobierno estadounidense no puede buscar un acuerdo mientras ejerce “presión extrema”, e insistió en que la relación con China no debe estar marcada por amenazas o coerción.


Las declaraciones se producen a raíz de la sugerencia del presidente estadounidense, Donald Trump, de que los aranceles a los productos chinos “bajarán considerablemente, aunque no serán cero”. Actualmente, Estados Unidos impone aranceles adicionales de hasta un 145% a los bienes chinos, mientras que China ha respondido con aranceles del 125% adicional sobre productos estadounidenses. Estas medidas han alterado significativamente los flujos comerciales y dificultado las operaciones logísticas entre ambas economías.


Guo Jiakun reiteró que China no busca entrar en un conflicto, pero no tiene temor de hacerlo si resulta necesario, y advirtió que Pekín mantendrá su postura firme si la situación lo exige. En este contexto, China ha implementado contramedidas, entre ellas aumentos de aranceles y restricciones a la exportación de minerales críticos y tierras raras, insumos fundamentales para los sectores tecnológico y militar estadounidenses.


El presidente chino, Xi Jinping, también abordó la situación señalando que las guerras comerciales dañan los derechos e intereses legítimos de todos los países e impactan negativamente el sistema multilateral de comercio. Si bien Xi no mencionó directamente a Estados Unidos, sus comentarios reflejan la posición oficial china ante el estancamiento de las negociaciones.


Desde el inicio de la actual fase de la disputa comercial, no ha habido comunicación directa y sostenida entre los líderes. La última conversación entre Xi y Trump tuvo lugar antes de la investidura de Trump a finales de enero de 2025; desde entonces, no se ha registrado diálogo de alto nivel que permita avanzar hacia una posible solución.


La falta de progreso y las decisiones de ambos gobiernos de incrementar los aranceles y las restricciones han complicado aún más la posibilidad de un acuerdo. Las acciones de Pekín y Washington han provocado interrupciones en los envíos y generado una presión adicional sobre las cadenas logísticas globales.


En la actualidad, las relaciones entre ambas potencias se encuentran en un estado de estancamiento, con posiciones firmes y sin señales de una negociación sustantiva a corto plazo.

El conflicto comercial entre China y Estados Unidos ha experimentado una nueva escalada tras las recientes declaraciones de Guo Jiakun, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China. Guo afirmó que el gobierno estadounidense no puede buscar un acuerdo mientras ejerce “presión extrema”, e insistió en que la relación con China no debe estar marcada por amenazas o coerción.


Las declaraciones se producen a raíz de la sugerencia del presidente estadounidense, Donald Trump, de que los aranceles a los productos chinos “bajarán considerablemente, aunque no serán cero”. Actualmente, Estados Unidos impone aranceles adicionales de hasta un 145% a los bienes chinos, mientras que China ha respondido con aranceles del 125% adicional sobre productos estadounidenses. Estas medidas han alterado significativamente los flujos comerciales y dificultado las operaciones logísticas entre ambas economías.


Guo Jiakun reiteró que China no busca entrar en un conflicto, pero no tiene temor de hacerlo si resulta necesario, y advirtió que Pekín mantendrá su postura firme si la situación lo exige. En este contexto, China ha implementado contramedidas, entre ellas aumentos de aranceles y restricciones a la exportación de minerales críticos y tierras raras, insumos fundamentales para los sectores tecnológico y militar estadounidenses.


El presidente chino, Xi Jinping, también abordó la situación señalando que las guerras comerciales dañan los derechos e intereses legítimos de todos los países e impactan negativamente el sistema multilateral de comercio. Si bien Xi no mencionó directamente a Estados Unidos, sus comentarios reflejan la posición oficial china ante el estancamiento de las negociaciones.


Desde el inicio de la actual fase de la disputa comercial, no ha habido comunicación directa y sostenida entre los líderes. La última conversación entre Xi y Trump tuvo lugar antes de la investidura de Trump a finales de enero de 2025; desde entonces, no se ha registrado diálogo de alto nivel que permita avanzar hacia una posible solución.


La falta de progreso y las decisiones de ambos gobiernos de incrementar los aranceles y las restricciones han complicado aún más la posibilidad de un acuerdo. Las acciones de Pekín y Washington han provocado interrupciones en los envíos y generado una presión adicional sobre las cadenas logísticas globales.


En la actualidad, las relaciones entre ambas potencias se encuentran en un estado de estancamiento, con posiciones firmes y sin señales de una negociación sustantiva a corto plazo.

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