Towana Looney, una mujer de Alabama de 56 años, ha marcado un precedente en la medicina al convertirse en la receptora de trasplante de órgano de cerdo más longeva del mundo. Looney ha sobrevivido 66 días con un riñón de cerdo trasplantado, una cifra sin precedentes respecto a los casos anteriores. El trasplante fue realizado el 25 de noviembre de 2024, y Looney fue dada de alta 11 días después de la cirugía.
Este logro se enmarca dentro de los protocolos de "uso compasivo" permitidos por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), que autoriza el uso de órganos de animales en pacientes sin otras opciones. Anteriormente, se había realizado cuatro trasplantes de órganos de cerdo en Estados Unidos, incluyendo dos corazones y dos riñones, pero ninguno de esos pacientes había sobrevivido más de dos meses.
Este avance es vital en la lucha contra la crisis de trasplantes en Estados Unidos, donde más de 100,000 personas están en lista de espera por un órgano, siendo la mayoría de ellos en necesidad de un riñón. Cada año, miles de personas fallecen esperando un trasplante, evidenciando la urgencia de hallar alternativas viables.
El riñón de Looney, editado genéticamente para ser compatible con su organismo, fue proporcionado por United Therapeutics, una empresa que ya ha solicitado a la FDA autorización para comenzar ensayos formales de trasplantes de órganos de cerdo este mismo año. La experiencia de Looney se considera esencial para futuros estudios en xenotrasplante.
El historial médico de Looney incluye una serie de complicaciones que agravaron su estado de salud: donó un riñón a su madre en 1999 y desarrolló hipertensión como resultado de complicaciones en su embarazo, lo que eventualmente llevó al fallo de su riñón restante. Después de pasar ocho años sometida a diálisis, los médicos concluyeron que Looney, debido a sus altos niveles de anticuerpos que atacan riñones humanos, probablemente nunca recibiría un riñón donado tradicional.
Tres semanas después del trasplante, el equipo médico de Looney, que monitorea su recuperación mediante análisis de sangre y otras mediciones, detectó signos sutiles de rechazo que fueron tratados con éxito. Desde entonces, no ha habido más señales de rechazo.
Una vez estabilizada, se espera que Looney pueda regresar a su hogar en Gadsden, Alabama, dentro de aproximadamente un mes, tras continuar con su régimen de recuperación, considerado vibrante y lleno de energía.
Aunque el trasplante de órganos procedentes de animales sigue siendo una práctica experimental, el caso de Towana Looney representa un avance significativo en la investigación y aplicación de estos procedimientos.