La orden ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump el 27 de enero de 2025, establece que la política del gobierno de EE. UU. es mantener altos estándares de preparación, letalidad, cohesión, honestidad, humildad, uniformidad e integridad. La orden argumenta que la inclusión de personas con disforia de género es inconsistente con estos estándares y prohíbe el uso de pronombres que no reflejen el sexo asignado al nacer. Además, se ordena al Departamento de Defensa actualizar sus estándares médicos militares en un plazo de 60 días.
Aunque la implementación de la orden tomará tiempo, no se espera que los aproximadamente 15,000 miembros del servicio transgénero sean expulsados de inmediato. Según la Rand Corporation, entre 2,150 y 10,790 personas transgénero estaban sirviendo en el ejército y la reserva en 2016. La política anterior, establecida por el presidente Joe Biden en 2021, permitía que los miembros transgénero recibieran atención médica relacionada con la transición.
Desde 2016 hasta 2021, el Departamento de Defensa gastó aproximadamente 15 millones de dólares en atención médica relacionada con la transición para 1,892 miembros en servicio activo. De este total, 11.5 millones de dólares se destinaron a psicoterapia y 3.1 millones a cirugías.
La primera demanda contra la nueva orden fue presentada el 28 de enero de 2025, en nombre de seis miembros activos y dos personas transgénero que estaban en proceso de unirse al ejército. La orden prohibitiva ha sido criticada por grupos de defensa de los derechos de las personas trans, quienes la consideran discriminatoria.
Junto con esta orden, Trump firmó otras tres órdenes ejecutivas impactantes. Una de ellas prohíbe las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) en el ejército, desmantelando oficinas relacionadas y revisando los planes de estudio de las academias militares para alinearlos con esta política. Otra orden permite la reinstalación de miembros activos y de reserva que fueron despedidos por negarse a vacunarse contra el COVID-19, con retroactividad en su rango y beneficios. Finalmente, se inicia el proceso para crear un nuevo sistema de defensa de misiles, denominado "Iron Dome para América", para proteger contra ataques aéreos avanzados.
Durante su primer mandato en 2017, Trump había prohibido a las personas transgénero servir en el ejército, pero esta política fue revocada por Biden en 2021. La nueva orden se considera más restrictiva que la anterior, ya que podría resultar en la expulsión de miembros transgénero con años de servicio, incluyendo aquellos con experiencia en combate. Estos cambios representan un giro significativo en la política militar de EE. UU. bajo la administración de Trump, reflejando su enfoque en la exclusión de personas transgénero y la eliminación de programas de diversidad.