El parlamento israelí ha decretado el cierre de la UNRWA (Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo), con efecto a partir del 1 de febrero de 2025, lo cual pone en riesgo los servicios esenciales para aproximadamente 2.5 millones de refugiados palestinos en Gaza, Jerusalén Este y Cisjordania. La clausura impacta servicios de salud, educación y recolección de basura, entre otros. La UNRWA fue establecida en 1949 por la Asamblea General de las Naciones Unidas para proporcionar asistencia humanitaria y protección a los refugiados palestinos.
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En el campo de refugiados de Shuafat, donde residen cerca de 30,000 refugiados, el impacto será severo. Fatmeh Jahaleen, una refugiada en Jerusalén Este, enfrenta la dura realidad de costear medicamentos esenciales para la presión arterial, riñones e insulina, cuyo costo mensual asciende a 400 shekels israelíes (£90), una suma inasequible para su familia.
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La UNRWA provee servicios médicos, educativos y de recolección de basura, esenciales para el bienestar de los refugiados en Shuafat. El campo de 2 km² genera de 20 a 25 toneladas de basura diariamente, y la incapacidad para gestionarla podría resultar en una acumulación de 100 toneladas en pocos días, generando un problema sanitario crítico.

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La decisión del parlamento israelí surge tras los ataques del 7 de octubre de 2023, en los cuales militantes de Hamas mataron a 1,139 personas y tomaron a 250 rehenes. Israel afirmó que la UNRWA tiene vínculos con Hamas, lo que llevó a la prohibición. Esto se reflejó en la despido de nueve empleados de la UNRWA tras una investigación sobre sus supuestos vínculos con dichos ataques.

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El comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, destacó que el cierre afectaría a 70,000 pacientes y más de 1,000 estudiantes en Jerusalén Este. El gobierno israelí ha ordenado a la UNRWA desalojar sus oficinas en Jerusalén antes del 30 de enero de 2025.
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En respuesta, la municipalidad de Jerusalén ha anunciado planes para absorber a 650 estudiantes en otras escuelas y ampliar los servicios de recolección de basura, aunque la comunidad local ha expresado escepticismo sobre la efectividad de estas medidas. La sensación de desconfianza prevalece entre los afectados.
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En Gaza, la UNRWA es la mayor entidad de ayuda, asistiendo a más de 2 millones de personas. La operación de la agencia en Gaza requiere cooperación israelí, lo que añade un nivel adicional de complejidad y dificultad. La situación es particularmente delicada debido a la creciente hostilidad que enfrentan ahora los empleados de la UNRWA en los controles israelíes.
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Los empleados de la agencia, anteriormente tratados con respeto, ahora enfrentan controles adicionales y deben presentar identificaciones palestinas en lugar de las de la UNRWA, lo que agrava la tensión. Naciones Unidas y diversas organizaciones humanitarias están en alerta ante la crisis inminente y los desafíos significativos que enfrentarán los refugiados palestinos a partir de febrero de 2025.