El 29 de enero de 2025, una estampida trágica durante el festival hindú Kumbh Mela en Prayagraj, India, resultó en la muerte de al menos 30 personas y heridas a 60 más. El incidente ocurrió alrededor de la 1:00 AM hora local (21:30 del 28 de enero en España), cuando una multitud de peregrinos se agolpaba para participar en un baño ritual sagrado en la confluencia de los ríos Ganges y Yamuna.
Informes preliminares indican que la estampida se desató cuando una gran cantidad de devotos intentó atravesar un cordón policial, lo que provocó una oleada de pánico. Muchas víctimas que estaban sentadas o durmiendo en el suelo fueron aplastadas por la multitud que intentaba avanzar rápidamente hacia el área de baño ritual. Vaibhav Krishna, un oficial de policía, señaló que 90 personas heridas fueron trasladadas a hospitales locales, y criticó la falta de transparencia en la información inicial sobre el número de muertos y heridos, lo que ha generado indignación pública.
El Kumbh Mela, evento religioso celebrado cada 12 años, es considerado el mayor del mundo con una expectativa de atraer hasta 400 millones de peregrinos durante su duración de seis semanas. El festival comenzó el 13 de enero y se extenderá hasta el 26 de febrero. La jornada de la estampida se esperaba la asistencia de aproximadamente 100 millones de personas debido a una alineación celestial especial, lo que incrementó de manera significativa la afluencia de devotos.
A pesar de las medidas de seguridad implementadas, incluyendo la instalación de cientos de cámaras y un centro de control para monitorear la multitud, surgieron críticas sobre la eficacia del control administrativo. Críticos, entre ellos el líder opositor Rahul Gandhi, señalaron una gestión ineficaz de la multitud y la priorización del movimiento de VIPs sobre la seguridad de los devotos comunes, lo que pudo contribuir a la tragedia.
Testigos describieron escenas caóticas con pertenencias personales esparcidas y personas atrapadas incapaces de escapar. La gravedad de la situación llevó a que algunos peregrinos quedaran atrapados, lo que resultó en el elevado número de víctimas. Autoridades trataban de desviar a los devotos hacia otros puntos de baño, pero muchos ignoraron las instrucciones y continuaron avanzando hacia el lugar señalado, exacerbando la tragedia.
El primer ministro Narendra Modi expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y ordenó apoyo inmediato para los heridos. "La tragedia resalta la necesidad de mejorar las medidas de seguridad en eventos masivos", declaró. Este incidente subraya el desafío recurrente de gestionar grandes concentraciones durante festivales religiosos en India, donde las estampidas han sido eventos trágicos comunes.
La situación en el Kumbh Mela ha reabierto el debate sobre la organización y las estrategias de gestión de multitudes en eventos religiosos significativos que atraen a millones de participantes, lo que obliga a una evaluación y revisión profunda de los protocolos de seguridad para prevenir tragedias similares en el futuro.