En marzo de 2021, una mujer de 46 años con insuficiencia cardíaca grave se sometió a un tratamiento experimental que consistió en la aplicación de un parche de 800 millones de células derivadas del cordón umbilical de una donante. Tres meses después, recibió un trasplante cardíaco, lo que permitió a los investigadores estudiar cómo el parche afectaba a su corazón. Según los resultados publicados en la revista Nature, el parche mostró signos de regeneración cardiaca.
Este avance es significativo, ya que la insuficiencia cardíaca afecta a 64 millones de personas a nivel mundial, y el 99% de los pacientes con insuficiencia cardíaca avanzada no tendrán acceso a un trasplante. Desde marzo de 2021, aproximadamente 15 personas han recibido estos parches. Frank Teege, un paciente de 66 años, reportó una mejora en su gasto cardíaco del 10% al 35% tras recibir el parche.
El estudio, liderado por el médico alemán Wolfram-Hubertus Zimmermann, subraya la importancia de los parches para los pacientes que no pueden acceder a los aproximadamente 5,000 trasplantes de corazón que se realizan cada año en el mundo. Los parches se basan en la reprogramación de células madre pluripotentes inducidas, un método desarrollado por Shinya Yamanaka, ganador del Nobel de Medicina en 2012.
Ignacio Rodríguez Polo, biólogo que participó en la investigación, expresó su optimismo sobre el futuro de estas terapias celulares. Los datos presentados indican que los parches de células ajenas no causaron arritmias ni tumores en la mujer ni en los 20 monos operados durante los estudios. Se sugiere, sin embargo, que los pacientes con estos parches necesitarán tratamiento inmunosupresor de por vida para evitar el rechazo, aunque los efectos secundarios han sido controlables.
El artículo en *Nature* detalla que los parches fueron probados en macacos rhesus, mostrando una mejora en la función cardíaca y un engrosamiento de la pared del corazón. En el caso de la paciente, el parche fue suturado a su corazón mediante una cirugía mínimamente invasiva, y el tejido se adaptó y comenzó a apoyar el corazón en los meses siguientes.
Los parches están compuestos por células reprogramadas de sangre que se convierten en células musculares cardíacas y tejido conectivo, incrustadas en un gel de colágeno. La membrana del parche mide aproximadamente 5 cm por 10 cm, semejante en características a un corazón de entre cuatro y ocho años.
Estos parches se han probado en un pequeño ensayo en humanos y en primates, demostrando resultados prometedores. La mujer que recibió el parche no experimentó efectos secundarios y su condición se mantuvo estable antes del trasplante. Los investigadores subrayan que el uso de células de donantes implica la necesidad de inmunosupresores, pero esto es más rápido y seguro en comparación con crear parches a partir de células del propio paciente.
Este hito en la medicina regenerativa podría mejorar la calidad de vida de los pacientes que no son candidatos para trasplantes y representa un avance notable en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca. Los parches de células madre no solo se adaptan al corazón humano, sino que también han mostrado en estudios animales mejoras en la función cardíaca sin causar arritmias ni tumores, ofreciendo una alternativa prometedora a los trasplantes de corazón.