El volcán Axial Seamount, situado a 480 kilómetros de la costa de Oregón, ha captado la atención de la comunidad científica debido a un significativo aumento en su actividad sísmica. En los últimos seis meses, se han registrado cientos de terremotos diarios en la zona, lo que sugiere una inminente erupción antes de finales de 2025. Este volcán submarino es conocido como el más activo del Pacífico Noreste, con un historial de erupciones en 1998, 2011 y 2015.
La actual inflación del volcán ha alcanzado niveles similares a los observados antes de la erupción de 2015, lo que ha incrementado la probabilidad de una nueva erupción. Según los investigadores Bill Chadwick y Scott Nooner, la estructura del volcán indica que se formó con lava delgada. Este tipo de erupción se manifestará como una fisura en la superficie, permitiendo que el magma fluya y forme nuevo fondo marino, sin provocar tsunamis.
Un estudio publicado en la revista Nature ha identificado múltiples reservorios de magma asimétricamente distribuidos bajo el Axial Seamount. Estos reservorios se encuentran en la corteza terrestre superior, debajo de capas de basaltos y gabros, que son ricos en magnesio y hierro. Además, se ha determinado la conexión entre el techo del reservorio principal de magma y las fisuras eruptivas en el fondo marino.
Axial Seamount se encuentra en la intersección de la placa tectónica de Juan de Fuca y la placa del Pacífico. En esta región, las placas tectónicas colisionantes crean presión que contribuye a la formación de nuevo fondo oceánico. La presencia de estas placas incrementa la actividad volcánica y sísmica en el área, haciendo de Axial Seamount un foco de estudio para los científicos dedicados a la sismología y vulcanología.
Bill Chadwick y Scott Nooner, de la Universidad de Carolina del Norte, destacan la importancia de monitorear el Axial Seamount debido a su actividad constante. "La actividad sísmica y la inflación actual nos indican que el volcán Axial Seamount podría estar cerca de una nueva erupción", comentó Chadwick. "Entender cómo y cuándo ocurrirá es crucial para preparar a las comunidades y mejorar nuestras predicciones futuras", agregó Nooner.