Según la investigación, los adultos que realizan entre 30 y 40 minutos de carrera, cinco días a la semana, presentan telómeros significativamente más largos en comparación con aquellos que llevan un estilo de vida sedentario. Los telómeros, estructuras en los extremos de los cromosomas, desempeñan un papel crucial en la protección de la información genética. A medida que envejecemos, estas estructuras se acortan, un proceso que está asociado con la senescencia celular y el aumento del riesgo de enfermedades crónicas. Los telómeros fueron descubiertos por Elizabeth Blackburn, Carol Greider y Jack Szostak, quienes recibieron el Premio Nobel de Medicina en 2009 por sus investigaciones en este campo.
El estudio recalca que los adultos con altos niveles de actividad física gozan de una ventaja biológica de hasta nueve años en términos de envejecimiento celular frente a sus contrapartes sedentarias. Para lograr estos beneficios, se sugiere que las mujeres realicen 30 minutos de jogging diario mientras que los hombres deben correr 40 minutos al día, ambos cinco veces por semana.
Además, se resalta que la actividad física regular, más allá de reducir el riesgo de enfermedades y mortalidad, mejora la vitalidad celular. Los individuos físicamente activos presentan telómeros más largos, lo que se relaciona con un menor envejecimiento biológico. El compromiso constante con la actividad física, en lugar de un ejercicio ocasional, es crucial para obtener beneficios significativos en la salud y el envejecimiento.
La Universidad Brigham Young reitera la necesidad de incorporar un régimen de ejercicio regular y de alta intensidad para observar una diferencia tangible en el envejecimiento biológico. Este enfoque promueve una vida más larga y saludable, subrayando la importancia de actividades físicas como correr.