Gaie Delap, una activista climática de 77 años, ha sido condenada a 20 meses de prisión por su participación en las protestas realizadas en la autopista M25 en noviembre de 2022. La protesta, organizada por el grupo Just Stop Oil, dejó a aproximadamente 709,000 conductores atrapados en atascos debido a que varios manifestantes escalaron estructuras sobre la vía, lo que obligó a la policía a detener el tráfico.
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Carla Denyer, diputada del Partido Verde y representante de Bristol Central, calificó la sentencia impuesta a Delap como "desproporcionada, injusta y un desperdicio de recursos". En una carta dirigida a Yvette Cooper, secretaria de Estado para el Interior, Denyer expresó sus preocupaciones sobre cómo están siendo tratados los activistas climáticos. Denyer argumentó que las acciones de Delap eran pacíficas y tenían el objetivo de llamar la atención sobre la emergencia climática, presionando al gobierno para que prohíba la exploración de nuevos combustibles fósiles en el Mar del Norte.
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Asimismo, Denyer destacó que el gobierno ha decidido no emitir nuevas licencias para la exploración de petróleo, lo que hace que la condena de Delap sea aún más cuestionable. La diputada también señaló que la prisión de Delap representa un uso ineficiente de los recursos públicos, especialmente en un momento en que los departamentos gubernamentales enfrentan recortes presupuestarios y el sistema penitenciario está sobrepoblado.
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Además de Delap, cinco líderes de la protesta fueron condenados a un total de 21 años de prisión el mes pasado, como parte de la misma campaña de Just Stop Oil. La Oficina del Interior no ha comentado sobre la situación. Gaie Delap, a sus 77 años, no es la única activista de edad avanzada que ha participado en protestas climáticas, lo que resalta la amplitud generacional del activismo en torno a la crisis climática.