El Congreso de los Diputados de España aprobó el 11 de septiembre de 2024, una propuesta del Partido Popular (PP) para que el Gobierno reconozca a Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela. Esta proposición se aprobó con 177 votos a favor, 164 en contra y una abstención del exministro José Luis Ábalos. Los grupos parlamentarios que apoyaron la iniciativa fueron Vox, el PNV, Unión del Pueblo Navarro (UPN) y Coalición Canaria (CC).
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La votación, marcada por la controversia política, subraya la difícil situación en Venezuela y las diferentes posturas al respecto. La moción, aunque simbólica y no vinculante, envía un mensaje fuerte desde España. El Gobierno, liderado por Pedro Sánchez, ha indicado que tomará su decisión en conjunto con otros países de la Unión Europea y que, hasta el momento, no reconoce oficialmente a González.
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Durante el debate, representantes de la oposición venezolana, como Antonio Ledezma, expresaron su apoyo a la moción del PP. La argumentación del PP enfatizó en la necesidad de reconocer a González para promover y facilitar una transición democrática pacífica en Venezuela. Por su parte, el PSOE advirtió sobre los riesgos de reconocer a González sin pruebas concluyentes de fraude electoral en las elecciones del 28 de julio de 2024, ganadas por González.
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La propuesta también incluye la solicitud de que el Gobierno español lidere el reconocimiento de Edmundo González Urrutia en instituciones europeas y otros foros internacionales, buscando que Gonzalez asuma el cargo de manera formal el 10 de enero de 2025.
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El contexto en el que se desarrolló la votación también estuvo influido por la ausencia de los diputados de Junts, quienes se encontraban participando en la Diada de Cataluña. Esta ausencia añadió una peculiaridad al desarrollo de la sesión.
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Edmundo González Urrutia, quien se encuentra exiliado en España desde el fin de semana anterior a la votación, se convierte así en una figura central en la diplomacia española y europea respecto a Venezuela, a pesar de que el reconocimiento oficial todavía depende de acuerdos en el marco internacional. El Gobierno de Pedro Sánchez ha mantenido una postura cautelosa en todo momento, entendiendo la complejidad del contexto internacional y la necesidad de consensos más amplios.
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En resumen, la votación en el Congreso de los Diputados de España refleja la voluntad de una parte significativa del arco parlamentario español de posicionarse claramente en apoyo a los esfuerzos de transición en Venezuela, pese a las posturas más cautelosas y críticas de otros partidos. Las implicaciones de esta decisión se observarán en los próximos pasos diplomáticos que tome el Gobierno español y sus aliados europeos.