La Fiscalía de Colombia ha iniciado una serie de investigaciones sobre denuncias de interceptaciones ilegales a las comunicaciones de al menos 13 magistrados de las altas cortes del país. Las sospechas apuntan al uso del software espía Pegasus, que habría sido adquirido por la Dirección de Inteligencia de la Policía desde finales de 2021.
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El magistrado Jorge Enrique Ibáñez, de la Corte Constitucional, presentó su denuncia más destacada en junio de 2024, alertando sobre la posible interferencia en sus comunicaciones. Esto llevó a la Fiscalía a abrir una indagación penal que involucró la citación de varios funcionarios del alto gobierno, incluyendo al director Nacional de Inteligencia, Carlos Ramón González, y al director de tecnología de la Presidencia, René Guarín. Ambos negaron el uso de dispositivos para interceptaciones ilegales.
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Otra denuncia significativa provino de la magistrada Ana Caterina Heyck, quien reportó problemas en su correo electrónico y en WhatsApp, observando cambios extraños en los nombres de sus chats. La Fiscalía ha priorizado la verificación forense de su caso para determinar la posible presencia del malware Pegasus.
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A pesar de las denuncias, la Policía ha negado rotundamente haber adquirido el software Pegasus. Por su parte, el presidente Gustavo Petro, en su discurso del 4 de septiembre, confirmó que varios magistrados han experimentado interferencias en sus comunicaciones, pero admitió no tener claridad sobre los posibles objetivos de esas interceptaciones.
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Este incidente no es el primero en su tipo en Colombia. Durante el mandato del expresidente Álvaro Uribe Vélez, se documentaron casos de chuzadas a magistrados, periodistas y líderes sociales. En 2013, la Dirección de Inteligencia de la Policía fue criticada por la adquisición de un dispositivo similar de la empresa Hacking Team, el cual fue posteriormente hackeado, revelando información sobre los países que lo habían adquirido.
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La actual indagación penal de la Fiscalía no solo busca identificar si realmente se utilizaron tecnologías de interceptación ilegal, sino también determinar quién o quiénes podrían haber sido las víctimas y los responsables detrás de estas acciones. El software espía Pegasus, desarrollado por la empresa israelí NSO Group, ha sido objeto de controversia mundial por su utilización en la vigilancia de periodistas, activistas y funcionarios gubernamentales en varios países.