Alberto Fujimori, expresidente de Perú, ha fallecido a los 86 años en Lima el 11 de septiembre de 2024, luego de una extensa lucha contra el cáncer. El deceso fue anunciado por su hija, Keiko Fujimori, quien pidió oraciones por el eterno descanso de su padre a través de un mensaje en la red social X.
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Excarcelado en diciembre de 2023 después de cumplir 16 años de una condena de 25 años por ser el autor intelectual de las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, Fujimori recibió un indulto humanitario debido a su delicado estado de salud. Su muerte ocurre pocos meses después de que se le diagnosticara un nuevo tumor maligno en mayo de 2024. En sus últimas semanas, su salud fue severamente debilitada, y fue visto en silla de ruedas saliendo de una clínica.
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Fujimori gobernó Perú durante una década, de 1990 a 2000. Durante su administración, implementó políticas económicas austeras que estabilizaron el país tras una fuerte crisis económica y lideró una campaña contra el grupo guerrillero Sendero Luminoso. No obstante, su mandato también es recordado por graves violaciones de derechos humanos y casos de corrupción. En 2009, fue sentenciado a 25 años de prisión por autorizar operaciones de escuadrones de la muerte, que se tradujeron en notorias matanzas.
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El gobierno de Dina Boluarte ha expresado sus condolencias a la familia Fujimori. En 2017, Fujimori había sido beneficiado con un indulto médico, aunque este fue posteriormente anulado y regresó a prisión en 2019.
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Sus acciones y políticas han generado profundas divisiones en la sociedad peruana. Mientras un sector lo ve como un líder eficaz que salvó a Perú de la crisis, otros critican su gobierno autoritario y los abusos de poder cometidos.
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La muerte de Fujimori coincide con el aniversario de la muerte de Abimael Guzmán, líder de Sendero Luminoso, fallecido en 2021, el mismo 11 de septiembre. La partida del expresidente ha provocado reacciones mixtas entre los ciudadanos peruanos, una muestra de la polarización que su figura ha suscitado a lo largo de los años. Alberto Fujimori es recordado por el autogolpe de 1992, cuando disolvió el Congreso y asumió poderes extraordinarios, acto que fue altamente controvertido en su tiempo y sigue siendo tema de debate en la historia política del Perú.