Paul Alexander, conocido mundialmente como el "hombre en el pulmón de hierro", falleció a los 78 años, dejando tras de sí una historia de vida extraordinaria. Diagnosticado con polio a la temprana edad de seis años durante la epidemia de 1952, Alexander quedó paralizado desde el cuello hacia abajo, situación que lo obligó a depender de un pulmón de hierro para respirar. Contrario a todo pronóstico médico, no solo sobrevivió más allá de la infancia, sino que prosperó, convirtiéndose en un abogado exitoso, autor publicado y una fuente de inspiración para personas de todo el mundo.
A pesar de las adversidades físicas, Alexander demostró una determinación inquebrantable por superarse a sí mismo y alcanzar sus sueños. Se graduó en economía por la Southern Methodist University y posteriormente obtuvo un título en derecho por la Universidad de Texas en Austin. Su carrera como abogado lo llevó a representar a clientes en la corte, desafiando las expectativas de lo que una persona en su condición podría lograr.

Alexander también compartió su vida y experiencias a través de las redes sociales, acumulando miles de seguidores que se vieron inspirados por sus mensajes de esperanza, determinación y alegría. Su libro, “Tres Minutos para un Perro: Mi Vida en un Pulmón de Hierro”, narra su viaje de autodescubrimiento y lucha, ofreciendo una visión profunda de su vida y los desafíos enfrentados.
Su capacidad para respirar independientemente del pulmón de hierro durante periodos del día, una técnica que él mismo perfeccionó, le permitió ejercer su profesión y participar activamente en la vida social y cultural, siempre con una actitud positiva que lo caracterizó hasta el final de sus días.