Salud

Científicos descubren cómo la aspirina puede prevenir la metástasis del cáncer, abriendo nuevas posibilidades terapéuticas

Una investigación de la Universidad de Cambridge, publicada en la revista Nature, ha identificado el mecanismo por el cual la aspirina puede prevenir la propagación metastásica del cáncer. Este avance, basado en estudios con animales y en datos de ensayos clínicos, podría abrir nuevas puertas en el tratamiento específico contra la metástasis, principal responsable de las muertes relacionadas con esta enfermedad.

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Científicos descubren cómo la aspirina puede prevenir la metástasis del cáncer, abriendo nuevas posibilidades terapéuticas

Una investigación de la Universidad de Cambridge, publicada en la revista Nature, ha identificado el mecanismo por el cual la aspirina puede prevenir la propagación metastásica del cáncer. Este avance, basado en estudios con animales y en datos de ensayos clínicos, podría abrir nuevas puertas en el tratamiento específico contra la metástasis, principal responsable de las muertes relacionadas con esta enfermedad.

“Este hallazgo abre el potencial de utilizar la aspirina como un enfoque terapéutico para prevenir la metástasis, pero su aplicación debe ser cuidadosamente estudiada”

– Destacaron los investigadores de la Universidad de Cambridge.

6/3/2025

Un equipo de la Universidad de Cambridge ha identificado cómo la aspirina, un medicamento ampliamente conocido y utilizado principalmente para el alivio de dolor o como anticoagulante, también puede desempeñar un papel crucial en la prevención de la metástasis del cáncer. El estudio, publicado en la prestigiosa revista científica Nature, se enfoca en la capacidad de la aspirina para estimular una respuesta inmunitaria que ataca las células tumorales que se propagan dentro del cuerpo. Según el informe, la clave se encuentra en la acción de este fármaco sobre las plaquetas sanguíneas y una sustancia llamada tromboxano A₂ (TXA₂).

El mecanismo descrito muestra que la aspirina reduce la producción de TXA₂, una molécula liberada por las plaquetas que normalmente suprime la actividad de las células T, fundamentales en la defensa inmunológica contra el cáncer. Al bloquear la producción de TXA₂, las células T logran actuar con mayor efectividad y atacar las células tumorales. En experimentos realizados en ratones, los investigadores observaron que la eliminación del gen ARHGEF1, que regula la actividad inhibitoria de las células T, produjo una reducción notable en las metástasis presentes en los pulmones y el hígado.

Por otro lado, estudios en humanos refuerzan los prometedores resultados de la aspirina en la prevención de la metástasis. Un análisis de ensayos clínicos aleatorizados mostró que el uso de aspirina puede reducir la incidencia de metástasis en un 36% (hazard ratio 0.64, con un intervalo de confianza del 95% de 0.48 a 0.84). Además, se encontró que el tratamiento diario con dosis de 75 a 300 mg de aspirina está ligado a una disminución del 51% en las tasas de mortalidad por cáncer para pacientes que no tenían metástasis al momento del diagnóstico (hazard ratio 0.49, con un intervalo de confianza del 95% entre 0.30 y 0.79).

No obstante, los autores subrayaron que el uso de aspirina no está exento de riesgos. Entre los posibles efectos secundarios destacan las hemorragias y úlceras gástricas, por lo que su implementación como tratamiento debe ser cuidadosamente evaluada. Actualmente, ensayos clínicos como el denominado Add-Aspirin están investigando la eficacia de este fármaco en la prevención de recaídas en pacientes tratados por cáncer en estadio temprano, lo que podría ayudar a definir el perfil de pacientes que más se beneficiarían de este enfoque.

Este hallazgo también se sustenta en estudios previos que vinculan el uso de aspirina con una reducción en la propagación de tipos específicos de cáncer, incluidos el colorrectal, de mama y de próstata. Curiosamente, el descubrimiento del papel de la aspirina en la metástasis ocurrió de forma incidental, dado que el equipo originalmente estudiaba la inmunidad contra tumores en general.

En conclusión, este avance indica que la aspirina tiene el potencial de convertirse en una herramienta terapéutica para combatir la diseminación del cáncer, aunque la comunidad científica coincide en la necesidad de realizar investigaciones adicionales para establecer directrices claras respecto a su dosis, pacientes candidatos y compatibilidad con otros tratamientos oncológicos.

Algo Curioso

“Este hallazgo abre el potencial de utilizar la aspirina como un enfoque terapéutico para prevenir la metástasis, pero su aplicación debe ser cuidadosamente estudiada”

– Destacaron los investigadores de la Universidad de Cambridge.

Mar 6, 2025
Colglobal News

Un equipo de la Universidad de Cambridge ha identificado cómo la aspirina, un medicamento ampliamente conocido y utilizado principalmente para el alivio de dolor o como anticoagulante, también puede desempeñar un papel crucial en la prevención de la metástasis del cáncer. El estudio, publicado en la prestigiosa revista científica Nature, se enfoca en la capacidad de la aspirina para estimular una respuesta inmunitaria que ataca las células tumorales que se propagan dentro del cuerpo. Según el informe, la clave se encuentra en la acción de este fármaco sobre las plaquetas sanguíneas y una sustancia llamada tromboxano A₂ (TXA₂).

El mecanismo descrito muestra que la aspirina reduce la producción de TXA₂, una molécula liberada por las plaquetas que normalmente suprime la actividad de las células T, fundamentales en la defensa inmunológica contra el cáncer. Al bloquear la producción de TXA₂, las células T logran actuar con mayor efectividad y atacar las células tumorales. En experimentos realizados en ratones, los investigadores observaron que la eliminación del gen ARHGEF1, que regula la actividad inhibitoria de las células T, produjo una reducción notable en las metástasis presentes en los pulmones y el hígado.

Por otro lado, estudios en humanos refuerzan los prometedores resultados de la aspirina en la prevención de la metástasis. Un análisis de ensayos clínicos aleatorizados mostró que el uso de aspirina puede reducir la incidencia de metástasis en un 36% (hazard ratio 0.64, con un intervalo de confianza del 95% de 0.48 a 0.84). Además, se encontró que el tratamiento diario con dosis de 75 a 300 mg de aspirina está ligado a una disminución del 51% en las tasas de mortalidad por cáncer para pacientes que no tenían metástasis al momento del diagnóstico (hazard ratio 0.49, con un intervalo de confianza del 95% entre 0.30 y 0.79).

No obstante, los autores subrayaron que el uso de aspirina no está exento de riesgos. Entre los posibles efectos secundarios destacan las hemorragias y úlceras gástricas, por lo que su implementación como tratamiento debe ser cuidadosamente evaluada. Actualmente, ensayos clínicos como el denominado Add-Aspirin están investigando la eficacia de este fármaco en la prevención de recaídas en pacientes tratados por cáncer en estadio temprano, lo que podría ayudar a definir el perfil de pacientes que más se beneficiarían de este enfoque.

Este hallazgo también se sustenta en estudios previos que vinculan el uso de aspirina con una reducción en la propagación de tipos específicos de cáncer, incluidos el colorrectal, de mama y de próstata. Curiosamente, el descubrimiento del papel de la aspirina en la metástasis ocurrió de forma incidental, dado que el equipo originalmente estudiaba la inmunidad contra tumores en general.

En conclusión, este avance indica que la aspirina tiene el potencial de convertirse en una herramienta terapéutica para combatir la diseminación del cáncer, aunque la comunidad científica coincide en la necesidad de realizar investigaciones adicionales para establecer directrices claras respecto a su dosis, pacientes candidatos y compatibilidad con otros tratamientos oncológicos.

Un equipo de la Universidad de Cambridge ha identificado cómo la aspirina, un medicamento ampliamente conocido y utilizado principalmente para el alivio de dolor o como anticoagulante, también puede desempeñar un papel crucial en la prevención de la metástasis del cáncer. El estudio, publicado en la prestigiosa revista científica Nature, se enfoca en la capacidad de la aspirina para estimular una respuesta inmunitaria que ataca las células tumorales que se propagan dentro del cuerpo. Según el informe, la clave se encuentra en la acción de este fármaco sobre las plaquetas sanguíneas y una sustancia llamada tromboxano A₂ (TXA₂).

El mecanismo descrito muestra que la aspirina reduce la producción de TXA₂, una molécula liberada por las plaquetas que normalmente suprime la actividad de las células T, fundamentales en la defensa inmunológica contra el cáncer. Al bloquear la producción de TXA₂, las células T logran actuar con mayor efectividad y atacar las células tumorales. En experimentos realizados en ratones, los investigadores observaron que la eliminación del gen ARHGEF1, que regula la actividad inhibitoria de las células T, produjo una reducción notable en las metástasis presentes en los pulmones y el hígado.

Por otro lado, estudios en humanos refuerzan los prometedores resultados de la aspirina en la prevención de la metástasis. Un análisis de ensayos clínicos aleatorizados mostró que el uso de aspirina puede reducir la incidencia de metástasis en un 36% (hazard ratio 0.64, con un intervalo de confianza del 95% de 0.48 a 0.84). Además, se encontró que el tratamiento diario con dosis de 75 a 300 mg de aspirina está ligado a una disminución del 51% en las tasas de mortalidad por cáncer para pacientes que no tenían metástasis al momento del diagnóstico (hazard ratio 0.49, con un intervalo de confianza del 95% entre 0.30 y 0.79).

No obstante, los autores subrayaron que el uso de aspirina no está exento de riesgos. Entre los posibles efectos secundarios destacan las hemorragias y úlceras gástricas, por lo que su implementación como tratamiento debe ser cuidadosamente evaluada. Actualmente, ensayos clínicos como el denominado Add-Aspirin están investigando la eficacia de este fármaco en la prevención de recaídas en pacientes tratados por cáncer en estadio temprano, lo que podría ayudar a definir el perfil de pacientes que más se beneficiarían de este enfoque.

Este hallazgo también se sustenta en estudios previos que vinculan el uso de aspirina con una reducción en la propagación de tipos específicos de cáncer, incluidos el colorrectal, de mama y de próstata. Curiosamente, el descubrimiento del papel de la aspirina en la metástasis ocurrió de forma incidental, dado que el equipo originalmente estudiaba la inmunidad contra tumores en general.

En conclusión, este avance indica que la aspirina tiene el potencial de convertirse en una herramienta terapéutica para combatir la diseminación del cáncer, aunque la comunidad científica coincide en la necesidad de realizar investigaciones adicionales para establecer directrices claras respecto a su dosis, pacientes candidatos y compatibilidad con otros tratamientos oncológicos.

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