El Ejército de Defensa de Israel (IDF) ha intensificado su ofensiva contra Hezbollah en el sur de Líbano, dando inicio a una incursión terrestre tras la aprobación del gabinete israelí. El portavoz del gobierno israelí destacó que esta operación es "dirigida y limitada en tiempo y alcance", centrada en eliminar infraestructuras de Hezbollah que representan una amenaza inmediata para las comunidades israelíes en el norte.
Paralelamente, Israel ha intensificado sus ataques aéreos, incluyendo bombardeos en los suburbios del sur de Beirut, donde se han reportado explosiones significativas. Desde el inicio de la escalada, al menos 95 personas han muerto en los ataques aéreos en Líbano. En total, más de 1,000 personas han muerto en Líbano en las últimas dos semanas y se estima que hasta un millón de personas han sido desplazadas debido a la violencia.
La IDF ha llevado a cabo bombardeos en localidades clave como Marjayoun, Wazzani y Khiam. Este operativo tiene como objetivo neutralizar las infraestructuras de Hezbollah que se consideran una amenaza para la seguridad israelí. En respuesta a la creciente violencia, el ejército libanés ha comenzado a retirar tropas de la frontera sur, moviéndose al menos a cinco kilómetros (tres millas) al norte.
La comunidad internacional ha reaccionado con preocupación. El presidente estadounidense, Joe Biden, ha instado a un alto el fuego inmediato para prevenir un "deslizamiento" hacia un conflicto prolongado. El secretario de Estado británico ha hecho un llamado similar, subrayando la necesidad de una resolución pacífica. En paralelo, varios países europeos han comenzado a organizar evacuaciones para sus ciudadanos. El Reino Unido, por ejemplo, ha desplegado aproximadamente 700 soldados en Chipre para apoyar estas operaciones de evacuación.
El impacto humanitario del conflicto es significativo. En Beirut, un ataque aéreo en el barrio de Kola resultó en la muerte de tres miembros del Frente Popular para la Liberación de Palestina, marcando la primera vez que el centro de la ciudad es golpeado desde 2006. Hasta ahora, las evacuaciones internacionales se han intensificado, con el Reino Unido organizando vuelos comerciales para evacuar a sus ciudadanos y Alemania retirando a personal no esencial y familias de trabajadores de la embajada.
Hezbollah ha prometido seguir la lucha, a pesar de la muerte de su líder, Hassan Nasrallah, en un ataque israelí. El grupo ha declarado estar preparado para cualquier ofensiva terrestre israelí. Además, los hutíes en Yemen han anunciado que intensificarán sus operaciones militares contra Israel en respuesta a los recientes ataques.