La Unión Europea ha lanzado el ambicioso programa espacial IRIS² (Infraestructura para la Resiliencia, Interconectividad y Seguridad por Satélite), cuyo objetivo es desarrollar una constelación de alrededor de 290 satélites que operarán en órbitas bajas y medias de la Tierra. El proyecto cuenta con un presupuesto total de €10.6 mil millones, equivalentes a aproximadamente US$ 11.1 mil millones.
El programa IRIS², con sus objetivos de proporcionar comunicaciones seguras tanto para gobiernos como para ejércitos, se posiciona como un fuerte competidor del sistema Starlink de Elon Musk, que actualmente tiene unos 6,000 satélites en órbita y sobrepasa los 4 millones de suscriptores.
Está previsto que las primeras señales de comunicación del programa europeo comiencen a operar en 2030. Del financiamiento total, el 61% será aportado por fondos públicos, mientras que el resto provendrá de un consorcio industrial denominado SpaceRise, que incluye a empresas como Eutelsat, SES y Hispasat.
El contexto de este programa se enmarca en el incremento de las preocupaciones sobre ciberseguridad y las recientes tensiones geopolíticas, particularmente la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Este proyecto busca hacer frente a estos desafíos mediante el fortalecimiento de la soberanía y la conectividad segura de la Unión Europea.
Previamente, el Reino Unido participaba en los programas espaciales europeos, pero tras el Brexit, ha decidido desarrollar su propia infraestructura satelital. Entre sus proyectos se encuentran el satélite militar Tyche y el futuro satélite Juno, cuyo lanzamiento está programado para 2027. Hasta el momento, no ha habido solicitudes por parte del Reino Unido para unirse a IRIS², pese a los intereses compartidos en materia de defensa y seguridad.
IRIS² se une a otros programas emblemáticos de satélites de la UE, como Galileo y Copernicus, en su esfuerzo por abordar desafíos cruciales a largo plazo relativos a la seguridad y la interconectividad en el continente europeo.