Salud

Investigadores prueban con éxito una pastilla oral que podría curar el ébola en monos, allanando el camino para su uso en humanos

Un estudio publicado en Science Advances ha demostrado que Obeldesivir, la versión oral del antiviral Remdesivir, puede curar el ébola en monos. El experimento, liderado por Thomas Geisbert de la Universidad de Texas, destaca el potencial de esta pastilla como una solución práctica frente a esta enfermedad mortal.

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Investigadores prueban con éxito una pastilla oral que podría curar el ébola en monos, allanando el camino para su uso en humanos

Un estudio publicado en Science Advances ha demostrado que Obeldesivir, la versión oral del antiviral Remdesivir, puede curar el ébola en monos. El experimento, liderado por Thomas Geisbert de la Universidad de Texas, destaca el potencial de esta pastilla como una solución práctica frente a esta enfermedad mortal.

“Este puede ser un paso importante hacia tratamientos más accesibles y efectivos para el ébola”

– Afirmó Thomas Geisbert, líder del estudio.

19/3/2025

Una reciente investigación encabezada por el virólogo Thomas Geisbert de la Universidad de Texas en Galveston, y publicada en la revista Science Advances, ha arrojado resultados alentadores en el tratamiento del ébola. El estudio reveló que Obeldesivir, una versión oral del antiviral Remdesivir originalmente desarrollado para combatir el COVID-19, eliminó el virus y protegió a macacos rhesus y cínomolgos expuestos a dosis letales del virus.

En el experimento, los monos fueron infectados con una cantidad extremadamente alta de la variante Makona del virus del ébola, equivalente a 30,000 veces la dosis letal para humanos, lo que permitió obtener resultados estadísticamente significativos. Al día siguiente de la exposición, diez monos recibieron diariamente una pastilla de Obeldesivir durante diez días, mientras que otros tres individuos no fueron tratados para usarlos como control comparativo. El tratamiento logró una tasa de supervivencia del 100% en macacos rhesus y del 80% en cínomolgos, mientras que todos los animales no tratados fallecieron.

El estudio también destacó que Obeldesivir no solo erradicó el virus de la sangre, sino que también ayudó a los monos infectados a desarrollar anticuerpos y evitar daños en los órganos. Este efecto se atribuye a su mecanismo como inhibidor de la polimerasa, que bloquea una enzima vital para la replicación viral. En comparación con tratamientos de anticuerpos ya existentes, que son efectivos solo contra la cepa Zaire del ébola, Obeldesivir ofrece una protección de amplio espectro contra múltiples variantes.

El ébola, identificado por primera vez en 1976, es una enfermedad altamente letal que se trasmite por contacto directo con fluidos corporales y provoca hemorragias graves, insuficiencia orgánica y, en la mayoría de los casos, la muerte. Su incidencia se concentra principalmente en regiones de África subsahariana, donde el desarrollo y la distribución de tratamientos se ven complicados tanto por problemas logísticos como por la falta de incentivos financieros.

El éxito en monos allana el camino para futuras investigaciones que podrían incluir pruebas clínicas en humanos. Paralelamente, la farmacéutica Gilead está llevando a cabo ensayos clínicos de fase 2 con Obeldesivir para tratar el virus de Marburgo, otro patógeno mortal relacionado con el ébola. Según Geisbert, este avance fue posible gracias al apoyo financiero de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, subrayando la importancia de respaldar la investigación científica en enfermedades desatendidas.

Aunque quedan interrogantes antes de su aplicación en humanos, el desarrollo de un tratamiento oral como Obeldesivir ofrecería una solución más accesible y práctica para enfrentar brotes, particularmente en áreas con infraestructura médica limitada.

El ébola debe su nombre al río Ébola, en la República Democrática del Congo, donde se identificó por primera vez la enfermedad en 1976.

Algo Curioso

“Este puede ser un paso importante hacia tratamientos más accesibles y efectivos para el ébola”

– Afirmó Thomas Geisbert, líder del estudio.

Mar 19, 2025
Colglobal News

Una reciente investigación encabezada por el virólogo Thomas Geisbert de la Universidad de Texas en Galveston, y publicada en la revista Science Advances, ha arrojado resultados alentadores en el tratamiento del ébola. El estudio reveló que Obeldesivir, una versión oral del antiviral Remdesivir originalmente desarrollado para combatir el COVID-19, eliminó el virus y protegió a macacos rhesus y cínomolgos expuestos a dosis letales del virus.

En el experimento, los monos fueron infectados con una cantidad extremadamente alta de la variante Makona del virus del ébola, equivalente a 30,000 veces la dosis letal para humanos, lo que permitió obtener resultados estadísticamente significativos. Al día siguiente de la exposición, diez monos recibieron diariamente una pastilla de Obeldesivir durante diez días, mientras que otros tres individuos no fueron tratados para usarlos como control comparativo. El tratamiento logró una tasa de supervivencia del 100% en macacos rhesus y del 80% en cínomolgos, mientras que todos los animales no tratados fallecieron.

El estudio también destacó que Obeldesivir no solo erradicó el virus de la sangre, sino que también ayudó a los monos infectados a desarrollar anticuerpos y evitar daños en los órganos. Este efecto se atribuye a su mecanismo como inhibidor de la polimerasa, que bloquea una enzima vital para la replicación viral. En comparación con tratamientos de anticuerpos ya existentes, que son efectivos solo contra la cepa Zaire del ébola, Obeldesivir ofrece una protección de amplio espectro contra múltiples variantes.

El ébola, identificado por primera vez en 1976, es una enfermedad altamente letal que se trasmite por contacto directo con fluidos corporales y provoca hemorragias graves, insuficiencia orgánica y, en la mayoría de los casos, la muerte. Su incidencia se concentra principalmente en regiones de África subsahariana, donde el desarrollo y la distribución de tratamientos se ven complicados tanto por problemas logísticos como por la falta de incentivos financieros.

El éxito en monos allana el camino para futuras investigaciones que podrían incluir pruebas clínicas en humanos. Paralelamente, la farmacéutica Gilead está llevando a cabo ensayos clínicos de fase 2 con Obeldesivir para tratar el virus de Marburgo, otro patógeno mortal relacionado con el ébola. Según Geisbert, este avance fue posible gracias al apoyo financiero de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, subrayando la importancia de respaldar la investigación científica en enfermedades desatendidas.

Aunque quedan interrogantes antes de su aplicación en humanos, el desarrollo de un tratamiento oral como Obeldesivir ofrecería una solución más accesible y práctica para enfrentar brotes, particularmente en áreas con infraestructura médica limitada.

El ébola debe su nombre al río Ébola, en la República Democrática del Congo, donde se identificó por primera vez la enfermedad en 1976.

Una reciente investigación encabezada por el virólogo Thomas Geisbert de la Universidad de Texas en Galveston, y publicada en la revista Science Advances, ha arrojado resultados alentadores en el tratamiento del ébola. El estudio reveló que Obeldesivir, una versión oral del antiviral Remdesivir originalmente desarrollado para combatir el COVID-19, eliminó el virus y protegió a macacos rhesus y cínomolgos expuestos a dosis letales del virus.

En el experimento, los monos fueron infectados con una cantidad extremadamente alta de la variante Makona del virus del ébola, equivalente a 30,000 veces la dosis letal para humanos, lo que permitió obtener resultados estadísticamente significativos. Al día siguiente de la exposición, diez monos recibieron diariamente una pastilla de Obeldesivir durante diez días, mientras que otros tres individuos no fueron tratados para usarlos como control comparativo. El tratamiento logró una tasa de supervivencia del 100% en macacos rhesus y del 80% en cínomolgos, mientras que todos los animales no tratados fallecieron.

El estudio también destacó que Obeldesivir no solo erradicó el virus de la sangre, sino que también ayudó a los monos infectados a desarrollar anticuerpos y evitar daños en los órganos. Este efecto se atribuye a su mecanismo como inhibidor de la polimerasa, que bloquea una enzima vital para la replicación viral. En comparación con tratamientos de anticuerpos ya existentes, que son efectivos solo contra la cepa Zaire del ébola, Obeldesivir ofrece una protección de amplio espectro contra múltiples variantes.

El ébola, identificado por primera vez en 1976, es una enfermedad altamente letal que se trasmite por contacto directo con fluidos corporales y provoca hemorragias graves, insuficiencia orgánica y, en la mayoría de los casos, la muerte. Su incidencia se concentra principalmente en regiones de África subsahariana, donde el desarrollo y la distribución de tratamientos se ven complicados tanto por problemas logísticos como por la falta de incentivos financieros.

El éxito en monos allana el camino para futuras investigaciones que podrían incluir pruebas clínicas en humanos. Paralelamente, la farmacéutica Gilead está llevando a cabo ensayos clínicos de fase 2 con Obeldesivir para tratar el virus de Marburgo, otro patógeno mortal relacionado con el ébola. Según Geisbert, este avance fue posible gracias al apoyo financiero de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, subrayando la importancia de respaldar la investigación científica en enfermedades desatendidas.

Aunque quedan interrogantes antes de su aplicación en humanos, el desarrollo de un tratamiento oral como Obeldesivir ofrecería una solución más accesible y práctica para enfrentar brotes, particularmente en áreas con infraestructura médica limitada.

El ébola debe su nombre al río Ébola, en la República Democrática del Congo, donde se identificó por primera vez la enfermedad en 1976.

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