Ciencia

Iguanas viajaron más de 8.000 kilómetros por el océano y llegaron a Fiyi hace millones de años

Un reciente estudio sugiere que las iguanas crestadas de Fiyi lograron cruzar más de 8,000 kilómetros de océano desde América del Norte hace entre 30 y 34 millones de años, siendo esta travesía la más extensa conocida entre vertebrados no humanos.

Ciencia

Iguanas viajaron más de 8.000 kilómetros por el océano y llegaron a Fiyi hace millones de años

Un reciente estudio sugiere que las iguanas crestadas de Fiyi lograron cruzar más de 8,000 kilómetros de océano desde América del Norte hace entre 30 y 34 millones de años, siendo esta travesía la más extensa conocida entre vertebrados no humanos.

“América del Norte es la zona de origen más probable de las iguanas en Fiji, y el rafting es el mecanismo mejor respaldado”

– Explicó Simon G. Scarpetta, biólogo evolutivo de la Universidad de San Francisco.

25/3/2025

La evidencia genética y los análisis evolutivos han resuelto un misterio que intriga tanto a la comunidad científica como al público general: el sorprendente viaje de las iguanas nativas de Fiyi y Tonga, que recorrieron más de 8,000 kilómetros desde América del Norte hasta el Pacífico Sur hace entre 30 y 34 millones de años. Este asombroso evento evolutivo ha sido documentado por el biólogo evolutivo Simon G. Scarpetta y un equipo de investigadores, en un artículo publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias.

Las iguanas de Fiyi, pertenecientes al género Brachylophus, muestran similitudes genéticas y anatómicas con el género Dipsosaurus, que abarca iguanas del desierto localizadas en el suroeste de Estados Unidos y el noroeste de México. Estos parentescos genéticos han permitido a los científicos establecer que los dos géneros se separaron hace entre 30 y 34 millones de años, un periodo que coincide con la formación del archipiélago de Fiyi debido a actividad volcánica.

Durante esta época, las capas de hielo situadas en los polos y el frío extremo hicieron improbable la migración de reptiles desde América a Asia o Australia por rutas terrestres. Además, no existe evidencia fósil de iguanas en el hemisferio oriental, salvo en Fiyi y Tonga, lo que refuerza la hipótesis del rafting oceánico como el único medio de transporte plausible.

El rafting, un fenómeno mediante el cual animales terrestres atraviesan cuerpos de agua sobre esteras de vegetación flotante, ha sido documentado en vertebrados no humanos, aunque usualmente en distancias más cortas. Ejemplo de ello ocurrió en 1995, cuando se observaron al menos 15 iguanas verdes viajando cerca de 320 kilómetros entre islas caribeñas sobre restos de huracanes. Asimismo, los ancestros de las iguanas de las Islas Galápagos realizaron un viaje similar desde Sudamérica a una distancia de 965 kilómetros. Sin embargo, los casi 8,000 kilómetros que separan América del Norte de Fiyi representan el récord para vertebrados no humanos.

El equipo del Dr. Scarpetta atribuye esta hazaña a las adaptaciones fisiológicas de las iguanas del desierto. Estas criaturas, tolerantes al calor y capaces de soportar largas hibernaciones, habrían sobrevivido tres o cuatro meses en el océano, una duración equiparable a su tiempo de ayuno invernal. Además, si los reptiles herbívoros viajaban sobre esteras de vegetación, podrían haber tenido acceso a alimento en el trayecto.

Aunque algunos científicos sugieren rutas alternativas como una migración terrestre por Asia o Australia antes de llegar a Fiyi, estas teorías carecen de evidencia fósil que las respalde. Los estudios realizados por los investigadores concluyen que el rafting oceánico continúa siendo la explicación más sólida y fiable. Hamish G. Spencer, genetista evolutivo de la Universidad de Otago, expresó que estos eventos de dispersión a larga distancia antes parecían "historias inverificables, limitadas por la imaginación", pero que los argumentos presentados en este caso son altamente convincentes.

Esta investigación revela que el proceso de dispersión a larga distancia podría haber desempeñado un papel más significativo en la historia evolutiva de los animales de lo que se pensaba previamente, abriendo nuevas perspectivas en el estudio de cómo las especies colonizan regiones remotas del planeta.

La travesía oceánica de las iguanas a Fiyi, establecida como la más larga realizada por un vertebrado no humano, sugiere que sus ancestros tal vez sobrevivieron meses en hibernación sobre vegetación flotante, marcando un evento evolutivo y geográfico sin precedentes.

Algo Curioso

“América del Norte es la zona de origen más probable de las iguanas en Fiji, y el rafting es el mecanismo mejor respaldado”

– Explicó Simon G. Scarpetta, biólogo evolutivo de la Universidad de San Francisco.

Mar 25, 2025
Colglobal News

La evidencia genética y los análisis evolutivos han resuelto un misterio que intriga tanto a la comunidad científica como al público general: el sorprendente viaje de las iguanas nativas de Fiyi y Tonga, que recorrieron más de 8,000 kilómetros desde América del Norte hasta el Pacífico Sur hace entre 30 y 34 millones de años. Este asombroso evento evolutivo ha sido documentado por el biólogo evolutivo Simon G. Scarpetta y un equipo de investigadores, en un artículo publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias.

Las iguanas de Fiyi, pertenecientes al género Brachylophus, muestran similitudes genéticas y anatómicas con el género Dipsosaurus, que abarca iguanas del desierto localizadas en el suroeste de Estados Unidos y el noroeste de México. Estos parentescos genéticos han permitido a los científicos establecer que los dos géneros se separaron hace entre 30 y 34 millones de años, un periodo que coincide con la formación del archipiélago de Fiyi debido a actividad volcánica.

Durante esta época, las capas de hielo situadas en los polos y el frío extremo hicieron improbable la migración de reptiles desde América a Asia o Australia por rutas terrestres. Además, no existe evidencia fósil de iguanas en el hemisferio oriental, salvo en Fiyi y Tonga, lo que refuerza la hipótesis del rafting oceánico como el único medio de transporte plausible.

El rafting, un fenómeno mediante el cual animales terrestres atraviesan cuerpos de agua sobre esteras de vegetación flotante, ha sido documentado en vertebrados no humanos, aunque usualmente en distancias más cortas. Ejemplo de ello ocurrió en 1995, cuando se observaron al menos 15 iguanas verdes viajando cerca de 320 kilómetros entre islas caribeñas sobre restos de huracanes. Asimismo, los ancestros de las iguanas de las Islas Galápagos realizaron un viaje similar desde Sudamérica a una distancia de 965 kilómetros. Sin embargo, los casi 8,000 kilómetros que separan América del Norte de Fiyi representan el récord para vertebrados no humanos.

El equipo del Dr. Scarpetta atribuye esta hazaña a las adaptaciones fisiológicas de las iguanas del desierto. Estas criaturas, tolerantes al calor y capaces de soportar largas hibernaciones, habrían sobrevivido tres o cuatro meses en el océano, una duración equiparable a su tiempo de ayuno invernal. Además, si los reptiles herbívoros viajaban sobre esteras de vegetación, podrían haber tenido acceso a alimento en el trayecto.

Aunque algunos científicos sugieren rutas alternativas como una migración terrestre por Asia o Australia antes de llegar a Fiyi, estas teorías carecen de evidencia fósil que las respalde. Los estudios realizados por los investigadores concluyen que el rafting oceánico continúa siendo la explicación más sólida y fiable. Hamish G. Spencer, genetista evolutivo de la Universidad de Otago, expresó que estos eventos de dispersión a larga distancia antes parecían "historias inverificables, limitadas por la imaginación", pero que los argumentos presentados en este caso son altamente convincentes.

Esta investigación revela que el proceso de dispersión a larga distancia podría haber desempeñado un papel más significativo en la historia evolutiva de los animales de lo que se pensaba previamente, abriendo nuevas perspectivas en el estudio de cómo las especies colonizan regiones remotas del planeta.

La travesía oceánica de las iguanas a Fiyi, establecida como la más larga realizada por un vertebrado no humano, sugiere que sus ancestros tal vez sobrevivieron meses en hibernación sobre vegetación flotante, marcando un evento evolutivo y geográfico sin precedentes.

La evidencia genética y los análisis evolutivos han resuelto un misterio que intriga tanto a la comunidad científica como al público general: el sorprendente viaje de las iguanas nativas de Fiyi y Tonga, que recorrieron más de 8,000 kilómetros desde América del Norte hasta el Pacífico Sur hace entre 30 y 34 millones de años. Este asombroso evento evolutivo ha sido documentado por el biólogo evolutivo Simon G. Scarpetta y un equipo de investigadores, en un artículo publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias.

Las iguanas de Fiyi, pertenecientes al género Brachylophus, muestran similitudes genéticas y anatómicas con el género Dipsosaurus, que abarca iguanas del desierto localizadas en el suroeste de Estados Unidos y el noroeste de México. Estos parentescos genéticos han permitido a los científicos establecer que los dos géneros se separaron hace entre 30 y 34 millones de años, un periodo que coincide con la formación del archipiélago de Fiyi debido a actividad volcánica.

Durante esta época, las capas de hielo situadas en los polos y el frío extremo hicieron improbable la migración de reptiles desde América a Asia o Australia por rutas terrestres. Además, no existe evidencia fósil de iguanas en el hemisferio oriental, salvo en Fiyi y Tonga, lo que refuerza la hipótesis del rafting oceánico como el único medio de transporte plausible.

El rafting, un fenómeno mediante el cual animales terrestres atraviesan cuerpos de agua sobre esteras de vegetación flotante, ha sido documentado en vertebrados no humanos, aunque usualmente en distancias más cortas. Ejemplo de ello ocurrió en 1995, cuando se observaron al menos 15 iguanas verdes viajando cerca de 320 kilómetros entre islas caribeñas sobre restos de huracanes. Asimismo, los ancestros de las iguanas de las Islas Galápagos realizaron un viaje similar desde Sudamérica a una distancia de 965 kilómetros. Sin embargo, los casi 8,000 kilómetros que separan América del Norte de Fiyi representan el récord para vertebrados no humanos.

El equipo del Dr. Scarpetta atribuye esta hazaña a las adaptaciones fisiológicas de las iguanas del desierto. Estas criaturas, tolerantes al calor y capaces de soportar largas hibernaciones, habrían sobrevivido tres o cuatro meses en el océano, una duración equiparable a su tiempo de ayuno invernal. Además, si los reptiles herbívoros viajaban sobre esteras de vegetación, podrían haber tenido acceso a alimento en el trayecto.

Aunque algunos científicos sugieren rutas alternativas como una migración terrestre por Asia o Australia antes de llegar a Fiyi, estas teorías carecen de evidencia fósil que las respalde. Los estudios realizados por los investigadores concluyen que el rafting oceánico continúa siendo la explicación más sólida y fiable. Hamish G. Spencer, genetista evolutivo de la Universidad de Otago, expresó que estos eventos de dispersión a larga distancia antes parecían "historias inverificables, limitadas por la imaginación", pero que los argumentos presentados en este caso son altamente convincentes.

Esta investigación revela que el proceso de dispersión a larga distancia podría haber desempeñado un papel más significativo en la historia evolutiva de los animales de lo que se pensaba previamente, abriendo nuevas perspectivas en el estudio de cómo las especies colonizan regiones remotas del planeta.

La travesía oceánica de las iguanas a Fiyi, establecida como la más larga realizada por un vertebrado no humano, sugiere que sus ancestros tal vez sobrevivieron meses en hibernación sobre vegetación flotante, marcando un evento evolutivo y geográfico sin precedentes.

Algo Curioso

PODRÍA INTERESARTE
 

No tienes acceso

Necesitas una membresía para acceder al contenido de este sitio.
Por favor Regístrate o Ingresa