Salud

Un Hombre Declarado con Muerte Cerebral Despierta Justo Antes de la Extracción de sus Órganos

Anthony Thomas 'TJ' Hoover II, de 36 años y residente de Kentucky, fue declarado muerto cerebralmente tras un paro cardíaco por sobredosis de drogas. Mientras se preparaban para extraer sus órganos en el Baptist Health Hospital, TJ despertó, lo cual ha desencadenado investigaciones federales y estatales sobre los protocolos de donación de órganos.

Salud

Un Hombre Declarado con Muerte Cerebral Despierta Justo Antes de la Extracción de sus Órganos

Anthony Thomas 'TJ' Hoover II, de 36 años y residente de Kentucky, fue declarado muerto cerebralmente tras un paro cardíaco por sobredosis de drogas. Mientras se preparaban para extraer sus órganos en el Baptist Health Hospital, TJ despertó, lo cual ha desencadenado investigaciones federales y estatales sobre los protocolos de donación de órganos.

"Nuestros protocolos y prácticas han sido siempre en favor de la ética y el bienestar de los pacientes"

- Afirmó un portavoz de la Kentucky Organ Donor Affiliates (KODA).

23/10/2024

En octubre de 2021, TJ Hoover fue ingresado en el Baptist Health Hospital en Richmond, Kentucky, luego de sufrir un paro cardíaco. Los médicos lo declararon muerto cerebralmente, informando a su familia que no mostraba reflejos ni actividad cerebral. Informados de que TJ había dado su consentimiento para la donación de órganos en caso de su muerte, su familia dio el visto bueno para el procedimiento de extracción de órganos.

Antes del traslado al quirófano, Donna Rhorer, la hermana de TJ, notó que sus ojos se abrían y seguían a los familiares, una reacción que el personal médico atribuyó a reflejos automáticos. Sin embargo, una hora después de haber sido llevado al quirófano para la extracción de órganos, TJ comenzó a moverse y a llorar, alarmando a todo el personal presente. Ante los signos evidentes de vida, los cirujanos, describiendo la situación como caótica, detuvieron la cirugía de inmediato y TJ fue regresado a cuidados intensivos.

Actualmente, TJ reside con su hermana Donna y enfrenta secuelas significativas, incluyendo problemas de memoria, habla y movilidad. Donna ha asumido el papel de su cuidadora principal desde el incidente.

A raíz de este evento, la Oficina del Fiscal General de Kentucky y la Administración de Recursos y Servicios de Salud (HRSA) han lanzado investigaciones para evaluar y asegurar la precisión de los protocolos en la declaración de muerte y la ética en los procedimientos de donación de órganos en Estados Unidos. Estas agencias buscan esclarecer las condiciones bajo las cuales TJ fue declarado muerto cerebralmente y los protocolos seguidos durante su intento de extracción de órganos.

La Kentucky Organ Donor Affiliates (KODA) ha respondido a las críticas, afirmando que nunca han recolectado órganos de pacientes vivos y que el incidente no ha sido representado con precisión. Por otro lado, expertos en ética médica han señalado que casos como este pueden erosionar la confianza pública en el sistema de donación de órganos. Actualmente, más de 103,000 personas en Estados Unidos se encuentran en listas de espera para trasplantes, subrayando la importancia crítica de mantener la integridad y la confianza en estos procedimientos.

Durante 2022, se realizaron más de 46,000 trasplantes en Estados Unidos, sin embargo, esta cifra apenas cubre una fracción de las necesidades actuales de pacientes en espera. El incidente con TJ Hoover ha renovado llamados a revisar los métodos de determinación de muerte y a garantizar que los errores no se repitan, destacando la necesidad de una supervisión más estricta y transparente en el sistema de salud.

Las investigaciones en curso y las respuestas de organizaciones como KODA serán cruciales para determinar los pasos a seguir y restaurar la confianza pública en el proceso de donación de órganos, un componente vital del sistema de salud estadounidense.

Algo Curioso

"Nuestros protocolos y prácticas han sido siempre en favor de la ética y el bienestar de los pacientes"

- Afirmó un portavoz de la Kentucky Organ Donor Affiliates (KODA).

Oct 23, 2024
Colglobal News

En octubre de 2021, TJ Hoover fue ingresado en el Baptist Health Hospital en Richmond, Kentucky, luego de sufrir un paro cardíaco. Los médicos lo declararon muerto cerebralmente, informando a su familia que no mostraba reflejos ni actividad cerebral. Informados de que TJ había dado su consentimiento para la donación de órganos en caso de su muerte, su familia dio el visto bueno para el procedimiento de extracción de órganos.

Antes del traslado al quirófano, Donna Rhorer, la hermana de TJ, notó que sus ojos se abrían y seguían a los familiares, una reacción que el personal médico atribuyó a reflejos automáticos. Sin embargo, una hora después de haber sido llevado al quirófano para la extracción de órganos, TJ comenzó a moverse y a llorar, alarmando a todo el personal presente. Ante los signos evidentes de vida, los cirujanos, describiendo la situación como caótica, detuvieron la cirugía de inmediato y TJ fue regresado a cuidados intensivos.

Actualmente, TJ reside con su hermana Donna y enfrenta secuelas significativas, incluyendo problemas de memoria, habla y movilidad. Donna ha asumido el papel de su cuidadora principal desde el incidente.

A raíz de este evento, la Oficina del Fiscal General de Kentucky y la Administración de Recursos y Servicios de Salud (HRSA) han lanzado investigaciones para evaluar y asegurar la precisión de los protocolos en la declaración de muerte y la ética en los procedimientos de donación de órganos en Estados Unidos. Estas agencias buscan esclarecer las condiciones bajo las cuales TJ fue declarado muerto cerebralmente y los protocolos seguidos durante su intento de extracción de órganos.

La Kentucky Organ Donor Affiliates (KODA) ha respondido a las críticas, afirmando que nunca han recolectado órganos de pacientes vivos y que el incidente no ha sido representado con precisión. Por otro lado, expertos en ética médica han señalado que casos como este pueden erosionar la confianza pública en el sistema de donación de órganos. Actualmente, más de 103,000 personas en Estados Unidos se encuentran en listas de espera para trasplantes, subrayando la importancia crítica de mantener la integridad y la confianza en estos procedimientos.

Durante 2022, se realizaron más de 46,000 trasplantes en Estados Unidos, sin embargo, esta cifra apenas cubre una fracción de las necesidades actuales de pacientes en espera. El incidente con TJ Hoover ha renovado llamados a revisar los métodos de determinación de muerte y a garantizar que los errores no se repitan, destacando la necesidad de una supervisión más estricta y transparente en el sistema de salud.

Las investigaciones en curso y las respuestas de organizaciones como KODA serán cruciales para determinar los pasos a seguir y restaurar la confianza pública en el proceso de donación de órganos, un componente vital del sistema de salud estadounidense.

En octubre de 2021, TJ Hoover fue ingresado en el Baptist Health Hospital en Richmond, Kentucky, luego de sufrir un paro cardíaco. Los médicos lo declararon muerto cerebralmente, informando a su familia que no mostraba reflejos ni actividad cerebral. Informados de que TJ había dado su consentimiento para la donación de órganos en caso de su muerte, su familia dio el visto bueno para el procedimiento de extracción de órganos.

Antes del traslado al quirófano, Donna Rhorer, la hermana de TJ, notó que sus ojos se abrían y seguían a los familiares, una reacción que el personal médico atribuyó a reflejos automáticos. Sin embargo, una hora después de haber sido llevado al quirófano para la extracción de órganos, TJ comenzó a moverse y a llorar, alarmando a todo el personal presente. Ante los signos evidentes de vida, los cirujanos, describiendo la situación como caótica, detuvieron la cirugía de inmediato y TJ fue regresado a cuidados intensivos.

Actualmente, TJ reside con su hermana Donna y enfrenta secuelas significativas, incluyendo problemas de memoria, habla y movilidad. Donna ha asumido el papel de su cuidadora principal desde el incidente.

A raíz de este evento, la Oficina del Fiscal General de Kentucky y la Administración de Recursos y Servicios de Salud (HRSA) han lanzado investigaciones para evaluar y asegurar la precisión de los protocolos en la declaración de muerte y la ética en los procedimientos de donación de órganos en Estados Unidos. Estas agencias buscan esclarecer las condiciones bajo las cuales TJ fue declarado muerto cerebralmente y los protocolos seguidos durante su intento de extracción de órganos.

La Kentucky Organ Donor Affiliates (KODA) ha respondido a las críticas, afirmando que nunca han recolectado órganos de pacientes vivos y que el incidente no ha sido representado con precisión. Por otro lado, expertos en ética médica han señalado que casos como este pueden erosionar la confianza pública en el sistema de donación de órganos. Actualmente, más de 103,000 personas en Estados Unidos se encuentran en listas de espera para trasplantes, subrayando la importancia crítica de mantener la integridad y la confianza en estos procedimientos.

Durante 2022, se realizaron más de 46,000 trasplantes en Estados Unidos, sin embargo, esta cifra apenas cubre una fracción de las necesidades actuales de pacientes en espera. El incidente con TJ Hoover ha renovado llamados a revisar los métodos de determinación de muerte y a garantizar que los errores no se repitan, destacando la necesidad de una supervisión más estricta y transparente en el sistema de salud.

Las investigaciones en curso y las respuestas de organizaciones como KODA serán cruciales para determinar los pasos a seguir y restaurar la confianza pública en el proceso de donación de órganos, un componente vital del sistema de salud estadounidense.

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