Salud

Científicos Demuestran que Caminar con Paradas Consume Más Energía que Caminar de Forma Continua

Investigadores de la Universidad de Milán han descubierto que caminar en intervalos cortos requiere entre un 20% y un 60% más de energía en comparación con caminar de manera continua la misma distancia, según un estudio publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B.

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Científicos Demuestran que Caminar con Paradas Consume Más Energía que Caminar de Forma Continua

Investigadores de la Universidad de Milán han descubierto que caminar en intervalos cortos requiere entre un 20% y un 60% más de energía en comparación con caminar de manera continua la misma distancia, según un estudio publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B.

"Al iniciar una caminata, el cuerpo incurre en un costo energético fijo, similar a un automóvil que consume más combustible al arrancar"

- Afirmaron los investigadores del estudio.

18/10/2024

El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Milán, concluyó que caminar en intervalos cortos o realizar ejercicios en ráfagas cortas de 10 a 30 segundos aumenta significativamente el consumo de oxígeno y, en consecuencia, el gasto energético. Un equipo de patofisiologistas midió el consumo de oxígeno de 10 voluntarios sanos mientras realizaban ejercicios en una máquina de escaleras y en una caminadora.

Los participantes caminaron y subieron escaleras en intervalos de tiempo variando de 10 segundos a 4 minutos. Se encontró que realizar actividades en ráfagas cortas requiere entre un 20% y un 60% más de energía que si se realizan de manera continua durante la misma distancia. La eficiencia del cuerpo en convertir oxígeno y energía en movimiento mejora después de unos minutos de actividad continua, pero al iniciar una caminata, el costo energético es considerablemente más alto.

Las mediciones, realizadas a través de un sistema de máscara que permitía calcular la ingesta de oxígeno, mostraron que en las etapas iniciales de una caminata, las personas son menos eficientes, lo que se traduce en un mayor consumo de oxígeno. A medida que la duración del intervalo aumenta, la eficiencia y el costo metabólico se acercan a los valores de estado estable.

Los resultados indican que caminar en ráfagas cortas tiene un mayor consumo de oxígeno y un costo metabólico más alto en comparación con intervalos más largos. Esto tiene implicaciones importantes para los programas de rehabilitación y ejercicio, especialmente para personas con movilidad limitada, como aquellos con obesidad o que han sufrido un accidente cerebrovascular.

Según los resultados publicados en Proceedings of the Royal Society B, este hallazgo sugiere que las personas que buscan maximizar el gasto energético durante el ejercicio deberían considerar realizar múltiples ráfagas cortas de actividad en lugar de mantener un ritmo constante durante períodos prolongados. Curiosamente, el estudio destaca una similitud entre el comportamiento del cuerpo humano al caminar y el de un automóvil que consume más combustible al arrancar, subrayando la importancia del calentamiento adecuado antes de cualquier actividad física.

Algo Curioso

"Al iniciar una caminata, el cuerpo incurre en un costo energético fijo, similar a un automóvil que consume más combustible al arrancar"

- Afirmaron los investigadores del estudio.

Oct 18, 2024
Colglobal News

El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Milán, concluyó que caminar en intervalos cortos o realizar ejercicios en ráfagas cortas de 10 a 30 segundos aumenta significativamente el consumo de oxígeno y, en consecuencia, el gasto energético. Un equipo de patofisiologistas midió el consumo de oxígeno de 10 voluntarios sanos mientras realizaban ejercicios en una máquina de escaleras y en una caminadora.

Los participantes caminaron y subieron escaleras en intervalos de tiempo variando de 10 segundos a 4 minutos. Se encontró que realizar actividades en ráfagas cortas requiere entre un 20% y un 60% más de energía que si se realizan de manera continua durante la misma distancia. La eficiencia del cuerpo en convertir oxígeno y energía en movimiento mejora después de unos minutos de actividad continua, pero al iniciar una caminata, el costo energético es considerablemente más alto.

Las mediciones, realizadas a través de un sistema de máscara que permitía calcular la ingesta de oxígeno, mostraron que en las etapas iniciales de una caminata, las personas son menos eficientes, lo que se traduce en un mayor consumo de oxígeno. A medida que la duración del intervalo aumenta, la eficiencia y el costo metabólico se acercan a los valores de estado estable.

Los resultados indican que caminar en ráfagas cortas tiene un mayor consumo de oxígeno y un costo metabólico más alto en comparación con intervalos más largos. Esto tiene implicaciones importantes para los programas de rehabilitación y ejercicio, especialmente para personas con movilidad limitada, como aquellos con obesidad o que han sufrido un accidente cerebrovascular.

Según los resultados publicados en Proceedings of the Royal Society B, este hallazgo sugiere que las personas que buscan maximizar el gasto energético durante el ejercicio deberían considerar realizar múltiples ráfagas cortas de actividad en lugar de mantener un ritmo constante durante períodos prolongados. Curiosamente, el estudio destaca una similitud entre el comportamiento del cuerpo humano al caminar y el de un automóvil que consume más combustible al arrancar, subrayando la importancia del calentamiento adecuado antes de cualquier actividad física.

El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Milán, concluyó que caminar en intervalos cortos o realizar ejercicios en ráfagas cortas de 10 a 30 segundos aumenta significativamente el consumo de oxígeno y, en consecuencia, el gasto energético. Un equipo de patofisiologistas midió el consumo de oxígeno de 10 voluntarios sanos mientras realizaban ejercicios en una máquina de escaleras y en una caminadora.

Los participantes caminaron y subieron escaleras en intervalos de tiempo variando de 10 segundos a 4 minutos. Se encontró que realizar actividades en ráfagas cortas requiere entre un 20% y un 60% más de energía que si se realizan de manera continua durante la misma distancia. La eficiencia del cuerpo en convertir oxígeno y energía en movimiento mejora después de unos minutos de actividad continua, pero al iniciar una caminata, el costo energético es considerablemente más alto.

Las mediciones, realizadas a través de un sistema de máscara que permitía calcular la ingesta de oxígeno, mostraron que en las etapas iniciales de una caminata, las personas son menos eficientes, lo que se traduce en un mayor consumo de oxígeno. A medida que la duración del intervalo aumenta, la eficiencia y el costo metabólico se acercan a los valores de estado estable.

Los resultados indican que caminar en ráfagas cortas tiene un mayor consumo de oxígeno y un costo metabólico más alto en comparación con intervalos más largos. Esto tiene implicaciones importantes para los programas de rehabilitación y ejercicio, especialmente para personas con movilidad limitada, como aquellos con obesidad o que han sufrido un accidente cerebrovascular.

Según los resultados publicados en Proceedings of the Royal Society B, este hallazgo sugiere que las personas que buscan maximizar el gasto energético durante el ejercicio deberían considerar realizar múltiples ráfagas cortas de actividad en lugar de mantener un ritmo constante durante períodos prolongados. Curiosamente, el estudio destaca una similitud entre el comportamiento del cuerpo humano al caminar y el de un automóvil que consume más combustible al arrancar, subrayando la importancia del calentamiento adecuado antes de cualquier actividad física.

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